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NUEVATRIBUNA.ES - 20.10.2010

...Después, ha añadido que se trata de "un Gobierno renovado y políticamente reforzado" para recorrer el camino de las reformas para luchar contra la crisis y para explicarlo a los ciudadanos.

José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho hincapié en que "llegan personas con un perfil político muy claro, con gran capacidad de comunicación, con capacidad de explicar a la sociedad española lo que estamos haciendo para completar una tarea de gran envergadura, la de las reformas para la recuperación. Ese es el sentido de los cambios". En ese contexto, el hombre que más peso gana con esta remodelación es el nuevo vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, que seguirá siendo ministro del Interior y portavoz del Gobierno. Ya hay quien ve en esta maniobra un mensaje claro de Zapatero: si finalmente él decide no presentarse a las próximas elecciones, Rubalcaba será su delfín. En su comparecencia ante la prensa para explicar la remodelación, el presidente ha eludido comentar estos análisis.

Alfredo Pérez Rubalcaba lleva siendo "la voz cantante" de los socialistas desde hace casi veinte años, cuando Felipe González le nombró ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes después de haberle confiado la cartera de Educación. Un histórico dirigente del partido, un 'peso pesado' con "muchos trienios" a sus espaldas, que es el adversario más difícil al que rebatir en el tú a tú parlamentario, según subrayan sus compañeros de filas y según reconocen los que no lo son.

Rubalcaba es el hombre que eligió Zapatero para gestionar la tregua de ETA nada más llegar al poder, aunque en ese empeño trabajaba hace más de quince años. Y Zapatero volvió a confiar en él en el 2008 confirmándole como ministro del Interior, pero no como vicepresidente, algo que se especuló que es lo que Rubalcaba estaba esperando. Ahora, le encomienda la tarea de recuperar la confianza de los españoles, especialmente de los votantes socialistas que han dejado claro en las encuestas que querían a Rubalcaba más cerca de La Moncloa.

Con la crisis como el desencadenante de este descontento popular, Zapatero ha optado por sacar al campo de La Moncloa a un valor seguro para poder afrontar el último partido de 2012, un símil futbolístico para un buen aficionado al Real Madrid, que sabe moverse como pocos en el terreno de juego de la prensa.

El cambio, según Zapatero, llega en el momento adecuado, justo en el momento en que el Gobierno se ha asegurado la estabilidad hasta 2012 gracias a sus acuerdos con el PNV y Coalición Canaria. "Eliminados los factores de incertidumbre financiera, presupuestaria y política, he creído que era imporante renovar el Gobierno para afrontar la tercera parte de la legislatura".

Otros cambios en el Ejecutivo son Ramón Jáuregui como ministro de Presidencia, Valeriano Gómez como ministro de Trabajo, Trinidad Jiménez como ministra de Exteriores, Leire Pajín como ministra de Sanidad y la consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, será la nueva ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM).

El Ministerio de Vivienda desaparece para integrarse en el de Fomento. De esta forma, desaparece la cartera dirigida hasta ahora por Beatriz Corredor que pasa a ser asumida por el ministro de Fomento, José Blanco. Corredor será la secretaria de Estado de Vivienda, tras aceptar la propuesta que la ha hecho Blanco.

Los cambios incluyen pues la desaparición de dos polémicos ministerios, el de Igualdad al frente del cual está Bibiana Aído y el de Vivienda de Beatriz Corredor. Igualdad pasa a depender de Sanidad y Vivienda, de Fomento. En total, salen del Gobierno seis ministros: María Teresa Fernández de la Vega, Celestino Corbacho, Miguel Ángel Moratinos, Elena Espinosa, Bibiana Aído y Beatriz Corredor. Y entran cuatro nuevas caras: Ramón Jaúregui, Valeriano Gómez, Leire Pajín y Rosa Aguilar.

Celestino Corbacho, el único que sabía desde hace semanas que dejaba el Gobierno tras decidir ocupar un puesto en las listas del PSC para las elecciones autonómicas catalanas, no ha querido extenderse esta mañana sobre la noticia pero ha elogiado a su sustituto, Valeriano Gómez, como "excelente persona y buen amigo".

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha sido el primer miembro del gabinete que ha dado por hecha la remodelación y ha asegurado que se siente "muy contenta y muy feliz" porque los cambios darán "fortaleza política" al Ejecutivo para el año y medio que queda para el final de la legislatura. "La estabilidad parlamentaria y la fortaleza política" eran dos "puntales" importantes para afrontar lo que resta de legislatura "con un objetivo muy claro que es acelerar la recuperación económica", ha dicho la ministra y ha añadido: "El presidente acaba de sentar las bases para que eso sea así".

El cargo que deja vacante Leire Pajín, la secretaría de Organización del PSOE, lo ocupará Marcelino Iglesias, que ya había anunciado que no se presentará a la reelección como presidente del Gobierno de Aragón. La candidata a ese puesto será Eva Almunia. Iglesias seguirá como presidente del Gobierno aragonés hasta el próximo mes de mayo cuando se celebren las elecciones autonómicas y municipales. Su nombramiento será ratificado este sábado en el Comité Federal del PSOE.

De la Vega, que se ha sentado en el Consejo de Ministros desde que Zapatero ganó las primeras elecciones, ocupará ahora una silla del Consejo de Estado. LO ha anunciado el propio Zapatero que le ha dedicado unas palabras, en su comparecencia para confirmar los cambios, "por toda su dedicación, su trabajo día y noche, por su coraje, por su entrega" y le ha mostrado su agradecimiento por su labor en el Ejecutivo a lo largo de seis años.

Junto a De la Vega, Miguel Ángel Moratinos y Elena Espinosa también han acompañado a Zapatero en el Gobierno desde 2004. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, es el único miembro del equipo que se mantiene desde su llegada a La Moncloa.

Esta remodelación, la tercera en esta legislatura, se produce en un momento en el que las encuestas de intención de voto sitúan al PP 14,5 puntos por delante de los socialistas y tres semanas después de la huelga general contra la reforma laboral.

Zapatero saca al campo a Rubalcaba para jugar el partido de cara al 2012