sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES - 20.5.2010

A la pregunta de si ella tendrá que pagar el nuevo impuesto que prepara el Gobierno central sobre las rentas que superan el millón de euros, ha respondido: "Lo pagará Bono, me imagino, yo soy pobre de pedir".

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho esto con una sonrisa, al escuchar cómo el diputado socialista, José Cepeda, le planteaba al vicepresidente, Ignacio González, si él o la jefa del Ejecutivo autonómica tendrán que pagar este nuevo impuesto. "Se lo explicará el señor Bono", ha sido la respuesta de González.

Llama la atención el esfuerzo de Aguirre por hacerse 'la pobre' cuando lo cierto es que pertenece a una acaudalada familia y que emparentó con otra aún más rica por su matrimonio con Fernando Ramírez de Haro Valdés, conde de Murillo y Grande de España, que no figura ni de lejos en el elenco de nobles arruinados. Él es terrateniente y ganadero y junto a su mujer tiene numerosas propiedades inmobiliarias en Madrid. Entre sus tierras, las más famosas son aquellas de Guadalajara que se revalorizaron de forma espectacular por el paso del AVE Madrid-Lleida, tras ser recalificadas.

A principios de la actual década, la revista Interviú hizo una investigación que le llevó a cifrar el patrimonio de la pareja Aguirre-Ramírez de Haro en 6,2 millones de euros. Euro arriba, euro abajo, lo cierto es que resulta difícil imaginar a la 'lideresa' pasando apuros económicos. Claro que ya ocupó unos cuantos titulares cuando dijo en una biografía suya que le costaba llegar a final de mes y que no tener pagas extraordinarias le traía "mártir". Sólo por el cargo que desempeña, cobra algo más de 108.000 euros al años, es decir, unos 9.000 (un millón y medio de las antiguas pesetas) al mes.

Esperanza Aguirre no sólo hace gala de un cinismo desmedido, sino que insulta a los ciudadanos que sí padecen esos problemas de los que a ella le gusta presumir en su estilo descarado y populista.

"Yo soy pobre de pedir"