viernes. 29.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES 28.07.2010

Esperanza Aguirre está de nuevo en su salsa. No es que no lo esté habitualmente pero ahora tiene razones sobradas para mantener el buen humor. La noticia de que el vicealcalde Manuel Cobo ha decidido dar un paso atrás y olvidarse del espionaje político al que fue sometido ha dejado satisfecha a la lideresa y a sus más fieles en el cuartel general del PP de Madrid que ven así libre el camino para atender una campaña electoral, la de las elecciones de 2011, que no será fácil. Las encuestas reflejan que podría perder la mayoría absoluta y eso no es nada bueno para un partido cuya única forma de gobernar que tiene es en solitario. Al menos en Madrid, si bien habrá que atender que ocurre con UPyD, formación que preside Rosa Díez y al que los sondeos auguran un buen resultado facilitando así –quién sabe- un nuevo gobierno aguirrista.

El asunto de los espías ha terminado como la presidenta quería. Primero se le dio carpetazo en el Parlamento regional y hace unos días fue archivado por la jueza que llevaba el caso. El enfrentamiento con Cobo puso de uñas a Aguirre con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y no fueron pocas las pullas que se tiraron desde uno y otro bando. Era la enésima pelea de ambos aireada en los medios de comunicación lo que puso en mucho aprietos a Mariano Rajoy que como también es habitual en él dejó correr el asunto que ahora ha terminado solucionándose de la manera más conveniente.

Como dejando correr está todo lo relacionado con la corrupción en su partido. La trama Gürtel sigue en los tribunales pero ha perdido intensidad mediática y Rajoy ‘esperará’ otra vez a tomar una decisión sobre las candidaturas en Valencia y en particular sobre Francisco Camps hasta que actúe la justicia. De la misma manera ha actuado con Carlos Fabra para el que la Fiscalía Anticorrupción pide quince años de cárcel por los delitos de tráfico de influencias, cohecho y contra la Hacienda Pública.

Pero esto, a Aguirre, ni le va ni le viene. Lo que verdaderamente le importa es cómo le va su partido en Madrid y sus expectativas electorales a las que no les viene nada mal la bronca interna que está viviendo el PSM por el asunto de las candidaturas. El equipo de la lideresa no ha tardado en meter el dedo en el ojo de Tomás Gómez asegurando que “no sabe coger las indirectas” tal y como dijo el portavoz del PP en la Asamblea, David Pérez en alusión al mensaje que Manuel Chaves le trasladó al parleño.

Con ese panorama, Aguirre no ha perdido ni un segundo en reforzar sus mensajes electoralistas y en adoctrinar a los cachorros del PP. Este jueves participó en un acto de Nuevas Generaciones de su partido en Madrid donde hizo un llamamiento al “inconformismo radical” para que los jóvenes del PP se erijan en “conciencia crítica” dentro de la propia formación. “El PP es el partido de la rebeldía contra los tópicos, de los que queremos reformar cosas que no van bien y Nuevas Generaciones debe ser el fermento de esa rebeldía”, dijo la lideresa.

Aguirre estuvo muy bien acompañada. Al acto, que se celebró en Móstoles, acudió el ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, fichaje estrella de Rajoy en las elecciones de 2008 y que finalmente decidió dejar su escaño en el Congreso por desavenencias con la dirección del Grupo Popular. La presidenta aprovechó para cargar contra el presidente del Gobierno asegurando que la crisis “no es un fenómeno atmosférico como quiere hacernos creer Zapatero, sino consecuencia de muchos errores, entre ellos los cometidos por los reguladores del sistema financiero", reconoció.

Y de la crisis económica a la campaña electoral que será “austera”, advirtió Aguirre, así como “larga, dura y difícil”. Por ello pidió a los jóvenes del PP que redoblen esfuerzos para suplir la falta de medios con “ilusión y presencia en las calles”. La presidenta apeló a su ya famoso ‘pico y pala’ para “hacer una gran campaña”, porque en su opinión “son muchos los ciudadanos que tienen puestas sus esperanzas en el PP para solucionar los problemas que los errores y el sectarismo de Zapatero han provocado en España”.

Con Cobo vencido y Gómez 'tocado', Esperanza Aguirre retoma el 'pico y pala'