martes. 16.04.2024
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El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el que grava las herencias, se ha puesto de actualidad en las últimas semanas por las diferencias existentes entre las distintas comunidades autónomas a la hora de tributar. Se trata de un impuesto cedido, por lo que cada autonomía lo gestiona de forma independiente, con los tipos y beneficios fiscales que considera convenientes.

En los últimos años se ha desatado la competencia entre comunidades por reducir el Impuesto, si bien es Madrid la que está a la cabeza, ya que está bonificado al 99% para los familiares más cercanos, lo que ha hecho que otras hayan desenterrado el hacha de guerra fiscal. No obstante, aunque estas diferencias existen, hay que aclarar a la sociedad, que ahora no deja de hablar sobre el Impuesto de Sucesiones, que según información de las propias CCAA, más del 80% de las declaraciones de este tributo salen negativas, es decir, que no hay que pagar nada. Además, solo al 5% de los hijos que heredan la declaración les sale a pagar.

Por lo tanto hablamos de un tributo que la mayor parte de los españoles no afronta, puesto que todas las CCAA contemplan bonificaciones en la transmisión de pequeños patrimonios. El problema es que muchas veces es confundido con la plusvalía municipal –el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos-, que grava las transmisiones de las viviendas heredadas. De ahí que las personas, al heredar, tengan que ajustar cuentas con Hacienda municipal.

Actualmente, según los últimos datos del Ministerio de Hacienda 2015, el Impuesto de Sucesiones recauda al año 2.751 millones de euros. Por territorios, Andalucía es la comunidad que más contribuye, con casi 500 millones, seguida de Cataluña, con 484 millones, y Madrid, con 393 millones. Para Gestha, es necesario que se realice cierta armonización de este tributo, pero no porque esté habiendo una avalancha de cambios de residencia a comunidades en las que menos se tributa –algo que no está ocurriendo-, sino porque es necesaria para el sistema fiscal español en su conjunto, con el fin de hacerlo más eficiente y equitativo.

En los últimos años las renuncias a herencias han aumentado coincidiendo con la crisis económica, pero más allá de por motivos tributarios, la razón en la mayoría de los casos, según los propios notarios, es que el inmueble o inmuebles que se heredan soportan cargas hipotecarias superiores a su valor de mercado actual, lo que hace que los herederos prefieran no tener que asumir esas cargas, ya que acabarán pagando más por sus herencias que recibiendo.

Contesta Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Qué sucede realmente con el Impuesto de Sucesiones?