jueves. 28.03.2024

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Inversiones inmobiliarias chinas en Londres | Image: Knight Frank | Pinchar en la imagen para ampliar 

Una mujer brillante se suele rodear de personas con luz y un domingo por la mañana puede ser el momento más luminoso de la semana, mucho decir después de la gran semana del 8 de marzo de 2018. Allí nos dirigíamos, confiando en el buen arranque del ciclo de conferencias organizado por la Universidad Complutense de Madrid “Agenda 2030. Del discurso a la Política” con Saskia Sassen como primera protagonista.

Sassen distingue entre aquella banca tradicional local o nacional que vende dinero y las altas finanzas, capaces de vender algo que no tienen, capaces de crear instrumentos financieros y de hacernos sentir la aparente necesidad de sus funciones

Socióloga neerlandesa, creció entre Argentina e Italia, estudió en Francia y comenzó su carrera profesional en EEUU, donde hoy es profesora de sociología en la Universidad de Columbia, después de serlo también en la Universidad de Chicago y en la London School of Economics and Political Science; ha recibido numerosos premios, entre los doce honoris causa destaca el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2013. Saskia nos plantea, con voz dulce y cercana, la riqueza del lenguaje -creció, en varios sentidos con 5 idiomas- dice que no habla bien ninguno de ellos, aunque los entiende todos.

Nos recuerda la riqueza de las palabras, de los valores positivos y negativos de términos como “capacidades”, del carácter local de la globalización y nos detalla con ejemplos, lo curioso del parecido entre lo modesto y lo molesto. Nos habla de los espacios frontera donde los que no tienen poder, pueden hacer historia, nos habla de lo invisible, “la ley es una ventana que te muestra lo que no se está viendo” nos dice con un perfecto acento argentino.

Sin perder el tiempo, nos plantea “os acordáis de los responsables que, con complejos mecanismos financieros, nos llevaron a la gran crisis económica que hemos sufrido ¿en qué están ahora?” En seguida recuerdo los terribles titulares de hace dos años “La deuda estudiantil de EEUU ya es igual de grande que todo el PIB de España o México: 1,3 billones de dólares”. Sassen nos recuerda los 4,2 millones de estudiantes ahogados por los créditos que pueden verse todavía a los 60 años, con la obligación de seguir pagando sus estudios. Los impagos siguen aumentando, colocando los niveles de endeudamiento de las familias norteamericanas, cerca de los niveles de la crisis financiera de 2008.

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Saskia Sassen y Pilar Velasco, periodista de Cadena SER, proyección del mapa de las agencias gubernamentales y privadas de vigilancia en Estados Unidos

La matemática algorítmica es el poderoso instrumento con el que Saskia analiza datos que nos acercan a planteamientos y preguntas devastadoras. Distingue entre aquella banca tradicional local o nacional que vende dinero y las altas finanzas, capaces de vender algo que no tienen, capaces de crear instrumentos financieros y de hacernos sentir la aparente necesidad de sus funciones. No olvidemos el carácter extractivo del sector, repite en varias ocasiones.

Saskia analiza la capacidad de deuda de los hogares de diferentes ciudades -valorando los datos no publicados pero de acceso público del IMF International Monetary Fund- para conocer los nuevos propietarios de toda estas deudas y descubrimos por ejemplo, como la deuda de Hungría generada entre el 2000 y el 2005 pasó a ser propiedad alemana, austriaca y suiza; dando lugar a una nueva y creciente modalidad; ya no es aquella banca tradicional de cada país.



La inversión extranjera se está materializando en lo concreto, capitales extranjeros que compran y compran grandes edificios en los centros históricos de las ciudades

En los últimos cinco años, la inversión extranjera se está materializando en lo concreto, capitales extranjeros que compran y compran grandes edificios en los centros históricos de las ciudades, y esto, no para de crecer pero tendrá necesariamente un fin. En el caso de Londres el crecimiento entre 2013 y 2014 ascendió a un 37,7%.

El valor total de compra de edificios construidos en la zona central de las 100 primeras ciudades, según los datos que nos ofrece Saskia, asciende entre mediados de 2014 y 2015 a más de 1 trillón de dólares, frente a los 600 billones del año anterior. Estos, no son datos que se puedan repetir año tras año, los edificios del centro de las ciudades, son limitados y la agresividad y rapidez en la compra, pasan en muchos casos por ni siquiera conocer en detalle las propiedades in situ.

Un circuito financiero que se completa tal y como Saskia nos cuenta, con una de las marcas de nuestro tiempo y a la vez uno de los grandes desafíos para todos los gobiernos, el auge de la intermediación.

Salgo de la conferencia con gran inquietud, intentando acertar con el camino mientras entre todas las preguntas que me surgen, avanza una en concreto… los ciudadanos, además de los derechos, ¿estamos perdiendo los compromisos con nuestras ciudades, siguen siendo nuestras las ciudades? Saskia recalca que debe ser la ciudad y la convivencia, la que genere el espacio necesario para que el ciudadano tenga cada vez más capacidad de acción, y no al revés.

A sus 71 años nos alerta de lo curioso de sobreestimar la capacidad de transformación de las nuevas tecnologías “esta retrasando todo” comenta.

Queda mucho trabajo por hacer.



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Las ciudades ya no son nuestras