viernes. 19.04.2024
Emergencia-Mozambique

Los datos ya eran alarmantes antes de la devastación provocada en 2019 por el ciclón Kenneth. En Mozambique -país del Cuerno de África expoliado desde que comenzó a exportar gas y carbón- más de la mitad de los niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica.

La Organización Mundial de la Salud había advertido en junio de 2020 respecto de la situación por la que atraviesan más de medio millón de personas que han sido desplazadas por la propagación de los conflictos, las catástrofes naturales y el hambre que se ceba con los más vulnerables. Según Josep Borrell, Jefe de la Diplomacia Europea de la ONU, “Mozambique es un país al borde de una crisis humanitaria que empeora por las gravísimas dificultades que tiene el gobierno para hacer frente al desastre social”.

Si bien la Unión Europea aportó 100 millones de Euros para ayudar al gobierno a responder a las consecuencias del Covid-19, la situación de hambre y desesperanza se incrementa día tras día ante el silencio de la prensa internacional que no ve rentable la publicación de lo que está sucediendo en ese país africano.

Mozambique, cuya superficie dobla a la de España y que posee un número de habitantes que apenas llega a la mitad de la población española, tiene los recursos naturales suficientes como para alimentar a toda su población. Esta certeza la ratificó en 2019 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO). Sin embargo la producción de cultivos alimenticios, especialmente de cereales, está en déficit. Y a eso se le suman las consecuencias producidas por los campos arrasados por las grandes compañías extractoras de gas y carbón que han restado margen a las necesidades básicas de los mozambiqueños. Producto de esto, las provincias de Sofala, Tete y Nampula padecen inseguridad alimentaria aguda; y más de la mitad de los niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica.

Mientras los progresos en la lucha contra el hambre se estancan, la pandemia de COVID-19 agrava la vulnerabilidad y las deficiencias de los sistemas alimentarios mundiales, entendidos como todas las actividades y procesos que afectan a la producción, la distribución y el consumo de alimentos. Aunque es demasiado pronto para evaluar el efecto de los confinamientos y otras medidas de contención, se estima que Mozambique experimentará una crisis humanitaria de consecuencias devastadoras.

¿A quién le importa Mozambique?