Fabián Picardo celebró este martes un desayuno informativo en Madrid convocado y organizado por su Gobierno después de que Fórum Europa cancelara el acto a instancias –según fuentes del gobierno gibraltareño- del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo. El primer ministro del Peñón sí estuvo arropado por diputados del PSOE y de los grupos nacionalistas en el Congreso, entre ellos los socialistas Diego López Garrido, Meritxell Batet y Rafael Román, así como Emilio Olabarría y el senador Iñaki Anasagasti (PNV), Joan Tardá (ERC), y Jon Iñarritu (Amaiur). A la conferencia, que congregó a unas 200 personas entre periodistas e invitados, no acudió ningún miembro del Gobierno ni del PP ni tampoco representantes de CiU e IU.
Con un discurso conciliador pero no exento de críticas, el primer ministro de Gibraltar urgió al Gobierno a retomar el diálogo “lo antes posible”, convocando el foro tripartito que impulsó José Luis Rodríguez Zapatero y que abortó Mariano Rajoy a su llegada al poder. “Reino Unido y Gibraltar siguen pensando que es importantísimo seguir por las líneas del diálogo”, dijo, si bien mostró su voluntad de continuar las vías de negociación abiertas “ad hoc” entre Madrid, Londres y el Peñón.
El dirigente socialista se mostró esperanzado de pasar página a la “política de enfrentamiento de estos últimos años” y evitó calentar aún más el estado de las relaciones con el actual Ejecutivo por el cruce de declaraciones entre Margallo y las autoridades de Gibraltar. Lo que sí quiso poner de manifiesto es que algunas de las manifestaciones realizadas por miembros del Gobierno Rajoy no son ciertas y se refirió expresamente a lo dicho por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que acusó recientemente a Picardo de falta de colaboración en materia fiscal y judicial. “Montoro está equivocado –y así se lo hizo saber en una misiva-, hemos tramitado decenas de solicitudes”, afirmó. Picardo quiso trasladar su “máximo respeto” a las autoridades españolas pese a las “discrepancias” existentes, e instó a Rajoy a “tomar la iniciativa” como ha hecho con Andorra, con los convenios sobre fraude fiscal, en lo que calificó como un "gesto trascendente". También lanzó un mensaje al rey de España, Felipe VI, aludiendo a la renovación de la institución, más “moderna”, dijo, pero no con respecto a su relación con Gibraltar, precisó.
Picardó resaltó los buenos datos económicos de los que goza el Peñón y de las relaciones con el Campo de Gibraltar. Unas 10.000 personas entran cada día para trabajar en la Roca, principalmente andaluces, que tienen que sufrir las largas colas de entrada para cruzar la Verja, ante la inacción del Gobierno de Rajoy: “Las colas tienen una motivación política y no fiscal ni aduanera”, criticó Picardo. Asimismo, y en respuesta al socialista López Garrido, aclaró que en Gibraltar hay registradas 14.000 sociedades, con un tipo máximo de impuesto del 10%, como en Luxemburgo, de las cuales, solo 5 eran holding. Picardo enfatizó estos datos en contraposición a algunas de las cifras aparecidas en prensa que hablan de 35.000 sociedades establecidas en Gibraltar, un monto que, según el primer ministro, se ha tomado del registro general desde “hace 150 años”. Picardo también lamentó la imagen que del Peñón dan algunos medios con titulares negativos, sobre todo la información que aparece en verano.
Preguntado por el ascenso de Podemos y sobre si ha mantenido contactos con la formación de Pablo Iglesias, Picardo aseguró que las vías de diálogo están abiertas con todos los partidos políticos en el seno de las instituciones europeas pero eludió precisar si esas conversaciones se han producido con los líderes de primera fila de Podemos.
La conferencia, celebrada en el Hotel Palace, justo enfrente del Congreso de los Diputados, provocó la concentración de miembros de Falange (alrededor de 20 personas) para reclamar la soberanía española del Peñón, un asunto este que figura como principal “línea roja” en la apertura del diálogo con el Gobierno español, según recordó el propio Picardo.
