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NUEVATRIBUNA.ES - 18.2.2009

La primera fue el lunes pasado cuando, en una entrevista en Antena 3, el líder del primer partido de la oposición evitó “mojarse” y al ser preguntado por los supuestos cabecillas de la trama de espías no llegó a poner la mano en el fuego por la que sería, en última instancia y siempre que la Justicia considere probado lo que hasta ahora sólo es presunto, su máxima responsable.

Este miércoles lo ha vuelto a hacer y mientras visitaba O Barco de Valedoras, en Ourense, haciendo campaña a favor de su candidato Núñez Feijóo, se ha escabullido como una anguila, gallega claro, cuando se le ha planteado una pregunta similar. La formulación era simple y directa:“¿Pondría la mano en el fuego por Esperanza Aguirre?” Pues nada. Ni si, ni no, ni todo lo contrario.

Sí ha opinado Rajoy sobre la dimisión de Benjamín Martín Vasco de la presidencia de la comisión que investigará el espionaje. Y le ha parecido “muy bien”. Piensa el presidente nacional del PP que puesto que esta persona interpuso una querella contra la imputada en el caso Gürtel, Isabel Jordán, que le relacionó con dicha trama de corrupción a partir de una grabación, es comprensible que haya tomado esa decisión para defenderse de “ciertas acusaciones".

Y en eso coincide plenamente con Aguirre. Ella ha comentado que entiende la dimisión de Martín Vasco para poder "dedicarse a querellarse contra quienes le están imputando delitos gravísimos". Es importante reseñar, no obstante, que mientras que la presidenta regional ha cerrado filas con “su” diputado a la par que cargaba contra el juez instructor por (y es una cita textual) “la tremenda indefensión en la que nos coloca el hecho de que Garzón permita las filtraciones del sumario en donde las personas profieren, dicen e imputan delitos gravísimos a cualquier ciudadano”, Rajoy no ha dado pistas sobre de qué lado está.

¿Asistiremos a la tercera negación de su respaldo a la dirigente madrileña antes de que finalice la semana?

Una brecha que parece un abismo