viernes. 29.03.2024

"España tiene potencial de despegue para hacer el cambio de modelo productivo"Esta semana arranca en Ginebra la 100ª Conferencia Internacional del Trabajo que se prolongará desde el 1 al 17 de junio cuya principal prioridad seguirá siendo el empleo en el contexto de crisis mundial. Recientemente nombrado director general de la OIT en España subraya en esta entrevista que Los países que tienen una economía más próspera y sólida no son los que tienen una menor protección de los derechos del trabajo.

Nuevatribuna.es | La OIT es la decana entre las más relevantes organizaciones del sistema internacional. Sin embargo, a diferencia de otras con mucha menor tradición, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), carece de instrumentos coercitivos para aplicar sus normas o punitivos para castigar a quien los infringe. En suma, no respetar sus decisiones es casi impune. ¿No cree que esta situación mina la legitimidad de la Organización?

Joaquín Nieto | La OIT tiene un altísimo nivel de representatividad y legitimidad en sus decisiones, dada su composición tripartita. Cuando elabora y adopta  un convenio, que regula relaciones laborales, lo hace con la participación de los gobiernos y de representantes de los trabajadores y de los empresarios. Así, la legitimidad es muy alta y eso hace también que la mayoría de esos convenios suelan ser ratificados por la mayoría de los países de una forma relativamente rápida. A diferencia de la Organización Mundial del Comercio que trata de reglas sobre relaciones comerciales entre países, en este caso estamos hablando de relaciones laborales en el interior de cada país, cuya legislación laboral debe ser elaborada conforme a la norma aprobada a nivel internacional y a los convenios ratificados. La OIT cuenta con una Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Resoluciones, compuesta por juristas reconocidos, que vigila el cumplimiento de esa normativa y que elabora anualmente sus informes teniendo en cuenta su grado de cumplimiento. Además cuenta con procedimientos de reclamaciones y quejas y un Comité de Libertad Sindical que entiende sobre las quejas especiales sobre violación de derechos sindicales. Ningún país quiere ser señalado por incumplir las normas OIT, a la que se había comprometido ratificándolas, o por no aplicar  los derechos fundamentales del trabajo, para los que no es necesaria ratificación para exigir su cumplimiento, porque eso podría traerle problemas internos y en sus relaciones exteriores.

Este mes de junio se celebrará la 100 Conferencia Internacional de la OIT ¿cuáles serán los principales temas que conformarán el contenido de las sesiones?

El empleo seguirá siendo la prioridad porque estamos en una situación mundial realmente dura. Hay 200 millones de personas desempleadas en el mundo y además hay 1.500 millones con un empleo vulnerable y 600 millones con una retribución que no llega a un dólar diario. Además en los próximos años será necesaria la creación de 300 millones de empleos más si se quiere ocupar a la población activa en ese momento. No se trata sólo del volumen de empleo sino también sobre su calidad, por ello este año se va prestar especial atención a las cuestiones de igualdad en el trabajo, un objetivo que sigue pendiente de cumplirse, y a un sector tan significativo como el del trabajo doméstico sobre el que está en el orden del día la adopción de un convenio complementado por una recomendación. El otro gran eje de la acción de la OIT es la protección social, que en esta conferencia se orientará a apoyar el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social para la justicia social y una globalización equitativa.

La OIT ha sido la organización internacional que mayor sensibilidad ha demostrado hacia las consecuencias sociales de la crisis financiera y económica. Recientemente ha publicado el informe “Tendencias Mundiales de Empleo 2011”. De sus datos se deduce que, incluso en aquellos países en los que ha comenzado a experimentarse crecimiento económico, el desempleo persiste. ¿Qué alternativas o sugerencias ofrece la OIT para combatir el desempleo global?

El Pacto Mundial por el Empleo. Se trata de que las políticas económicas tengan como fin primordial la generación de empleo y que sean juzgadas en función de si se genera o no empleo y qué calidad tiene ese empleo, no en función de otros objetivos. Es decir, una política económica que pretenda resolver otros asuntos pero no el desempleo no sería aceptable. La propuesta de Pacto Mundial por el Empleo  ha sido suscrita y legitimada  por los propios países, sus gobiernos y las  organizaciones sindicales y empresariales en la pasada Conferencia Internacional del Trabajo.

Pero, ¿no se está caminando en ese sentido?

No, no se está caminando en esa dirección, al menos no en todas partes.  Estamos viendo, por ejemplo en Europa, cómo la preocupación de los dirigentes políticos no va dirigida principalmente al empleo y no se generará empleo y seguirá creciendo el desempleo si las políticas económicas no van orientadas a crearlo. Esto está sucediendo en Europa, con alguna excepción, pero sin embargo en los países emergentes se sigue creando empleo, incluso en la situación de crisis mundial. La excepción europea más significativa es Alemania, habría que analizar por qué allí se sigue creando empleo y  reorientar las políticas en esa dirección. Algo tiene que ver con los modelos productivos. En unos modelos productivos los empleos son menos vulnerables, más estables, con mayor capacidad de recuperación, que en otros, como en España, donde el empleo creado en la época de expansión ha resultado ser muy  vulnerable. La caída espectacular del empleo está relacionada con las características del modelo productivo y del propio empleo, de baja cualificación y muy dependiente de sectores tan vulnerables como la edificación. De ahí, por ejemplo, que el informe de la OIT “Promover empleos de calidad en España”, recientemente presentado,  vaya orientado a favorecer el cambio hacia otro modelo productivo.

Me hablaba del Pacto Mundial del Empleo que ha sido aprobado por todos los gobiernos de la ONU y por los agentes sociales ¿Cuáles son sus ejes fundamentales?

La clave del pacto, insisto, es orientar la política económica para generar empleo, es decir invertir para crear empleo productivo, más sostenible y menos vulnerable a los ciclos económicos, promoviendo las inversiones en los sectores más intensivos en empleo incluidos los empleos verdes. Este empleo debe ser inclusivo, con igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, en condiciones de salud y seguridad; es decir trabajo con derechos y con una retribución suficiente para subsistir con dignidad. Es lo que llamamos trabajo decente. Con la ‘financiarización’ de la economía productiva se ha destruido economía productiva y las políticas financieras no deben ir a destruir la economía productiva sino a fortalecerla. Esa debería ser la clave. Es verdad que los beneficios no son tan rápidos o tan espectaculares como en la economía ‘financiarizada’, pero ya hemos visto cómo estos últimos son un espejismo y a la hora de la verdad provocan una crisis y una caída brutal de los ingresos, de la renta y del empleo.

¿Y en esa senda para la recuperación del empleo, la OIT tiene localizados nuevos yacimientos de empleo?

Por supuesto. La OIT plantea que se requieren acciones urgentes para impulsar la recuperación económica y la generación de empleo, a la vez que se sientan las bases para una economía global que sea más ecológica, equilibrada, justa y sostenible.  Por eso tiene una querencia especial por los empleos verdes. Buena parte del empleo que se ha creado en estos años en países como Brasil y otros está relacionado con los empleos verdes. La OIT tiene un programa sobre empleos verdes y ha elaborado un informe sobre las posibilidades de creación de estos empleos, conjuntamente con el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas y las confederaciones internacionales sindicales y empresariales. Es un informe complementario a la propuesta de Naciones Unida para promover un ‘Green New Deal', un nuevo acuerdo verde para salir de la crisis. En el mundo se han creado decenas de millones de empleos verdes, pero las posibilidades son de crear cientos de millones. ¿Dónde? Fundamentalmente en las energías renovables que han tirado además de otros sectores como el transporte y una edificación más sostenibles. Otra fuente importante es la agricultura ecológica que tiene unas grandes potencialidades de generación de empleo y de conservación del empleo existente. Por otro lado, es también muy importante establecer los enlaces entre el empleo que se genera y los desempleados que buscan trabajo.

Políticas activas de empleo…

Efectivamente, políticas activas que no se oponen al fortalecimiento de los servicios públicos de empleo que den amplia cobertura y prestaciones a los desempleados, sino todo lo contrario. Sin una combinación sinérgica con la actividad de los servicios públicos de empleo será muy difícil tener políticas activas exitosas. Los servicios públicos de empleo no tienen por qué ser sólo oficinas de registro o donde se canalizan las prestaciones, sino también enlaces con las necesidades formativas y con los empleos que se vayan creando y por lo tanto debe contar con orientadores sobre el empleo. Esto es algo sobre lo que se hace énfasis en el informe de la OIT sobre España.

Volviendo a los empleos verdes, ¿cómo ve el panorama en España? ¿Cree que se está llevando a cabo en los últimos años políticas enfocadas a crear empleos verdes?

Un informe reciente del Observatorio de la Sostenibilidad de España y de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente ha registrado el espectacular crecimiento de los empleos verdes en la última década, que se ha triplicado hasta superar el medio millón, más del 2,5% de la población ocupada. Las energías renovables, cuyo empleo ha crecido un 3.000%, han sido una tecnología de éxito en España, reconocida en todo el mundo. Aunque determinado ajustes normativos en los últimos tiempos han ralentizado su crecimiento al generar cierta incertidumbre de ya que la incertidumbre no es muy buena amiga de la inversión. Aunque, a raíz del alza de los precios del petróleo y la crisis nuclear se recupera la certeza de que esa es una tecnología de futuro y un fuerte factor de inversión y de empleo de calidad. Esta es una de las características del empleo en renovables, ya que  por ejemplo en el caso de España, el 50% de las personas ocupados en este sector son técnicos de grado superior o de grado medio, de hecho más del 30% lo son de grado superior, lo que ofrece unas características de empleo muy distintas a la de sectores como la construcción o la hostelería, que han tenido un rol muy relevante en la etapa de expansión.

La crisis económica en España ha dejado un panorama desolador con más de cuatro millones de parados. ¿Cree se puede recuperar empleo a corto plazo?

En algunos sectores industriales se está recuperando actividad y empleo. Existen algunos fenómenos a analizar, que el informe OIT analiza, sobre la evolución positiva de las exportaciones en algunos sectores industriales. La estructura económica española no es la misma que la de los demás países europeos periféricos. Creo que España tiene potencial para hacer el cambio de modelo productivo, la cuestión es que se lo crea y que lo inicie. España tiene una base suficiente como para despegar, otra cosa son los tiempos o los ritmos, pero la convicción a la que hemos llegado es que la situación es muy diferente a la de otros países periféricos y tiene potencial de despegue.

Lo que no parece es que seamos capaces es de alcanzar el techo del pleno empleo.

Es verdad. Nunca, ni en el momento de mayor expansión, se ha bajado del 7-8% de desempleo, ni de 1.700.000-1.800.000 desempleados. Habrá que estudiar qué tipo de desarrollo endógeno han tenido determinadas áreas, como por ejemplo en Navarra, para que los niveles de desempleo hayan sido sensiblemente menores en la época de expansión y la caída del empleo no haya arreciado con tanta fuerza en la época de crisis.

¿Ve necesaria una reforma laboral en España como la que se ha acometido?

El informe no entra a evaluar los resultados de la reforma. Expone las distintas situaciones existentes y los distintos enfoques sobre contratación y despido. Respecto a qué tipo de decisiones y reformas concretas es a España a la que le corresponde adoptarlas, lo que nosotros pedimos es que lo que se haga, se haga con diálogo social.

"No es necesario bajar los salarios para activar la economía, más bien al contrario".También recientemente la OIT publicó el Informe Mundial sobre Salarios 2010/2011. Este documento demuestra cómo los salarios, que llevan tres décadas perdiendo participación relativa en las rentas nacionales, se están viendo presionados a la baja como consecuencia de la crisis económica. Al hilo de lo que hablaba antes sobre los ajustes llevados a cabo por la mayoría de los gobiernos. ¿No cree se está cargando excesivamente sobre los trabajadores los costes de la crisis?

Eso es una realidad objetiva, en Europa y en el mundo. Por eso la OIT llama la atención sobre la necesidad de una nueva era de justicia social y de una globalización equitativa. O hay una nueva era de justicia social adaptada a los nuevos tiempos o será imposible encauzar la economía hacia un nuevo desarrollo en términos globales. Eso la OIT lo tiene claro desde que nació, hace casi cien años. Ya nació por eso bajo la idea de que una paz universal y duradera solo sería posible con justicia social. En la presentación del mencionado informe sobre España, el director del Instituto Internacional de Estudios Laborales, Raymond Torres, hablando del efecto de los salarios, nos transmitió que consideraba que una adecuada retribución salarial tendría efectos económicos positivos y no negativos. En ningún momento la OIT ha pensado o ha dicho –por si alguien pudiera insinuar lo contrario- que sea necesario una bajada de salarios para activar la economía, más bien al contrario.

Aquí en España los empresarios insisten en ligar salarios a productividad en el marco de la negociación colectiva.

Es legítimo que en una negociación cada quien tenga su opinión e intereses, que las contrapartes tendrán también los suyos propios. La OIT intenta orientarse con datos y con hechos y sus intereses son más inclusivos y generales. Orientarse hacia una reactivación económica para generar empleo -que es lo que se necesita- no casa bien con una depresión de rentas.

En el año 2009, el G-20 pareció apostar por dotar a la OIT de una mayor relevancia en la gobernanza global, asociando sus trabajos al de otras organizaciones de marcado sesgo económico. Este impulso parece haberse diluido en la actualidad. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Es verdad que el impulso hacia el empleo en las políticas de reactivación económica, que se contempló con claridad en la Cumbre del G-20 de Pittsburg en setiembre de  2009 necesita todavía desarrollarse. Y es verdad que después de aquellas declaraciones, sin embargo lo que ha crecido es el peso de las directrices de los mercados sobre las decisiones políticas. Tras un primer momento de parálisis, cuando estalla la crisis, los mercados financieros vuelven a recuperar la capacidad de iniciativa, en una dirección muy diferente a la de los compromisos de Pittsburg. Se necesita que aquella declaración del G-20 sea desarrollada con urgencia. En esa dirección va a ir el planteamiento de la OIT en las próximas sesiones del G-20 y es el planteamiento que queremos que los ministros de Trabajo lleven a sus propios gobiernos, para corregir las políticas y decisiones económicas que no parecen ser muy favorables al trabajo.

La Confederación Sindical Internacional (CSI), en su último informe anual sobre la situación de los derechos sindicales en el mundo, denuncia que como consecuencia de la crisis se han incrementado las violaciones de las normas fundamentales de trabajo de la OIT. ¿Comparte esta opinión? ¿Cuál es la respuesta de la Organización al respecto?

Eso es lo que dicen los datos de la OIT. La respuesta es sencilla: cumplir las leyes y los compromisos. Todos los gobiernos, todos los empresarios y todos los trabajadores están obligados a cumplir las leyes y a cumplir las normas. Es lo que se debe hacer, se puede hacer y no hay más atajos. Y que los sistemas existentes para vigilar los cumplimientos funcionen y operen adecuadamente. Porque existen las normas y los sistemas de control y lo que tienen que hacer es funcionar, sobre todo en tiempos de crisis, que es donde hace falta que funcionen más y mejor, porque la situación de desempleo masivo hace más débiles a los más vulnerables.

La OIT también ha puesto de manifiesto en el Informe Global sobre la Igualdad en el Trabajo 2011 que, a pesar de los continuos avances en legislación antidiscriminatoria, la crisis económica y social mundial ha llevado a un aumento en el riesgo de discriminación que sufren ciertos grupos como por ejemplo los trabajadores inmigrantes.

La situación de crisis genera desempleo, el mayor desempleo genera otro tipo de riesgos como el incumplimiento de las obligaciones, la falta de respeto a los derechos, la no igualdad de oportunidades y la discriminación... Todo eso se genera con la crisis, no es la misma situación cuando hay pleno empleo que cuando hay 200 millones de desempleados en el mundo. Las claves son, por un lado, el fortalecimiento de las políticas de igualdad y de no discriminación; por otro, la intensificación de la vigilancia y control sobre el cumplimiento de las normas existentes. Uno de los temas que se van a tratar en la próxima Conferencia es precisamente el de la Inspección del Trabajo en tiempos de crisis. Además son necesarias políticas activas de creación de empleo. Será muy difícil frenar las desigualdades en todos sus campos si no se genera empleo, porque la primera desigualdad que existe es esa, la falta de empleo decente para una parte importante de la población.

¿Y cree que la crisis también está repercutiendo en el tema de los accidentes laborales en España?

En el mundo, 2,3 millones de trabajadores mueren anualmente a causa de los accidentes de trabajo o las enfermedades profesionales. Es una cifra terrible. Más de trescientos de millones de accidentes anuales, decenas de millones de trabajadores que quedan de por vida dañados por un accidente o una enfermedad contraída en el trabajo que les va a llevar a la muerte después de años de padecimiento. Este sigue siendo una de las principales tareas de la dignificación del trabajo, del trabajo decente. En el caso de España, en los últimos decenios la tendencia ha sido a la reducción de la siniestralidad laboral gracias a la aplicación de una buena ley de prevención de riesgos laborales que establece todo un arsenal de dispositivos en las empresas y en la sociedad para atajar este problema que sigue estando ahí, porque aunque se hayan reducido los daños y muertes siguen presentes. Es algo imposible de asumir, sobre todo cuando se piensa que la gran mayoría de daños y de muertes podrían ser evitados en el mundo y en España. La crisis no afecta de una única manera. Por un lado se reduce la siniestralidad porque se reduce la actividad en los sectores de más riesgo; por otro empeoran las condiciones de trabajo y por tanto la inseguridad.  El Ministerio de Trabajo de España ha afirmado en reiteradas ocasiones que la situación de crisis no les conduciría a dejar de desarrollar las actividades que venían desarrollando antes en prevención de riesgos laborales. Esa es una buena orientación que debe mantenerse, ahora más aún que antes.

"El diálogo social es la clave para cualquier desarrollo".¿Qué siente el Director de la OIT en un Estado miembro, cuando el Plan de Gobernanza Económica califica derechos fundamentales recogidos por su organización como “estrangulamientos” o “frenos al crecimiento”?

Si alguna autoridad política o económica ha dicho eso, creo que debería quedar absolutamente descalificada. Los derechos fundamentales del trabajo son una conquista de la humanidad que hay que preservar en toda circunstancia y no solo no son un freno sino que son la base sobre la cual poder hacer una economía sostenible. ¿Qué economía puede ser sostenible con trabajos precarios o discriminados, sin formación, sin protección social, con riesgos a la salud y a la seguridad? Ninguna economía sólida. Los países que tienen una economía más próspera y sólida no son precisamente los países que tienen una menor protección de los derechos fundamentales del trabajo. Al contrario.

Por último, ¿Qué papel desempeña la OIT en un país como España?

La Oficina de la OIT en España tiene una doble función. Una, muy potente, de cooperación técnica con el exterior, otra referida a España. Ahora mismo, la Oficina desarrolla 23 programas de cooperación técnica, unos 14 en Iberoamérica, 6 en África y 3 en Asia. A través de esos programas la OIT promueve actividades mil para favorecer la mejora de las condiciones de trabajo, la igualdad de oportunidades para un empleo decente, la erradicación del trabajo infantil, los derechos de los migrantes, el empleo juvenil, la protección social y la capacitación de las administraciones públicas, los empleadores y los trabajadores. Esa es una vertiente muy importante de nuestro trabajo de la que nos sentimos muy satisfechos, aunque como todo siempre es mejorable. En lo que se refiere a España, considero que en estos tiempos de crisis, la función de la OIT debe ser la de favorecedora del diálogo social, que es cuando más falta hace. El diálogo social es la clave para cualquier desarrollo, avance y mejora de las condiciones de trabajo y para promover el trabajo decente. Esa dimensión, repito, ahora es todavía más importante. Pero no se trata sólo de aportar promoviendo el diálogo social y facilitando información que pueda inspirar soluciones compartidas, sino también de aprender de la experiencia española que tiene mucho que aportar. 

DESTACADOS

“La OIT tiene un altísimo nivel de representatividad y de legitimidad en sus decisiones”.

“La salida de la crisis se tiene que hacer desde la justicia y desde la equidad social”.

“La preocupación de los dirigentes políticos no va dirigida principalmente al empleo”.

“No es necesario bajar los salarios para activar la economía, más bien al contrario”.

“Sin servicios públicos de empleo será muy difícil tener políticas activas exitosas”.

“En el mundo se han creado decenas de millones de empleos verdes”.

“En España, más del 2,5% de la población ocupada están en empleos verdes”.

“El 50% de las personas ocupados en las energías renovables son técnicos de grado superior o de grado medio”.

“España tiene potencial de despegue para hacer el cambio de modelo productivo”.

“Una reactivación económica para generar empleo no casa bien con una depresión de rentas”.

“La gran mayoría de daños y de muertes en el trabajo podrían ser evitados en el mundo y en España”.

“Los derechos fundamentales del trabajo son una conquista de la humanidad que hay que preservar”.

“Los países que tienen una economía más próspera y sólida no son los que tienen una menor protección de los derechos del trabajo”.

Joaquín Nieto: "Los derechos fundamentales del trabajo son una conquista de la...