jueves. 28.03.2024
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Este martes arrancó la XII Legislatura con la constitución de las Cortes y alguna sorpresa que puede arrojar pistas sobre la posible investidura de Mariano Rajoy. Nos referimos al apoyo de los nacionalistas (CDC y PNV) en las votaciones de los miembros de la Mesa del Congreso, en la primera votación con sus papeletas en blanco, posibilitando así la elección de Ana Pastor en segunda vuelta; y en la segunda, con diez votos afirmativos para la elección de las vicepresidencias. Como los votos son secretos, la incógnita ha sobrevolado durante la sesión plenaria, habida cuenta que ni los nacionalistas catalanes (8 escaños) ni los vascos (5 diputados) han querido confirmar su apoyo al pacto PP-C’s, que vislumbra un acercamiento a Rajoy cara a su investidura tal y como señala Juan Antonio Blay en el diario Público.

Los que sí se han lanzado a darlo por hecho han sido el socialista Antonio Hernando y el líder de Podemos Pablo Iglesias. El portavoz del PSOE ha asegurado que “Rajoy ha roto hoy la barrera del entendimiento con independentistas y nacionalistas” y se ha preguntado “a cambio de qué”. Por su parte, el líder de la formación morada ha escrito en su cuenta de twitter: "Parece que Convergencia y PNV votan con PP, Ciudadanos y C.Canaria al Vice de la mesa. Ver para creer".

CESIONES A PNV Y CDC

Por lo pronto, el PP ha posibilitado que el Partido Nacionalista Vasco se haga con una secretaría en la Mesa del Senado cediéndole ese puesto que correspondería por votos al Grupo Popular. En cuanto a los nacionalistas catalanes, parecen tener asegurado Grupo propio en el Congreso. Además, en otro orden de cosas, la decisión de la Fiscalía de no pedir cárcel para Artur Mas y otras dos exdirigentes del Govern (Joana Ortega e Irene Rigau) en la causa del 9-N de la consulta independentista, podría ser –según apuntan algunas fuentes- otro gesto más del Gobierno del PP para acercar posiciones tras el divorcio con el nacionalismo catalán.

A muchos, la situación recuerda (aunque con notables diferencias) al pacto suscrito por José María Aznar en 1996, el denominado Pacto del Majestic entre PP y CiU, por el cual, Aznar fue investido presidente del Gobierno.

Pero al margen de similitudes con lo que ocurrió hace 20 años, lo cierto es que Rajoy aún no tiene asegurado el respaldo suficiente que le haga revalidar en el cargo. Y no es así porque Ciudadanos sigue insistiendo en que no apoyará su investidura ya que a lo sumo su Ejecutiva ha aprobado la abstención en segunda vuelta.

EL PULSO SÁNCHEZ-RIVERA

Rajoy se mantiene firme en su calendario para convocar un pleno el 2 y 3 de agosto. Lo previsible, según los cálculos, es que el PP cuente con el apoyo del partido de Albert Rivera en segunda votación, es decir cuando no se requiere mayoría absoluta, eso se produciría el 5 de agosto. O que el PSOE se abstenga. Pero ni la formación ‘naranja’ ni el partido liderado por Pedro Sánchez mueven ficha mientras sigue corriendo el reloj. Ambas formaciones insisten en echar toda la carga de responsabilidad sobre el otro manteniendo un pulso que puede llevar al traste las previsiones del PP.

Este mismo martes, Rivera ha vuelto a afirmar que no apoyarán la investidura de Rajoy y ha vuelto a colocar la pelota sobre el tejado del PSOE. "Si el PSOE se abstiene, habrá legislatura. Si el PSOE no se abstiene y el PP no le da la mano, habrá bloqueo y terceras, cuartas o quintas elecciones", ha declarado a los periodistas tras la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados. Por su parte, Rajoy asegura que no se presentará si no cuenta con los apoyos suficientes.

Ante esta situación de previsible bloqueo, algunas voces apuntan a que Rajoy fracase en el pleno de investidura que podría convocarse para primeros de agosto y que sea en septiembre (hay un plazo de dos meses para posibles intentos) cuando salga elegido, esta vez con un acuerdo en firme con Ciudadanos para que entre a formar parte del Gobierno ‘popular’. O que no haya intento siquiera, ganando un tiempo precioso para Ciudadanos para presionar al PP y obtener más cuotas de poder. Por lo pronto, este martes ha conseguido dos sillones en la Mesa del Congreso.

Y si no… elecciones de nuevo.

El pulso Sánchez-Rivera mantiene en vilo la investidura de Rajoy