sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES 05.03.2010

De sobra es conocida la política de Esperanza Aguirre de colocar a sus adeptos en cargos de responsabilidad pública. Los dos últimos casos que se conocen son los de ya ex diputado nacional del PP Manuel Pizarro, al que la Comunidad de Madrid ha nombrado presidente del Consejo Social de la Universidad Autónoma, o la designación del ex concejal del PP Vasco, Santiago Abascal, como director de la Agencia de Protección de Datos, un nombramiento que ya ha sido recurrido por el PSOE y al que también se han opuesto Izquierda Unida y los sindicatos con representación en este organismo.

Lo primero que llama la atención sobre este último caso es el oscurantismo con el que se ha procedido, prácticamente sin publicidad ninguna y de forma precipitada. El asunto sin embargo fue este jueves denunciado en el Pleno de la Asamblea a iniciativa de la diputada de IU y ex portavoz de esta formación Inés Sabanés, que tachó de “indecencia” el nombramiento de Abascal, una de las personas que más se ha significado contra el juez Baltasar Garzón.

Pero vayamos por partes. El pasado 2 de febrero se convoca al consejo de la Agencia a una reunión de carácter extraordinario donde se informaba del relevo que normalmente siempre había contado con un amplio acuerdo de todos los sectores representados. Dos días después, el 4 de febrero, se reparte entre los miembros del consejo el currículum vitae del susodicho donde figuran todos los cargos políticos que ha ostentado aunque se omite una responsabilidad especialmente significativa: Abascal es el presidente de DENAES, Fundación para la Defensa de la Nación Española, subvencionada por el Ejecutivo de Aguirre y muy ligada al denominado sindicato Manos Limpias (querellante de Garzón). De ella es patrono de honor Adolfo Prego, el magistrado del Tribunal Supremo que firmó como ponente de la admisión a trámite de la querella por prevaricación contra Garzón en la investigación de los crímenes del franquismo.

Pese a la oposición de PSOE, IU y sindicatos, el Gobierno regional aprueba el decreto del nombramiento (que contó con el voto a favor de empresarios y PP) y el mismo día 5 de febrero sale publicado en el BOCAM.

Pues bien, ¿a qué responde el rotundo rechazo de oposición y sindicatos a este nombramiento? Sabanés lo explica en declaraciones a nuevatribuna.es. Abascal no cumple los requisitos establecidos por ley para asumir la dirección de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid: “autonomía, experiencia e independencia” por su “declarada animadversión a Garzón”, porque “actúa de parte –es dependiente del PP- y está vinculado a movimientos de la ultraderecha”. Esta dirigente cree que detrás de este fichaje está “la campaña de acoso y derribo” al juez de la Audiencia Nacional por abrir la investigación de los crímenes de la dictadura (que Abascal ha calificado más de una vez como ‘garzonada’) pero también por la trama Gürtel. Y es que como dice Sabanés “enterrando a Garzón también se mata a la Gürtel”, o lo que es lo mismo, inhabilitando al magistrado también se invalidaría la instrucción de la trama corrupta sobre todo después de conocerse la sorprendente decisión del Tribunal Supremo de admitir la personación de Francisco Correa por las escuchas ordenadas por Garzón.

Para ilustrar a nuestros lectores merece la pena leer algunos de los broncos artículos publicados por Abascal en Elsemanaldigital.com, donde “sin complejos” acusa a Garzón de “chequista y antipatriota” y donde también se pueden leer algunas de las alabanzas que hace a Aguirre, quien sin duda ha sabido premiarle con un cargo en las instituciones madrileñas.

”Haga lo que haga Aguirre será vilipendiada; su imagen, derruida; y su dignidad moral, devastada sin piedad. Esa querencia contra Aguirre, lejos de ser su talón de Aquiles, es su bastión, su fortaleza. La acosan porque no pueden despreciarla. La muerden los tobillos porque no pueden hacer mofas. Y, si me apuran, les diré que algunos la habrían preferido desaparecida o sepultada entre escombros. Entonces nadie la habría denostado. Las críticas miserables habrían dado paso a las epitafios miserables y a las loas de ocasión. Porque ya no sería adversaria a batir.

¡Larga vida a Esperanza Aguirre ....y a sus resentidos enemigos!
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Ahí queda.

El tufo 'ultra' de Abascal, el último gran fichaje de Esperanza Aguirre