“Está muy vista ya la señora Aguirre y sus truquitos. Vale ya de intentar despistar con irresponsabilidad", ha dicho Tomás Gómez
“En los trances duros los señoritos nombran la patria y la venden, mientras el pueblo no la nombra siquiera pero la compra con su sangre” | Antonio Machado
Esperanza Aguirre es una maestra en desviar la atención cuando la conviene con declaraciones y propuestas a veces rayanas en el absurdo. Tras una semana de críticas por la ocultación del déficit real de la Comunidad de Madrid (por fin se ha sabido que no era Zapatero el que mentía) y una jornada de huelga en la educación pública con Madrid como laboratorio de pruebas de los recortes del PP en educación, la presidenta no ha tenido empacho en proponer que se suspenda la final de la Copa del Rey, que enfrentará al Athletic de Bilbao y al Barça y se haga en otro lugar a puerta cerrada.
La propuesta ha coincidido con al decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de permitir la marcha convocada por la Falange este mismo viernes, lo que unido a las mareas rojiblanca y blaugrana que se dejarán ver en la capital y en los alrededores del estadio Vicente Calderón resulta un cóctel explosivo.
Aunque Aguirre ha recibido una catarata de críticas, el mal ya está hecho. Como señaló el diputado socialista Rafael Simancas, sus palabras provocan un efecto contrario al que supuestamente pretendía. Para el PSOE, está clara la estrategia de la presidenta madrileña y sus maniobras de despiste. “Está muy vista ya la señora Aguirre y sus truquitos. Vale ya de intentar despistar con irresponsabilidad. El fútbol es un deporte y la obligación de los políticos es llamar a la calma y no a otras cosas”, afirmo el líder del PSM, Tomás Gómez.
Como no podía ser de otra manera, catalanes y vascos han cargado con la presidenta calificando de “lamentables” sus palabras y denunciando sus intentos de poner trabas a la libertad de expresión. Durante buena parte de la mañana, esperanzaaguirre fue trending Tepic y la red ardió en comentarios contra la presidenta.
Aguirre también se quedó sola a ojos de su partido. El líder del PP Vasco, Antonio Basagoiti se manifestó en desacuerdo con ella y subrayó que la final se debe celebrar en Madrid. Por su parte, el Gobierno, en boca de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, también rectificó a Aguirre al afirmar que “el deporte es algo para disfrutar y no para hacer de él objeto de otro tipo de reivindicaciones” por lo que hay que “evitar que la gente mezcle unas cosas con las otras”.
En fin, un despropósito lo dicho por la jefa del Ejecutivo madrileño que más parece enfocado a intentar desviar la atención de otras cuestiones políticas como los recortes y la ocultación del déficit. Aguirre ha vuelto a conseguir titulares por sus extemporáneas y extravagantes ideas aunque ya hace tiempo que el personal le está viendo el plumero.
