Hay que decir los errores a quien sea, incluida Angela Merkel. Queremos una Alemania europea nunca más una Europa alemana
Nadie lo esperaba pero la dirección del PSOE lo tenía previsto desde hace días. La intervención de Felipe González, aparentemente improvisada cuando José Antonio Griñán le dio la palabra, fue la gran sorpresa en el acto de inauguración de la Conferencia Política que se celebra este fin de semana en Madrid. El expresidente del Gobierno hacía su entrada estelar en el Auditórium del Palacio Municipal de Congresos junto a José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano y Cristina Narbona. Los cientos de delegados e invitados al cónclave les recibieron en pie y con fuertes aplausos en una tarde noche donde el protagonista iba a ser el presidente del Gobierno.
González eclipsó el discurso de un Zapatero “noqueado” -a decir de algunos dirigentes socialistas-, con una intervención cargada de mensajes para levantar los ánimos de un PSOE que se enfrenta a unas de las elecciones más difíciles de su historia. El expresidente del Gobierno recordó que él mismo había vivido momentos similares cuando las encuestas le daban al PSOE “14 puntos de diferencia” y cuando –rememoró- se decía aquello de “nos faltó un debate o una semana para darle la vuelta a la encuestas”, dijo refiriéndose a la derrota de 1996.
Porque en opinión de González el PSOE tiene la respuesta a la crisis, una “respuesta socialdemócrata y europeísta”, de ahí que no quiera ver a su partido “derrotado” sino dispuesto a la movilización, “no a la defensiva, sino a la ofensiva”, defendiendo "lo que otros amenazan con quitar" y explicando que el gasto en sanidad, educación e investigación es "una inversión" que crea "el círculo virtuoso de la competitividad".
Vestido de forma informal, González se ganó el entusiasmo de la concurrencia. Confesó que sigue sintiendo “la misma rebeldía” y las “mismas ganas de seguir cambiando el país” y se preguntó si el PSOE le había convocado en su condición de "agitador agitado", de "rebelde que no se conforma" o de "fiel militante a un partido" que no quiere "que se sienta derrotado". "Porque tiene respuestas a la crisis y no las tiene la derecha", subrayó.
En una intervención de marcado tinte europeista, González apeló a una “unión económica y fiscal” de la UE. En su opinión, dado que se están haciendo “esfuerzos” y “ajustes”, ahora “exigimos que los demás hagan el mismo esfuerzo” y que se ponga en marcha el mecanismo de los eurobonos y que el BCE baje los tipos de interés. “Hay que decir los errores a quien sea, incluida Angela Merkel. Queremos una Alemania europea nunca más una Europa alemana”, dijo.
González echó un capote a Zapatero defendiendo su gestión y negando que su gobierno haya sido el que ha hecho mayores recortes, porque teniendo en cuenta sus ocho años, incluidos los "tres años dramáticos de crisis", su esfuerzo en becas, sanidad, pensiones o I+D ha sido "infinitamente mayor" que en los ocho de gobiernos del PP.
Alfredo eres mi candidato y te digo que estoy a tu disposición para lo que quieras
Pero si a alguien ensalzó fue al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba: "Nos quedan dos meses, Alfredo, eres lo mejor que puede ocurrir para este país y para lo mejor del socialismo democrático europeo, desde luego eres mi candidato y te digo que estoy a tu disposición, desde anteayer y hasta el 20 de noviembre y después, para lo que quieras, a tus órdenes como un militante del partido", dijo.
Tras el discurso de Zapatero, que cerró esta primera jornada de una Conferencia de la que saldrá el programa electoral con el que los socialistas concurrirán a las elecciones generales del 20 de noviembre, solo faltaba la foto de familia: Zapatero, Rubalcaba y González en el estrado. Una dirigente del PSOE lo resumía así en pasillos: “Estamos encantados de ver juntos a nuestros tres líderes”.
