sábado. 20.04.2024
Nace en Florencia el 22 de junio de 1425, sus padres son Francisco de Simone Tornabuoni y su madre Nanna de Niccolo Guicciardini. Pertenecía a una de las familias más nobles de Florencia.

Florencia en el siglo XV vivía tiempos convulsos por las rivalidades existentes entre las diferentes familias de la ciudad, La familia Albizzi se había adueñado del poder florentino, lo que provocó la salida de los Médici de la ciudad. Con la ayuda de otras grandes familias, los Médici regresan a la ciudad en el año 1434. La familia de Lucrecia apoya el regreso de la familia Médici y esto hace que mantengan una gran amistad ambas familias.

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Lucrecia tuvo una buena educación, destacando la enseñanza humanística, esto le hace ser una de las grandes mujeres con mejor educación de Italia. Hemos de saber que el papel de la mujer en la vida pública florentina era muy limitado.

Lucrecia se convierte en una de las mujeres italianas más importantes del Renacimiento. Se convirtió gracias a su matrimonio con Pedro y en colaboración con su hijo Lorenzo, en una de las principales representantes de la cultura renacentista.

Lucrecia se convierte en una modelo de los grandes pintores de la ciudad. Además fue escritora reconocida, y promovió alguna de las obras artísticas más importantes del Quattrocento de Florencia.

En el año 1444 se acuerda el matrimonio de Lucrecia con Pedro de Médici, que era hijo de Cosme. Pedro tenía entonces veintiocho años y Lucrecia diecinueve.

El matrimonio entre Lucrecia y Piero Médici fue feliz. Ella siempre fue una compañera fiel y prudente, junto a la energía de su marido dedicado a la política. Sin embargo, el final fue amargo debido a la enfermedad de la gota que padecía Piero y su incapacidad al final de su vida.

Lucrecia reclama para las mujeres los mismos derechos y libertades que tienen los hombres. Consiguió involucrar a las mujeres de la elite florentina en esta lucha por la igualdad de las mismas.

Fruto de dicho matrimonio fueron los siguientes hijos:

María, que era hija ilegitima de Pedro, pero que fue aceptada por Lucrecia. Fue casada con Leonetto de Rossi y madre del futuro cardenal Luis de Rossi.

Blanca casada con Guillermo de Pazzi.

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Lucrecia conocida con el nombre de Nannina, fue casada con el humanista Bernardo Rucellai en el año 1466.

Lorenzo, que será conocido como “El Magnífico”. Fue señor de Florencia y casado con Clarisa Orsini en el año 1469. Bajo su dominio se produce la época de máximo esplendor de la ciudad de Florencia.

Giovanni que sólo vive veinticinco años pues fue víctima de la conspiraciónde la familia de los Pazzi.

En aquellos tiempos, se daba mucho entre la elite florentina la llamada “caridad cristiana”. Pedro de Médici encomendó a Lucrecia ocuparse de la distribución de las limosnas a los pobres. Entre los que se 7beneficiaban debemos destacar los conventos, las mujeres sin dote y los huérfanos. Esta política de caridad cristiana proporcionaba un gran apoyo a los Médici, ampliando su base política entre los pobres y el clero bajo... En este sentido hay una frase muy conocida en aquellos tiempos que decía:”Aquello que es bueno para Florencia y la Toscana, es bueno para los Médici”.

Lucrecia contribuyó financieramente a un fondo para favorecer el desarrollo educativo de los jóvenes pobres de Florencia. Hacía donaciones al Hospital San Paolo y era habitual verla alimentar a los pobres del Hospital Santa María Nova de la ciudad. Los monasterios florentinos recibían de forma regular donaciones para Pascua, Todos los Santos y Navidad.

Entre las obras públicas más destacadas realizadas por Lucrecia, destaca la renovación de los Baños de Bano Morba, que eran muy famosos desde la antigüedad y que se encontraban muy deteriorados. Para volverle a dar utilidad se cambian todas sus tuberías, se remoza todo el edificio, se construye un hotel y para protegerlo se construye una muralla.

Lucrecia hizo construir la capilla de la Visitación en la Basilica de San Lorenzo de Florencia.

Manejaba de forma muy práctica todas las propiedades de los Médici: los puntos de venta, los alquileres y las rentas de sus propiedades. También favorece a los miembros de su familia Tornabuoni. Su hermano Giovanni fue nombrado jefe del banco de los Medici en Roma y su hermana Diana se casó con Tommaso Sodermi, para consolidar el apoyo de esta familia a los Médici.

La casa de Piero Médici y de Lucrecia era visitada por los más grandes del mundo cultural florentino como León Battista Alberti, Agnolo Poliziano y Luigi Pulci. Los hijos de Lucrecia deben de tener la mejor educación, para ello se nombra un tutor, siendo el elegido el humanista Marsilio Ficino, que les enseñó filosofía, historia y conocimiento de la antigüedad. La propia Lucrecia les enseñó a Ovidio, Cicerón y toda la literatura latina.

Ejerció un amplio mecenazgo de la pintura florentina, destacando a Ghirlandaio, Botticelli o Filippo Lippi. La propia Lucrecia sirvió de modelo de estos pintores e incluso usaron su cara para escenas bíblicas. Debemos destacar el cuadro “La madonna del Magnificat” pintado por Sandro Botticelli, que usa la cara de Lucrecia en la Virgen María.

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La Visitación de Lucrecia Tornabuoni a la capilla de Domenico Ghirlandaio

En el siglo XV, Florencia era vista por los más conservadores como una segunda Sodoma. El humanista florentino Girolamo Benivieni, intentó que Lucrecia adoptara unas medidas rígidas en la ética y moral de la ciudad. Los sectores más conservadores critican a sus hijos al ser vistos tanto con mujeres casadas como solteras. Asimismo criticaban la tolerancia que había en la ciudad con la homosexualidad.

Debemos saber, que tanto Cosme como Piero eran muy discretos, sin embargo sus hijos de este último, Lorenzo y Giuliano mostraban sus riquezas, hacían ostentación de ellas y organizaban gran cantidad de fiestas y torneos. Esto era mal visto por una parte de la sociedad florentina y ahí está el inicio de la conspiración de los Pazzi contra Lorenzo Médici. Lucrecia siempre aconsejaba a sus hijos que fueran prudentes con sus riquezas.

Dentro de la obra literaria de Lucrecia debemos destacar los laudi y entre mencionaremos “su ascensión a los cielos”, “la muerte de Cristo”, “el juicio final”, “la natividad”… Los poemas laudi tienen temática religiosa, al mismo tiempo que cantan las melodías de moda de la ciudad. Están escritos en lengua vernácula y no en latín.

Los laudi alcanzaron gran fama a lo largo del siglo XIII. La finalidad de los laudi de Lucrecia era conciliar la labor de los grandes patriarcas florentinos con la cultura humanística de Lorenzo Médici.

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La elección de los temas elegidos para los laudi que escribía Lucrecia no eran neutrales, pues San Juan Bautista era el Santo Patrón de Florencia y Judith representaba la victoria de la ciudad contra la tiranía. También escribió un soneto en el estilo burlesque inspiradas en las obras de de los poetas que protegen tanto Lucrecia como Piero Médici, como se comprueba en la correspondencia con Bernardo Bellincioni, dejando un conjunto de treinta y siete cartas.

Lucrecia también escribió cinco sonetos y se conservan solamente los de temas bíblicos, además tiene ocho himnos para música popular sacra.

Su marido Piero envía a Lucrecia a Roma para promover la causa de los Médici en esa ciudad. Se alojó en casa de su hijo Giovanni que dirigía el banco de los Médici en la ciudad. Tenía también como objetivo buscar esposa para su hijo Lorenzo, Ahí conoció a Clarice Orsini. Así es descrita Clarice Orsini.

“La niña es más bien de piel blanca y modales agradables de tamaño mediano y claro. Puede que no sea tan bonita como nuestras hijas, pero ella es muy modesta. Ella no es rubia, no existen aquí unas chicas así. Su fuerte, pelo oscuro tiene un tinte rojizo. Su cara es bastante redonda, pero no de manera que le interfiera. El cuello es bastante agradable, si bien delgado, o, tal vez habría que decir tierna. No pude ver sus pechos porque estaban totalmente cubiertos, pero hasta ahora visto, son bien formados. Las manos son muy largas y delgadas. En general, la chica parece estar muy por encima de la media. Pero con María, Lucrecia y Bianca no se puede comparar”.

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Piero aprueba la elección que Lucrecia hace de Clarice Orsini, pues era rica y ofrece la posibilidad de una alianza con una familia aristocrática romana. Esta alianza duró los siglos XV y XVI. Sin embargo, no fue bien vista por alguna parte de los Médici, pues no era costumbre de la familia casarse con mujeres extranjeras. Esto también provocó enfrentamiento entre las clases altas florentinas.

Para intentar conciliar a la sociedad florentina, hizo lo siguiente: Lorenzo realizó un torneo en la Piazza Santa Croce el siete de febrero de 1469, vistiendo los colores de su novia de infancia, Lucrecia Donati, que había sido declarada reina del torneo.

Lucrecia se siente muy alabada por la gran labor que desarrolla su hijo Lorenzo de Médici “el magnífico” cuando gobierna Florencia, siendo el momento de mayor esplendor de la ciudad. Sin embargo, tiene un gran sufrimiento cuando su hijo Giovanni es asesinado en el año 1478, cuando se produce en Florencia una conjura de la familia Pazzi, que querían derrocar a su hijo Lorenzo.

Supervisó la crianza y educación de sus nietos. Lucrecia se aseguró que después de la muerte de su hija María y su hijo Giovanni, los hijos de estos, Luis de Rossi y Giulio de Médici se criaran en la casa de su hijo Lorenzo. Siguiendo los consejos de Lucrecia los hijos de Lorenzo se decantan por la carrera eclesial, de esta forma, el segundo hijo de Lorenzo, Giovanni llegó al Papado en el año 1513, con el título de León X.

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Palazzo Tornabuoni in via Tornabuoni, en Florencia

Lucrecia fallece el 28 de marzo de 1482. En el día de su muerte Lawrence escribe a Leonor d’Este lo siguiente: “Su Excelencia puede imaginar mi asombro, porque con la pérdida de mi madre, yo también perdí el único refugio para todos mis problemas, el único alivio en mi mundo de tormentas”.

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Capilla de los Tornabuoni en Santa María Novella

Lorenzo escribió después de la muerte de su madre “que se encontraba ahogado en pena… era su único recurso en las dificultades y el refresco de sus angustias… también tener cuidado con las conspiraciones ya que su madre no puede evitar que se produzcan”.

Lucrecia Tornabuoni, la gran dama de los Médici