jueves. 28.03.2024

2 foto huelga 14d“Hoy, en España, han parado hasta los relojes”. La frase la pronunció el dirigente de CCOO Chema de la Parra y podría servir de pie de foto a la imagen icónica del Paseo de la Castellana absolutamente vacio, sin gente, sin coches, ‘como si hubiera caído una bomba’, que diría alguno. El entonces ministro de Trabajo, Manuel Chaves, desveló en una entrevista en 2013 que la noche de autos decidió quedarse a dormir en el ministerio. Vivía en Aravaca y temió sufrir al día siguiente problemas de desplazamiento. “Me acuerdo que, cuando me levanté por la mañana y abrí la ventana, aquello estaba desierto, desierto. No había nada, no había ni un coche (…) la huelga fue un éxito, sobre todo en Madrid”.

Ambas anécdotas se recogen en el libro ‘Huelga General 14D. 30 años después 1988-2018’, editado por UGT y la Fundación Francisco Largo Caballero y que incluye un interesante fondo documental de imágenes. CCOO también presenta el libro editado por la Fundación 1º de Mayo ‘14D Historia y Memoria de la huelga general". Ambos sindicatos están celebrando esta semana actos de homenaje en los que participan los actuales líderes sindicales: Unai Sordo y Pepe Álvarez.

(Imagen: Farmacia en la Calle Gran Vía de Madrid. Mariano Maroto. Archivo de Historia del Trabajo. Fundación 1º de Mayo)

Testimonios, imágenes de una jornada histórica. Histórica por varios motivos. No tiene precedentes por su dimensión y su trascendencia social, sindical y política. Durante 24 horas, se paralizó el país al ser secundada por más del 90% de la población activa que exigió al Gobierno de Felipe González un cambio de rumbo en sus políticas socio-económicas. Y marcó un punto de inflexión en la unidad de acción sindical de los dos principales sindicatos de clase, CCOO y UGT, que la convocaron de forma unitaria y autónoma.

EL INICIO DE UNA LARGA AMISTAD

Antonio Gutiérrez: "Hace 30 años, CCOO y UGT lograron la mayor movilización sindical porque también la hicieron ciudadana”

Autonomía y unidad de acción sindical fueron los ingredientes fundamentales del éxito. Durante décadas los sindicatos llevaban arrastrando la rémora de lo que ellos denunciaban como “instrumentalización política” de las huelgas anteriores, de ahí la consideración que quisieron darle al 14D y que quedó plasmada hasta en el nombre elegido para la jornada de huelga: ‘Paro General’. En ese sentido se afanaron los por entonces secretarios generales de CCOO y UGT, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo, respectivamente, junto a otros dirigentes sindicales.

“El 14D inauguró la norma que conjuga la unidad y la autonomía sindicales como condiciones necesarias e indisociables para el éxito de los trabajadores en la lucha por sus derechos e intereses (…) Hace 30 años, CCOO y UGT lograron la mayor movilización sindical porque también la hicieron ciudadana”, afirma Antonio Gutiérrez en conversación con este periódico.

A Nicolás Redondo le “reconforta” haber conseguido la unidad de acción sindical, que se mantiene hasta hoy, no solo con respecto a CCOO sino también de otros sindicatos minoritarios. En su libro, UGT recuerda que “los sindicatos se hicieron mayores; rearmaron sus cuadros en la defensa de sus siglas; reafirmaron su autonomía y consiguieron con su actuación fortalecer, más si cabe, el carácter constitucional de los sindicatos en defensa de los trabajadores”.

“La brecha social entre Gobierno y sindicatos era cada vez mayor. (…) El conjunto del movimiento sindical estaba en profundo desacuerdo con las medidas de ajuste y austeridad que fueron adoptadas. (…) La política económica y social era lesiva para los trabajadores y para los sectores más desfavorecidos”, señala Nicolás Redondo.

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(Foto: Tribuna de oradores en la manifestación de Madrid. Fundación F. Largo Caballero)

Tras el duro ajuste industrial y de salarios de principios de los ’80, se agudizó el descontento social y el desencuentro en las mesas de diálogo con el Gobierno. Desempleo, precariedad, bajos salarios, pensiones… Pero el detonante, “la gota que colmó el vaso", fue el Plan de Empleo Juvenil que para sus defensores se tradujo en “más vale un precario que un parado”.

Los sindicatos tomaron músculo y se lanzaron a convocar un paro a sabiendas de que se iban a encontrar con una feroz oposición, lo que Antonio Gutiérrez califica como los “poderes que se concitaron contra la huelga”, desde la patronal CEOE-CEPYME que la tildó de “política, desestabilizadora y antisocial" hasta juristas como Manuel Jiménez de Parga que la tachó de “inconstitucional”, pasando por las gruesas frases pronunciadas por dirigentes del PSOE y del Gobierno.

Nicolás Redondo afirma que "el problema no era ni entre el Gobierno y UGT ni entre Felipe y yo"

Ni fue una huelga política ni fue una huelga revolucionaria ni fue una huelga contra Felipe González, defienden ambos sindicatos. “El 14D no había comportado el desgaste del Gobierno para ‘hacerle el juego a la derecha’, expresión repetida hasta la náusea por el grupo dirigente del PSOE”, afirma Antonio Gutiérrez. El objetivo no era otro que “cambiar la política económica y exigir una mejor redistribución de la riqueza”, señala Nicolás Redondo, quien además tuvo que lidiar, como principal dirigente del sindicato hermanado al PSOE con las críticas que se vertieron contra él. “El problema no era ni entre el Gobierno y UGT ni entre Felipe y yo. (…) El enfrentamiento respondió a las diferencias profundas en política económica y social y no a las diferencias entre Felipe González y Nicolás Redondo”, afirma taxativo.

OCHO MILLONES DE TRABAJADORES EN HUELGA

El ‘Paro General’ convocado bajo el lema ‘Juntos Podemos’, al que acompañaron otras pancartas icónicas con frases como ‘Nosotros hemos cumplido, ellos no’ o la de los jóvenes con ‘Nosotros tenemos otro plan’ en las manifestaciones posteriores (en distintas ciudades de España) dejaron imágenes para el recuerdo, la mayoría pertenecientes al archivo de la agencia EFE y de las Fundaciones Francisco Largo Caballero y 1º de Mayo. Calles vacías, comercios cerrados, fábricas desiertas, la TVE en negro, diarios de tirada nacional como El País en huelga; más de ocho millones de huelguistas; más de medio millón en la manifestación de Madrid del día 16 de diciembre. Nadie se atrevió a hablar de “guerra de cifras”, el éxito de la huelga era más que evidente.

Si bien es verdad que la frase de Felipe González del día después afirmando “he tomado nota” no se tradujo en cambios hasta pasados unos cuantos meses tras la apertura de una nueva fase de negociaciones con el Gobierno, los acuerdos empezaron a ver la luz al año siguiente.

“Se consiguieron casi todas las reivindicaciones del 14D”, asegura Antonio Gutiérrez, que sin embargo no quiere caer en la “nostalgia” del pasado. Si por algo sirve el recuerdo, trascurridos ya 30 años, es para “atesorar la memoria del movimiento sindical y alentar su lucha por un mundo mejor, con más libertad y justicia”. O como dice Nicolás Redondo “miramos hacia el pasado, pero hemos de mirar hacia el presente y al futuro. Nuestra historia nos enseña que en democracia nos debatimos permanentemente entre avanzar o retroceder, que es una tarea infinita en la que si no se progresa se retrocede y… en ello estamos”.


Información recabada en los testimonios de Antonio Gutiérrez (CCOO) y Nicolás Redondo (UGT); CCOO, UGT y las Fundaciones Primero de Mayor y Francisco Largo Caballero con cesión de imágenes.


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