jueves. 25.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 6.10.2010

Este martes presidió el Comité Ejecutivo de su partido en Barcelona. Después, compareció en la preceptiva rueda de prensa y apenas dejó entrever por qué derroteros marcha su pensamiento político. De las primarias de Madrid no quiso opinar -"Nosotros, a lo nuestro, se comentan por sí solas"- y por lo que se refiere a sus propios líos internos, como el de Asturias, apenas aportó alguna pista. Sólo dio a entender con una frase 'chistsa' que no es partidario de unas primarias - "Nosotros no hacemos piruetas"- para resolver el conflicto entre Francisco Álvarez-Cascos como cartel electoral para las próximas autonómicas y la candidata del PP asturiano, Isabel Pérez-Espinosa. Como imponer a Cascos desde Génova abriría una guerra interna, lo mejor es dejarlo correr hasta que no haya más remedio que hacer algo, esto es, hasta poco antes de la convención política de finales de enero.

Hace exactamente una semana, mientras el país afrontaba la huelga general de 29-S, el líder de la oposición preguntó al presidente derl Gobierno en la sesión de control del Congreso sobre si los Presupuestos de 2011 ayudarán a frenar la fuerte caída de la competitividad de la economía española. ¡Toda una demostración de cintura política! Menos mal que el convergente Duran i Lleida sí preguntó a Zapatero sobre la huelga y la reforma laboral.

Y ayer, tras su rápida visita a Barcelona, Rajoy tuvo que dar un paso atrás para dejar todo el protagonismo a su antecesor, José María Aznar, en uno de los mayores cónclaves 'populares' de los últimos tiempos, el que montó el diario La Razón para que el ex presidente Aznar nos iluminara con sus análisis de la realidad que nos rodea y de la que nos espera. El evento se 'resume' hoy en dieciséis páginas del periódico en las que se da cuenta de que allí estuvieron junto a Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Soraya Saénz de Santamaría, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo, Pedro Calvo, Jorge Moragas, Ángel Acebes, Ana Botella, Eduardo Zaplana, Ana Pastor, Margarita Mariscal de Gante, Luisa Fernanda Rudi, Josep Piqué, Cayetana Álvarez de Toledo, Concepción Dancausa, Juan José Lucas, Cayetana Álvarez de Toledo, Manuel Pizarro...En fin, todo el elenco bajo el expresivo titular de "Ver, oír y... asentir". La Razón hace, sin pretenderlo, todo un ejercicio de síntesis sobre el funcionamiento de un partido carente de debate y de mecanismos de democracia interna.

En el texto se admite que la aglomeración de populares –y de sus correspondientes escoltas– se debió a que "querían ver y oír a José María Aznar... y por qué no decirlo, (a que estaban) deseosos también de que el ex presidente del Gobierno y presidente de FAES les viese a ellos. Así que, prietas las filas, y vista al frente, más que nada porque era difícil, por no decir imposible, moverse en el centímetro cuadrado que cada uno tenía asignado ......."

La crónica cuenta con detalle el contenido del discurso del ex presidente recreándose en las críticas al Gobierno socialista -"se constató una vez más que Aznar todavía sigue conservando una firmeza de ideas y una cintura política que para sí querría algún que otro inquilino de La Moncloa"- y reproduciendo algunas frases del orador: "El próximo Gobierno va a recibir la peor herencia institucional, política, económica y social que haya recibido un gobierno democrático de España".

Y, ¿qué pasa con Rajoy? Pues que según dijo Aznar tiene "su apoyo sin fisuras, sin matices, y su plena confianza (...) para torear la crisis y devolver a España al buen camino". Su oportunidad pasa -a su juicio- porque "hoy estamos aún peor que en 1996". Es decir, que cuanto peor, mejor para el PP. Y es Mariano Rajoy quien está llamado a dar "respuesta a todos los problemas".

A lo mejor, ahora calla porque la está pergeñando (la respuesta) y cualquier día nos llevamos una sorpresa.

Con Rajoy 'desaparecido' de la escena política, Aznar va y monta un congreso