viernes. 19.04.2024

La posición de ICV y de EUiA, durante todo el debate del "derecho a decidir" en Cataluña ha sido clara y de forma diáfana favorable al ejercicio del derecho del pueblo a manifestarse claramente sobre cuál cree que debe ser el futuro de Cataluña.

Defiende este derecho como un derecho inherente a la propia realidad democrática de la sociedad. Aún más, considera que el pueblo debería poder ejercer este derecho de una forma normal, no sólo en cuanto a qué tipo de encaje territorial quiere, sino respecto a cómo quisiera que fuera su futuro social.

El derecho a la participación, el derecho al ejercicio de la soberanía en todos los ámbitos de la vida social es algo que hay que reivindicar. Especialmente en un momento en que debido a la propia crisis económica se ha puesto en evidencia, a todo nivel, las carencias del conjunto de la actual estructura institucional existente en todos los ámbitos del estado e incluso en el de la propia construcción europea.

ICV ha defendido siempre, quizás por que su raíz se hunde en el tiempo en las concepciones del PSUC, la necesidad de buscar los máximos consensos, sumar fuerzas y a la vez agotar todas las vías de diálogo, a fin de conseguir los cambios.

Dentro de la organización coexisten en perfecta armonía gente con una concepción federalista con otros de concepción independentista, unidos todos por un hilo común, el de la necesidad prioritaria de la lucha por la justicia social y por una sociedad más justa y cohesionada, bajo la defensa del antiguo principio de "Cataluña un solo pueblo".

A la vez, ICV es una fuerza de izquierda y solidaria y por tanto es partidaria de forzar el cambio de la situación actual, que considera insostenible, y hacerlo en todos los ámbitos posibles, en el de Cataluña, el de España y el de Europa.

A lo largo de todo el proceso de la consecución del "derecho a decidir" su posición ha sido clara defendiendo con la misma contundencia radical los derechos nacionales de Cataluña y haciendo al mismo tiempo con una defensa cerrada de los derechos sociales del pueblo cuestionados tanto en Cataluña por CiU, como en el Estado por el PP.

En la concreción de la pregunta y el procedimiento para llevarla a cabo ha tenido un gran protagonismo ICV y sus propuestas. Para ICV la pregunta debía ser inclusiva, no valía la dicotomía de independencia o nada. La propuesta actual permite la expresión de toda la pluralidad existente en Cataluña y que podrá expresarse de forma clara, tanto los que defiendan la situación actual mediante un NO, como los que quieran la independencia con un SI + SI, como los que quieran otra forma de relación sea federal, confederal u otra con el SI + NO.

En cuanto al procedimiento ICV siempre ha planteado la necesidad de llevar el debate a nivel estatal, llevando el Congreso la propuesta de cesión de la competencia de Referendos, y esto se hará no sólo mediante una iniciativa del Parlament de Cataluña, sino haciendo la misma propuesta a través de los grupos parlamentarios en el Congreso. ICV es quizás la fuerza más radicalmente partidaria de la consulta y que rehuye propuestas de otros, como pueden ser tanto las declaraciones unilaterales como las elecciones plebiscitarias.

ICV tiene una posición muy inequívoca sobre la necesidad de superar el actual estado de cosas ya agotado, es decir el estado autonómico, el bipartidismo y el conjunto de la arquitectura institucional. Y la forma de superarlo dependerá de la posición que adopte el Estado o las principales fuerzas del Estado. Incluso es posible imaginar que el actual problema catalán puede ser un elemento detonante y / o catalizador para una reforma a fondo de la problemática global que sufre el Estado español.

Al mismo tiempo, el hecho de concretar la pregunta, permite el debate en Cataluña sobre qué tipo de Estado está defendiendo cada uno, si el del estado de los recortes como el que ha dibujado CiU durante los últimos años, u otro tipo de estado que debería hacer frente a las exigencias de austeridad de Merkel y plantarse, como decía gráficamente el Gran Wyoming en base a "Ya les pagaremos cuando podamos, no vamos a sacrificar a nuestra gente".

Es por ello que no se puede ni debe abandonar nunca el debate social. ICV no ha mezclado nunca el tema de la defensa de los derechos nacionales con la renuncia a la defensa de los derechos sociales. Y por eso ha sido y es la fuerza que con mayor dureza ha hecho de oposición a Artur Más en Cataluña y al PP en España dentro de la Izquierda Plural. Y lo ha hecho en las instituciones y en la calle. Es por eso que están totalmente carentes de fundamento las declaraciones de Pere Navarro del PSC cuando pretende ahora culpar a ICV por la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat del 2014. Navarro sabe que miente porque ICV nunca ha votado a favor de los presupuestos de CiU como lo han hecho el PP y ERC en diferentes momentos, ni tampoco ha permitido la investidura de Mas como hizo el PSC en la primera legislatura.

Realmente en la actualidad el PSC tiene un grave problema de falta de identidad y coherencia, debido en parte a que desde el PSOE le han hecho "cambiar de caballo a media carrera". ¿Cómo se puede ser federalista y partidario del "derecho a decidir", como dice ser el PSC, y no sentirse reconocido en la actual pregunta de la consulta que permite votar a favor de un estado federal?

La consulta es posible, como han reconocido dos de los padres vivos de la Constitución, como son Roca y Herrero de Miñón, y sólo hace falta la voluntad y la audacia política por parte de las fuerzas políticas del Estado para dar una solución.

En este sentido cabe destacarse la posición de Izquierda Unida, de defensa del "derecho a decidir", a partir de una posición claramente partidaria de un Estado federal. Cabe destacarlo especialmente, porque no es fácil mantenerla, en estos momentos, con el entorno mediático y político que se vive en algunas esferas del Estado. También hay que decir que mucha gente en Cataluña sabe distinguir claramente entre la opinión del "establishment" político y mediático estatal, y lo que piensa buena parte de la ciudadanía del estado que posiblemente no es coincidente.

El objetivo de ICV ahora es centrar su acción política cotidiana en temas urgentes de la agenda social, como son: a) la Defensa del estado del bienestar, en temas como la reforma de las pensiones, reforma fiscal, o nuevas medidas de reforma laboral, y la lucha contra los presupuestos antisociales en Cataluña y en España, b) la Defensa de los derechos y libertades, en temas como las leyes de Seguridad, Seguridad privada, aborto, etc.;y c) la lucha por otra Europa diferente a la de los mercados, aprovechando las Elecciones Europeas. Es decir continuar en todos los ámbitos de la acción política, catalana, española y europea en la lucha por impulsar una visión democrática y de izquierdas.

ICV: una consulta para cambiar el "statu quo"