jueves. 18.04.2024
fuerzas armadas
El rey Felipe VI en eldesfile del 12 de Octubre de 2018. (Foto: Ministerio Defensa)

Durante los meses de julio y agosto de 2018 se producen tres hechos significativos en relación con las Fuerzas Armadas:

1º Una Declaración de un gran número de militares franquistas, retirados y en la reserva, en defensa del General Franco.

2º La publicación del excelente artículo de Floren Dimas (*), teniente del Ejército del Aire retirado, dirigido “a los seiscientos altos mandos de las Fuerzas Armadas que firman el manifiesto de adhesión a la memoria de Franco”, que comienza así: Permitidme que os tutee, a vosotros que siempre tratabais de tú a vuestros subordinados…

3º La publicación del Manifiesto en contra del franquismo en las Fuerzas Armadas, firmado, gota a gota, por un grupo de militares, viudas de estos, y guardias civiles.

Uno de los firmantes, el cabo del Ejército de Tierra, Marco Antonio Santos Soto hizo una reflexión personal asegurando que “los militares profesionales de tropa, los que estamos bregando día a día, con sudor, lágrimas, frío, lo hacemos por nuestro país. No cabe duda de que los que apoyan el escrito a favor del dictador genocida son los que han hecho de las FAS su jardín particular desde el ‘36. No estoy dispuesto a que ese manifiesto quede impune pues ataca directamente a esa Constitución con la que tanto se llenan la boca. Las FAS, para servir a esa Constitución deben ser totalmente democráticas y como miembro activo repudio cualquier homenaje al asesino. Salud y República".

manifiesto franquista

El Manifiesto en contra del franquismo contiene una declaración de rechazo total, sin ambigüedad alguna a la Declaración de militares franquistas en defensa del general Francisco Franco.

En el mismo se señala que Franco “no merece respeto ni desagravio alguno, sino nuestra repulsa más absoluta por haber encabezado un golpe de Estado sangriento y genocida contra la legal y legítima II República Española, la feroz guerra civil posterior, y una dictadura opresiva e inclemente durante casi cuarenta años”.

Añade que “los militares españoles somos funcionarios servidores del Estado, tenemos nuestra conciencia individual libre como cualquier ciudadano, pero no tenemos derecho alguno a presionar como colectivo al Estado democrático”.

Y concluye afirmando que “no somos portadores de una Moral superior, ni sostenemos ninguna sagrada herencia histórica. Nos debemos simplemente a la soberanía nacional que reside en el pueblo español”.

Posteriormente, el cabo Santos mantuvo una entrevista con eldiario.es (*), que suscribo plenamente. Todo lo que dice puede ser suscrito por cualquier militar en activo. Simplemente se muestra defensor de la Constitución, como es su deber, y se queja de los que, dentro de las Fuerzas Armadas, muchos de ellos mandos, no la respetan y coaccionan a sus subordinados a no hacerlo.

Yo, con más de 48 años de servicio a mis espaldas, suscribo sus palabras ya que he sufrido esa presión ideológica ilegítima durante toda mi vida militar.

¿Qué está haciendo el Ministerio de Defensa?

La mejor receta contra los militares franquistas es enfrentarse a ellos, claramente, rotundamente, con la ley en la mano

Ante esto, ¿qué está haciendo el Ministerio de Defensa? Lo que hace es tratar la Declaración de los militares franquistas y el Manifiesto de los militares antifranquistas como si fuesen actos reprobables semejantes. Y el cabo Santos, que ha dado la cara en favor de la Constitución y de unas Fuerzas Armadas democráticas, puede ser el primero que pague por ello.

¿En virtud de qué puede ser castigado el cabo Santos? ¿Su valentía, su ciudadanía, su defensa de la Constitución, su atrevimiento como miembro de la Escala de Tropa y Marinería al juzgar a ex altos mandos de la Escala de Oficiales, desleales con lo que han jurado defender desde 1978?

La respuesta del Gobierno a la pregunta de la parlamentaria de IU Eva García Sempere sobre lo que haría el Gobierno para eliminar al franquismo de las Fuerzas Armadas, es claramente escapista. Sigue con la vieja retórica de que las FAS respetan la Constitución y son ejemplares, lo cual es desmentido por la realidad un día sí y otro también.

Eso significa que las Fuerzas Armadas, ejemplares, tienen las manos libres para aplicar el Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas a su antojo.

¿Con qué criterio? ¿Franquista? ¿Constitucional? A la vista de lo vivido, y de lo sufrido, lo tengo bastante claro.

¿Sigue la sociedad española amedrentada por los militares? La mejor receta contra el miedo es echarle coraje. La mejor receta contra los militares franquistas es enfrentarse a ellos, claramente, rotundamente, con la ley en la mano.

defensa ministra

La ministra de Defensa Margarita Robles

Las Escalas de los Ejércitos

Hace no mucho tiempo las, hoy en día escalas en los ejércitos (Oficiales, Suboficiales, Tropa y Marinería), eran denominadas 'clases'. Se les cambió el nombre para evitar las connotaciones de diferencia social que podría tener aquella denominación. Pues bien, el nombre nuevo es un puro eufemismo. Siguen existiendo “clases” diferentes, con derechos y deberes cualitativa y cuantitativamente distintos.

Las leyes militares, y la disciplina están organizadas en función de esa diferencia.

Los que imparten la disciplina punitiva son oficiales. No tratan igual a las tres clases. Disculpan a los oficiales y muchos de ellos menosprecian a los suboficiales y a la Tropa y Marinería.

La disciplina tiene muy en cuenta el cumplimiento de las órdenes de los superiores, aunque no sean legales o convenientes para el servicio. ¿Se acuerdan ustedes de la obediencia debida?

Los derechos de los ciudadanos militares

Los derechos fundamentales de los ciudadanos, el derecho a la libertad de expresión es uno de ellos, están garantizados en la Constitución para todos, incluidos los militares.

Los derechos fundamentales solo se pueden limitar por motivos muy importantes, limitados, concretos y definidos en las leyes.

La ligereza con que se trata este asunto en los procedimientos disciplinarios y en la propia Ley Orgánica sobrecoge.

¿Alguien sabe de verdad de qué se culpa concretamente al Cabo Marco Antonio Santos Soto?

La disciplina franquista

En el Ejército franquista se nos enseñaba lo siguiente: “Puedes dar parte de un superior pero, independientemente de que tengas o no razón, la primera medida será tu arresto”.

En unas Fuerzas Armadas, cuyo número de militares franquistas es muy alto, como demuestran ellos mismos, al definirse así tan pronto como pasan al retiro, este concepto de la aplicación del castigo hacia abajo, tenga quien tenga la razón, se mantiene, tanto en los reglamentos como en el funcionamiento diario.

Desgraciadamente el cabo Santos puede ser castigado con esta vara de medir.

Valores positivos y ejemplares del cabo Santos

No encuentro mejor manera de explicar los valores del cabo Marco que transcribir sus propias palabras. Son palabras en su gallego natal, “escrito moi ben, ao xeito de Redondela, sua terra nai”.

Después las traduciré al castellano, perdiendo así parte de su belleza, para que las entiendan todos los españoles, sea cual sea su lengua.

Firmé, por supuesto que firmé. Firmé en nombre de los que tienen miedo, firmé en nombre de los que creemos que no se puede alabar a un genocida

“Asinei, por suposto que asinei, asinei en nome dos que teñen medo, asinei no nome dos que cremos que non se pode louvar a un xenocida, asinei na memoria dos que non teñen memoria porque lla roubaron asasinándoos vilmente nas cunetas, nos muros e valados dos cemiterios. Asinei en nome dos que están soterrados na fosa común dos Eidos, veciños nosos asasinados pola bestia fascista. Asinei polas nenas e nenos roubados, crime de lesa humanidade que non deberá prescribir xamais, polos que non teñen lápida, nin cremación nin sitio para ser honrados polos seus seres queridos, asinei pola miña aboa Mariña, a miña nai e tias que lles lavaban as roupas aos presos de San Simón, asinei polos nosos fillos…asinei porque, SON DE REDONDELA, e como tal a min non me cala a voz NINGUÉN".

“Firmé, por supuesto que firmé, firmé en nombre de los que tienen miedo, firmé en nombre de los que creemos que no se puede alabar a un genocida, firme en memoria de los que no tienen memoria porque se la robaron asesinándolos vilmente en las cunetas, en los muros y vallados de los cementerios. Firmé en nombre de los que están enterrados en la fosa común “dos Eidos”, vecinos nuestros asesinados por la bestia fascista. Firmé por las niñas y niños robados, crimen de lesa humanidad, que no deberá prescribir jamás, por los que no tienen lápida, ni cremación ni sitio para ser honrados por sus seres queridos, firmé por mi abuela Mariña, mi madre y tías que les lavaban la ropa a los presos de San Simón, firmé por nuestros hijos… firmé porque “SON DE REDONDELA, e como tal a min non me cala a voz NINGUÉN”.


Arturo Maira Rodríguez | Capitán de Navío de la Armada en situación de retiro | Portavoz del Manifiesto en contra del franquismo en las Fuerzas Armadas

(*) Artículo de Floren Dimas
(*) Entrevista del Cabo Santos en eldiario.es

El honor del cabo Santos, firmante del manifiesto antifranquista