viernes. 29.03.2024
ENTREVISTA A DIEGO LóPEZ GARRIDO, EXSECRETARIO DE ESTADO PARA LA UE Y PORTAVOZ DE DEFENSA DEL PSOE

“La Unión Europea debe prohibir las operaciones con los paraísos fiscales”

El Partido Socialista Europeo llevará a las elecciones de 2014 un programa común y un candidato único a la presidencia de la Comisión. Así lo asegura Diego López Garrido que resalta la importancia que tendrán esos comicios. El diputado socialista también apuesta por un pacto entre Gobierno y PSOE para salir de la crisis y estima necesario, entre otras cosas, hacer una auditoría del rescate bancario a España.  

Rajoy se tiene que mover en una dirección (la del pacto) en la que le espera el PSOE

Isabel G. Caballero | Nuevatribuna.es | Se está hablando mucho de la necesidad de un pacto de Estado. ¿Lo ve factible o se quedará en una mera declaración de intenciones?

Diego López Garrido | Lo veo factible porque no tendría unas bases descabelladas. Hay incluso elementos donde existe alguna cercanía y el Gobierno inevitablemente se tiene que mover en una dirección en la que le espera el PSOE que es la introducción de medidas de estímulo en la economía y de financiación para evitar un crecimiento exagerado del endeudamiento. Hay que ir a la reforma fiscal pero estructurada, en el sentido de que hay que subir impuestos a los que más tienen y bajárselos a los que menos tienen. Hay que mirar a las rentas más altas, las rentas del capital, las rentas de sociedades que pagan muy por debajo del tipo legal, porque hay unas deducciones que son un auténtico coladero, sobre todo para las grandes empresas.

Entonces, ¿cree que en ese marco puede haber un acercamiento?

DLG | Claro, aunque es complicado, porque el PP tiene auténtica aversión a la subida de los impuestos en las rentas más altas, a hacer una reforma fiscal sobre las grandes fortunas. Veo que hay más acercamiento en cuanto a la política estrictamente económica europea ya que al PP, al Gobierno, le interesa objetivamente que Europa modifique su posición no solo con austeridad, sino con otras medidas de estímulo, con una intervención mayor del Banco Central Europeo (BCE) para ayudar a que baje definitivamente el interés que pagamos para financiarnos. Hay que mover la demanda. Se necesitan medidas de estímulo en la economía y de inyectar capacidad de compra y no como ha sucedido con la reforma laboral que es una medida disparatada y suicida que nadie había pedido al Gobierno y que ha provocado el aumento de cerca de 900.000 parados más el año pasado y en lo que llevamos de año de 330.000 más.

Y la constatación del propio Gobierno de que van a  acabar la legislatura con más paro del que se encontraron.

DLG | Hay errores en cadena. Uno es la reforma laboral y otro es no defender en Europa, con las alianzas que sean necesarias, una variación en una política que no te lleva a la disminución del déficit sino al aumento del mismo y de la deuda. Esa es una línea en donde podemos acercarnos, de ahí la propuesta que ha hecho Rubalcaba para aprovechar estos 60.000 millones de euros que no se han gastado del crédito para España y evitar tener que ir a una nueva recapitalización bancaria, hacer una acción preventiva y utilizar ese dinero para aumentar el crédito a las pymes. Estas son las que realmente pueden movilizar la economía y el empleo y crear condiciones de mayor aumento de la demanda que necesitamos urgentemente y del consumo. Ahí podemos encontrar puntos y sobre todo hay que abrirse al debate, pero el problema es que el Gobierno simplemente no debate, no se abre ni siquiera a la discusión.

Tardó muy poco tiempo Rajoy en rechazar la propuesta de Rubalcaba.

DLG | Sí, sí, aunque de forma objetiva hay condiciones para el acercamiento, las hay. Es más difícil que nos acepte posiciones en cuanto a la reforma fiscal, pero en la política europea hay condiciones objetivas para el acercamiento.

Además, la propuesta del PSOE se entiende como un planteamiento de acción de choque, con una reforma fiscal no se vería el beneficio inmediatamente.

DLG | Lo que ha hecho hasta ahora el Gobierno desde el punto de vista fiscal es una propuesta muy desequilibrada. Ha subido el IVA, que es lo que de forma inmediata entra en vigor, pero el IVA es el impuesto más injusto que hay. Sin embargo, no ha entrado en los impuestos directos, el de Sociedades, el IRPF para las mayores rentas, rentas del capital, todo este tipo de cosas. Ha ido a los impuestos indirectos.

Europa debe dar un giro ya, no podemos esperar a las elecciones alemanas de septiembre

Precisamente esa ha sido la razón que ha esgrimido el presidente del Gobierno para rechazar el plan del PSOE, que nos abocaría a una serie de condiciones como país rescatado.

DLG | Bueno, eso es un asunto a discutir. Las condiciones que nos ha puesto Bruselas se han cumplido con creces y no tendría que haber un incremento de mayor condicionalidad. ¿En qué? Sobre todo en una coyuntura en donde la visión de la jugada en Bruselas empieza a variar y no podemos esperar a las elecciones alemanas de septiembre. Hay una ocasión para ello, el Consejo Europeo de junio, donde se tendría que ir con una posición muy fuerte hacia medidas de estímulo de la economía, tanto desde el punto de vista fiscal, en el sentido de medidas presupuestarias, como en la acción del BCE, que tiene que facilitar más créditos a pequeñas y medianas empresas. Mientras que a la banca se le está dando dinero al 1% ilimitadamente, no transmite ese crédito con ese tipo de interés bajo. Draghi reconoce que no hay transmisión de la política monetaria y quiere facilitar el crédito bajándolo -la última ha bajado incluso a un 0,50%, el interés más bajo de toda la historia desde que está el euro-, pero no se transmite al mercado, porque hay un muro, una banca que recibe ese dinero y que, o bien no da crédito, o el que concede es a unas cantidades que, sobre todo para el caso de las empresas españoles, resulta ser muy discriminatorio respecto al que reciben empresas de otros países. Ese es el asunto y ese cambio en la política económica tiene que visualizarse ya claramente en junio. Comprendo que va a haber una resistencia importante de Merkel, seguro que la hay, pero el Consejo Europeo es un consejo de países, no existe solamente Alemania. Las cosas que se le escuchan a veces al Gobierno quejándose de algunas cosas no lo vemos cuando Rajoy va a Bruselas.

¿Le ha parecido tibio el papel del Gobierno de Rajoy en Europa?

DLG | Absolutamente tibio. Y sobre todo tibio en la búsqueda de alianzas, con Italia y con Francia y con muchos otros países periféricos de la UE que tienen que expresar su voz. Estos tres años, desde el 9 de mayo de 2010, en ese giro de la política económica, en un Consejo Europeo absolutamente aterrorizado por lo que estaba pasando en Grecia, se produce una pasada de frenada: ‘aquí rigor, rigor, rigor, menos presupuesto, menos gasto’, y eso te lleva a una depresión de la economía y consigues lo contrario de lo que pretendes.

La Reserva Federal que se gasta cada mes 85.000 millones de dólares en compra de deuda

¿Cree que en estos momentos hay una correlación de fuerzas en Europa capaz de cambiar el rumbo? ¿Cree que puede haber alianzas capaces de plantarse en ese Consejo Europeo a las políticas impuestas por Alemania, a la troika?

DLG | Pienso que sí. Eso está variando. El debate europeo y mundial ahora mismo es el tema de la política de austeridad y hemos visto además cómo dos grandes países como EEUU y Japón no van en esa línea. La política de Obama ha sido claramente diferente. Ahí está la Reserva Federal que se gasta cada mes 85.000 millones de dólares en compra de deuda, que es dinero que se inyecta en vena. Bernanke dice ‘hasta que no baje el paro por debajo del 6,5% yo voy a seguir inyectando dinero’. Esa es su política que está resultando y está creando empleo en EEUU. En Japón se han hartado ya en los últimos años de una posición de encefalograma plano de la economía japonesa y el banco central de Japón ha decidido hacer lo mismo que EEUU. Eso es lo que ha producido, por cierto (para que se vea la eficacia inmediata que tiene en el mundo globalizado este tipo de medidas), una bajada de los tipos de interés en España y en Italia. Esto que dijo el otro día Rajoy ‘gracias a la política del Gobierno…’, no es por la política del Gobierno. Esto ha pasado porque Japón ha metido dinero en la economía y porque EEUU mantiene esa posición. Ha sido un vuelco espectacular.

Es incomprensible que constatando toda esta serie de cosas que usted está planteando sigue pareciendo que estemos en un impasse, que no se hace nada.

DLG | En Europa se está evolucionando, lo que pasa es que hay elecciones en Alemania y Merkel está aguantando porque quiere pasar ese trámite, tiene mucho apoyo y sabe que en parte es por eso: le va bien a Alemania, no tiene que pagar lo que pagamos otros países en sus tipos de interés e intenta aguantar, pero los demás no pueden aguantar.

Bueno, a Alemania le va bien pero hay ocho millones de personas allí que cobran entre 400-600 euros al mes. Pleno empleo, sí, pero a qué coste.

DLG | La percepción de la opinión pública alemana es que eso está bien y apoyan a Merkel. La UE está cambiando, la prueba es que a España y a Francia le han dado más tiempo para llegar al 3% de déficit, cosa que era impensable.

Ese es uno de los planteamientos que se hizo desde la Fundación Alternativas en el informe sobre “El estado de la Unión Europea” (2012) que usted ha coordinado.

DLG | Se está cumpliendo. Cantidad de recomendaciones que hemos hecho se están llevando a la práctica. Por ejemplo, el tema de los paraísos fiscales que se va a tratar en el Consejo Europeo del 22 de mayo (previo al de junio) junto con la energía. Habrá conclusiones y es una preparación para que vaya una posición común europea al G-20 sobre un tema crucial que es la evasión fiscal.

A su juicio, ¿Qué debe plantearse en ese Consejo?

DLG | Queremos que el Gobierno sea mucho más enérgico pidiendo el desarrollo más potente de las directivas que hay. Que por una parte haya mayor armonización fiscal en Europa para que no se produzca un ‘dumping’ fiscal. Que se prohíban directamente las operaciones con los paraísos fiscales. También que la definición de lo que es un paraíso fiscal sea mucho más amplia que lo que es ahora mismo. Un paraíso fiscal es aquel que tiene unos tipos fiscales muy bajos -eso ya es un indicio fundamental-, para atraer de forma subrepticia dinero; y segundo, que haya opacidad, que haya secreto, eso es clave, eso define un paraíso fiscal y esto es inaceptable tanto en la UE como fuera. Tiene que haber una posición enérgica y dura.

¿Pero puede ir sola Europa en esto?

DLG | La UE tiene que actuar. EEUU está teniendo una posición muy beligerante con los paraísos fiscales. En EEUU, no es que haya una fiscalidad muy alta, es siempre más baja que en el UE, pero la fiscalidad que hay la exigen a toca teja. Todo el mundo recuerda que a Al Capone no se le pudo meter en la cárcel por las fechorías como ‘gangster’ sino por la evasión fiscal. EEUU está muy duro en ese tema y Europa no tanto. La experiencia demuestra que los acuerdos bilaterales no sirven, lo que sirve y funciona es cuando la UE actúa en conjunto, es la potencia comercial número uno del mundo y si se pone de acuerdo, claro que tiene fuerza.

Hace unos días conocíamos el dato de que el 95% de las empresas del Ibex operaba en 2012 en paraísos fiscales.

DLG | No está prohibido y la UE tiene que prohibirlo. Ese es el asunto. Y hay que dar un paso en esa dirección muy nítido, y ahí ya se nota que los gobiernos europeos están cada vez más sensibilizados, incluido el Reino Unido que tiene paraísos fiscales en algunas de sus islas famosas. La OCDE, que es una organización que tiene una cultura liberal, está haciendo una campaña importantísima para que las multinacionales paguen impuestos. El caso por ejemplo de Apple -que es de laboratorio-, que tiene empresas en Irlanda, en España…, y las ventas se declaran como que las hace Irlanda porque es el que menos impuestos paga y las ventas que se han hecho en otros sitios se trasladan subrepticiamente y se ocultan como si las hubiera hecho Irlanda y Appel paga una cantidad irrisoria. Si las multinacionales pagaran lo que deben, significaría un alivio enorme para los países en un momento en que la gente lo está pasando fatal y se produce esa injusticia flagrante.

El Consejo Europeo ha de tener un punto central: crecimiento y creación de empleo

Otro de los asuntos sangrantes es el empleo y parece necesario que haya una coordinación en ese sentido.

DLG | De hecho, tanto el tema de la energía como de los paraísos fiscales, que se tratarán en el Consejo del 22 de mayo, se conectarán con programas de creación de empleo en Europa. Tiene que orientarse a eso. Vamos a ver qué conclusiones salen, pero evidentemente el Consejo Europeo ha de tener un punto central: crecimiento y creación de empleo. La creación de empleo significa inyectar en la economía una capacidad de demanda, eso es lo que produce el empleo. Y esa es la política que la UE no ha llevado sino que lo que ha hecho es recortar en gastos lo que ha llevado a la expulsión de trabajadores –que en España ha sido espectacular-, y a la depresión de la economía. Es un círculo vicioso en el que si no hay mayor demanda no hay crecimiento y por tanto hay menos ingresos fiscales del Estado y más déficit y más deuda.

¿Cree que podemos hablar de una generación perdida?

DLG | De alguna manera sí. Especialmente en algunos países como es el caso de España, al menos una generación que ha perdido una década. Una de las características de esta crisis en Europa es la fragmentación, la divergencia y la no solidaridad. Eso ha fracturado la Unión que es una de las cosas más peligrosas que estamos viviendo del proyecto europeo que era un proyecto de convergencia, de solidaridad. Eso se fractura con la crisis, en la que a unos les va bien y a otros les va muy mal y no hay una conexión solidaria suficiente. Es verdad que hay una conexión en la medida en que determinados países como Portugal, Grecia, Irlanda, España, reciben dinero de la UE -de todos, no solo de Alemania-, para poder superar una crisis que les llevaba a la insolvencia, a la suspensión de pagos y a la quiebra, pero con una consecuencia, que es que las condiciones de esos rescates han contaminado toda la política europea porque a través de esos Memorandos de Entendimiento se filtraba una política económica discriminatoria e ineficaz. Por esas hendiduras de esos programas de rescate se metía esa política económica y a través de las proclamas de estabilidad que se les exigía a los países europeos se entremezclaban unas recomendaciones que provenían de Bruselas en un sentido muy alemanizado.

Está en cuestión, el modelo social europeo

También estamos hablando de ideología. Así lo plantea usted en un artículo ‘Con Thatcher empezó la revolución’.

DLG | Empezó por ahí. El origen de esta crisis claramente es la involución que produce Thatcher de desregulación financiera total y un descenso en picado de los impuestos a la gente que más tiene. Nace ahí y hay un problema que está en cuestión, el modelo social europeo. Tenemos que hacer una política muy distinta que aquello que nos ha llevado a lo que nos ha llevado.

¿Es el triunfo del capitalismo en su máxima expresión?

DLG | La dimensión financiera del capitalismo. Un capitalismo totalmente desregulado y muy poderoso. En este mundo globalizado, los Estados no son capaces de reaccionar y por eso el proyecto europeo es tan fundamental. Europa debe ser un agente político con poder para decidir, parando los excesos de los sistemas financieros a los que se les ha ayudado extraordinariamente. Porque la reacción que se produce ante la crisis es para ayudar al sistema financiero. El dinero que se mete a chorros en la economía es con cargo al contribuyente, para que esos bancos se recuperen, se le ha dado al sistema financiero no a la economía real.

Hay que hacer una auditoría del rescate bancario

Y ese dinero no se ve por ningún lado.

DLG | No se sabe. Se supone que se tiene que devolver pero a ver ahora cómo se devuelve. Prácticamente se ha ocultado y no se sabe bien exactamente qué es lo que ha pasado. Tendríamos que hacer una auditoría sobre aquello que pasó, ese dinero que se metió, y cómo debería volver. Lo que se ha metido en Bankia. Se supone que Bankia tendrá que devolverlo algún día, pero ¿y si no lo devuelve?, ¿quién es el que responde? El Estado, o sea, nosotros, todos los españoles. Eso es lo que tiene que variar. Ese concepto de capitalismo que nos lleva a donde nos lleva. Esa acción del BCE en donde se favorece al sistema financiero. Eso, unido a una política de puro rigor, esa contradicción, esa imagen que es: ‘yo le doy a la banca lo que le dé la gana al 1% y a las empresas de la economía real le voy a dar dinero al 7%’. ¿Cómo se entiende eso? Y al Estado español le cuesta el 3-4% el tipo de interés. ¿Cómo es posible? A la banca al 1%, al Estado al 4%. Eso no es posible. Eso ha sido el error profundo de esta política y que muchos Estados han tenido que aceptarlo por su dependencia de la deuda como el caso español. Ese es el cambio que tiene que dar  la UE y no podemos esperar a las elecciones alemanas, hay que hacerlo ya.

El año que viene se celebran elecciones europeas. ¿Cómo ve el escenario en cuanto a participación ciudadana?

DLG | Ha habido una transformación en la opinión pública. Creo que antes la gente no iba a votar a las elecciones europeas porque entendía que ahí no se decidía. Ahora sabe que en Europa se decide, la prueba es que mucha gente te dice ‘la culpa la tiene Europa’, lo que supone admitir que Europa es poderosa, que es clave. Los partidos políticos tendremos que lanzar el mensaje de que nos jugamos mucho. Por Europa pasa todo, el Parlamento Europeo es el más poderoso de Europa -equiparado con el Bundestag alemán-. Es el cambio de la política europea lo que es absolutamente fundamental.

Pero da la impresión de que el Parlamento Europeo tiene muy poca capacidad de decisión. Esa es la percepción de la mayoría.

DLG | Tiene toda la capacidad de decisión legislativa. Lo que ha pasado en estos años es que en lo no legislativo, por ejemplo, un rescate, ahí, el Parlamento Europeo no interviene, porque es algo que deciden los gobiernos y que en algunos casos hay que llevarlo a sus parlamentos para que lo aprueben porque sacan dinero y lo dan a otro Estado. Ahí no dice nada el Parlamento Europeo, pero cuando entras en medidas de supervisión tiene plena capacidad legislativa.

En las elecciones europeas habrá un programa del Partido Socialista Europeo y habrá un candidato único para presidente de Comisión por vez primera

¿Qué papel espera que juegue la socialdemocracia europea cara a esas elecciones? ¿Cree que se llevará un proyecto político común, un programa común?

DLG | Tenemos que conseguirlo pero tenemos que ser conscientes que las opiniones no son uniformes. No es lo mismo la sensibilidad ante la crisis que tiene un partido socialista del sur que uno del norte. Habrá un programa del Partido Socialista Europeo y habrá un candidato único para presidente de Comisión por vez primera y creo que la derecha europea hará lo mismo, tendrá su candidato. Con lo cual, los ciudadanos que votan en cualquiera de los 28 países -ya con Croacia a partir del 1 de julio-, si vota socialista sabrá que hay una persona  que será el presidente de la Comisión. Igual que quien sea el que decida el Partido Popular Europeo -que seguro que lo va a proponer-, si gana la derecha, será el presidente de la Comisión. Eso va a politizar más las elecciones, le dará más visibilidad.

¿Y en cuanto al programa electoral?

DLG | Creo que será un programa muy progresista, muy de izquierdas. El anticipo lo hemos tenido en las elecciones alemanas donde el programa del partido socialista alemán es muy de izquierdas, con propuestas de subida de impuestos a los que más tienen muy importantes. Lo que más destaca es la propuesta fiscal.

La Directiva de Defensa Nacional aprobada por el Gobierno es un documento de otro siglo

Una última cuestión. Como portavoz socialista de Defensa en el Congreso de los Diputados se ha mostrado muy crítico con la Directiva de Defensa Nacional (DDN) aprobada por el Gobierno. Usted sostiene que se ha retrocedido una década y que significa una involución nacionalista. En términos generales ¿cómo ve la política de Defensa del Gobierno?

DLG | Espero que el documento de la Estrategia de Seguridad que el Gobierno debería aprobar próximamente supere a ese documento desafortunado que es la Directiva de Defensa Nacional, de un rancio nacionalismo, en donde el elemento fundamental de seguridad es Ceuta y Melilla, ese es el problema; en donde se dice que estamos solos, que si nos atacan estamos solos, que tenemos por tanto que pensar en nuestra defensa en solitario como si nadie nos fuera a ayudar, sin tener en cuenta que, por ejemplo, estamos en la OTAN, y cualquier país atacado va a tener la solidaridad de la OTAN. Que estamos en la UE y hay un artículo en el Tratado de Lisboa que dice que ante un ataque armado, los países de la Unión tienen que ayudar al país atacado. Estamos en un mundo distinto, es una concepción muy estrecha la que tiene esa Directiva y muy involucionista.  Es un documento de otro siglo, que no vale para nada como referencia estratégica, un documento que nace absolutamente muerto.

“La Unión Europea debe prohibir las operaciones con los paraísos fiscales”