sábado. 20.04.2024
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Feijoo pretende destinar cotizaciones sociales para cubrir necesidades en la sanidad pública que se tienen que satisfacer con impuestos

Una vez más Alberto Núñez Feijoo pretende lanzar botes de humo para encubrir su mala gestión. Estos días aparece hablando de su superávit y diciendo que le pide a la ministra de Hacienda que le autorice su incorporación a la sanidad, a atención primaria. Habla de un superávit de 300 millones de euros.

Hay que empezar a hacer algunas matizaciones para situar el asunto en su justa medida. Cuando se habla de superávit todos pensamos que ha habido más ingresos de los presupuestados. Lo primero es que se nos quite esa idea. No ha habido más ingresos, ni mucho menos. Lo que él llama superávit es menor gasto, es incapacidad de gestión. No hay mayor incapacidad de un gobernante que la que ni le permite ejecutar el presupuesto de gastos que tiene y tiene que devolver el dinero.

Feijoo ha dado pruebas de ello y en materia de empleo o de trabajo, su incapacidad es absoluta. Galicia es la segunda comunidad autónoma en la que más volumen de trabajo se ha perdido en relación con 2008. En el conjunto del Estado el volumen de horas trabajadas habitualmente en 2018 es un 9,7% inferior al de 2008: se trabajan 79,5 millones de horas semanales menos. En Galicia la pérdida es del 15,9%; se trabajan 7,2 millones de horas menos.

Mientras que Galicia supone el 5,5% de todas las horas trabajadas en el Estado, sus horas perdidas son el 9,6% de todas las perdidas en el Estado. Feijoo es el subcampeón de destrucción de trabajo.

En relación con el paro casi ocurre lo mismo, solo que en vez del segundo puesto, Galicia ocupa el tercer puesto en aumento de personas paradas. Entre 2008 y 2018 las personas paradas han aumentado en Galicia un 46,3%, hay 52.448 personas paradas más. Eso que Feijoo prometió antes de su primera elección que iba a acabar con el paro en cuarenta y cinco días, que si no…

Con estos datos, se ha perdido el 15,9% del volumen de trabajo y el paro crece un 46,3%, lo lógico es que se utilicen todos los recursos disponibles en políticas activas de empleo. Pues tampoco.

Entre 2009 y 2017 el presupuesto que ha habido para políticas de empleo era de 3.343 millones de euros. De ellos, 1.222 estaban destinados a la formación para el empleo.

De los 3.343 millones de euros para políticas de empleo, quedaron sin ejecutar 1.137 millones, un 34% de todo lo presupuestado. En formación para el empleo ha quedado sin ejecutar 546 millones de euros, un 44,7% de los 1.222 millones presupuestados.

Si miramos la ejecución que ha habido cuando ha dejado de existir una Consellería de Traballo y se integra en Economía, desde 2016, los resultados han empeorado considerablemente. Entre 2009 y 2015, ambos inclusive, quedó sin ejecutar uno de cada tres euros que había para políticas activas y dos de cada cinco destinados a formación para el empleo, el 32,5% y el 41,2% respectivamente. En los dos últimos ejercicios ya cerrados, 2016 y 2017, han quedado sin ejecutar dos de cada cinco euros destinados a políticas activas y uno de cada dos destinados a formación para el empleo, el 42,9% y el 52,1% respectivamente.

En el tercer trimestre de 2018 en la Consellería de Economía, Emprego e Industria queda disponible o sin ejecutar un tercio del crédito ejecutable, 213,4 millones de euros sin ejecutar de los 618,3 millones ejecutables. Esta cantidad es muy similar a la de los años anteriores. En 2017 quedaba sin ejecutar el 36,4% y en 2016 el 32,8%. Al final del ejercicio en 2016 quedó sin ejecutar el 59,2% de lo pendiente en el tercer trimestre y en 2017 quedó el 60,6%. Considerando que 2018 ha tenido un comportamiento similar a los dos ejercicios anteriores, se puede estimar en algo más de 125 millones de euros lo que quedará sin ejecutar.

Es importante destacar que en 2018 el 62% de las personas paradas, más de cien mil personas, carecía de formación de tipo profesional, en 2017 fueron más de 116 mil y en 2016 más de 130 mil. Además, el 43,2% de las personas paradas, más de 71 mil en 2018, no tiene una formación de base que le permita acceder a Certificados de Profesionalidad de nivel dos por lo que urge su formación en competencias clave, (en 2017 eran 74 mil y en 2016 eran 80 mil). Con estas necesidades de formación, no se entiende que no se ejecute la totalidad de los fondos presupuestados para formación para el empleo.

Feijoo no ha querido detallar el origen de los trescientos millones no gastados en 2018 que quiere repescar para dedicarlos a atención primaria sanitaria

Si tenemos en cuenta que lo que más se ha ejecutado son los capítulos uno y dos, que se financian con fondos propios de la Xunta, lo que ha quedado sin gastar son fondos provenientes de las transferencias finalistas del Estado y las aportaciones del Fondo Social Europeo. Las transferencias finalistas del Estado tienen su origen en, por un lado, la cotización a formación profesional, el 0,7% de todas las nóminas de los trabajadores en el régimen general y, por otro, la cotización a desempleo que no se destina a prestaciones de desempleados.

Feijoo no ha querido detallar el origen de los trescientos millones no gastados en 2018 que quiere repescar para dedicarlos a atención primaria sanitaria. Es preciso tener claro que los fondos de empleo, además de ser unas transferencias finalistas, por el hecho de ser cotizaciones sociales solamente se pueden utilizar para el fin que se recaudan.

La gran mayoría de los fondos de políticas de empleo no ejecutados por este gobierno, los 1.137 millones de euros, han tenido y tienen que continuar siendo devueltos a la administración de donde salen, al SEPE, pera su reubicación entre el conjunto de comunidades.

Feijoo ahora pretende poder destinar cotizaciones sociales para cubrir necesidades que se tienen que satisfacer con impuestos, al tiempo que hasta hace anuncios proclamando que Galicia es una de las comunidades con una menor presión fiscal.

Esa disminución de la presión fiscal es la responsable del gravísimo deterioro de nuestra sanidad que llega incluso a poner en grave riesgo la vida de los habitantes de esta comunidad. La solución no es utilizar cotizaciones sociales para pagar sanidad sino eliminar los recortes realizados, recaudar los impuestos precisos y dotar adecuadamente la sanidad pública.

Feijóo llama superávit a su incapacidad de gestión