viernes. 29.03.2024
Javier Fernández Lasquetty en una imagen de archivo.

Javier Fernández Lasquetty es el nuevo jefe de Gabinete de Pablo Casado. El presidente PP ha decidido rescatar al político cuya carrera se fraguó primero con José María Aznar y después con Esperanza Aguirre hasta terminar en el Ejecutivo del malogrado Ignacio González.

Lasquetty fue protagonista de las páginas de Nuevatribuna durante años, como el principal hacedor o ‘cerebro’ de la privatización sanitaria en Madrid y su enfrentamiento constante con el colectivo en defensa de la sanidad pública conocido como la ‘marea blanca’.

Un alumno aventajado de Aznar que le llevó al gabinete de la presidencia del Gobierno en el año 2000, diputado nacional y secretario general de FAES hasta 2007.

A partir de ese año salta a la política regional con Aguirre que le nombra consejero de Inmigración del Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta 2010, momento en el que cambia de ‘cartera’ para ocuparse de la sanidad madrileña, lo que acabó costándole el cargo cuando en 2014 se vio obligado a dimitir después de que los tribunales suspendieran cautelarmente el proceso privatizador sanitario.

Durante sus años de consejero de Sanidad las movilizaciones no dejaron de sucederse acompañadas de sentencias judiciales tras denuncias de la oposición, sindicatos y colectivos en defensa de la sanidad pública. Pero él aguantó impertérrito a los embates.

Acusó a la ‘marea blanca’ de querer “desestabilizar” al Gobierno y llegó incluso a plantear la modificación de la Ley Antitabaco para permitir fumar en los casinos del frustrado proyecto Eurovegas.

La gestión de Lasquetty provocó muchas críticas de algunos articulistas de Nuevatribuna como Carlos Barra con su columna: 'Impresentable Sr. Fernández Lasquetty', Jesús Parra con su ‘Carta abierta’, o Emilio Jurado Lasquetty ¡A la ducha!, entre otros.

Un informe de UGT de Madrid constató en 2011 que la política sanitaria de Aguirre era más cara y de peor calidad asistencial. Buena parte del trabajo se lo dejaron hecho anteriores consejeros como Lamela y Güemes.

El balance, años después, demuestra que la movilización ciudadana sirvió para frenar buena parte del plan privatizador del gobierno Aguirre. Sin embargo, el proceso continúa en manos del PP de Madrid.

Vuelve Lasquetty