sábado. 20.04.2024
SE OPONE “FRONTALMENTE” A LA MISMA

PSOE tiene "pocas esperanzas" de cambiar la reforma laboral, a la que se opone "frontalmente"

El PSOE ha reconocido que tiene "pocas esperanzas en que haya margen" para poder cambiar la reforma laboral aprobada por el último Consejo de Ministros, a la que ha anunciado que se opondrá "frontalmente" por considerarla "injusta y desequilibrada".

Soraya Rodríguez en su primera intervención parlamentaria como portavoz del PSOE en el Congreso.

En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, ha explicado que su Grupo está haciendo un "estudio muy profundo" del texto de la reforma para estudiar posibles "inconstitucionalidades" y apurar todos los "resquicios" posibles para intentar cambiarla durante su trámite parlamentario.

Sin embargo, ha reconocido que "la forma de actuar del Gobierno da pocas esperanzas de que haya margen" para cambiarla, ya que hasta ahora el Ejecutivo "no ha negociado con nadie, no ha informado a nadie" y se ha limitado a "hacer alguna llamada de teléfono rápida después de aprobar" el cambio normativo.

FRAUDE ELECTORAL

De hecho, la socialista ha ido más allá al acusar a los 'populares' de "fraude electoral", ya que a su entender "esta reforma la tenían debajo del brazo cuando estaban haciendo campaña electoral". "Y mientras decían que nunca harían una reforma laboral que facilitara y abaratara el despido, llevaban este proyecto debajo del brazo", subrayó.

"La reforma estaba muy estudiada y negociada con la CEOE antes de las elecciones. Ha habido un fraude electoral muy claro, a sabiendas de que había que dar un determinado mensaje y que se haría en los primeros dos meses de gobierno. Y lo negaban todos los días. Esta reforma la tenían pactada con los empresarios, que son los que salen claramente ganando", ha insistido.

Además, la diputada ha argumentado que "es la primera vez en España que se hace una reforma de estas características ya no sólo sin acuerdo, sino sin ningún tipo de diálogo" e incluso "con ocultación del texto", tanto antes de aprobarse la reforma como después, ya que durante la rueda de prensa en que se presentó el texto, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, "ocultó algunos aspectos importantes y vitales para todos los españoles que tienen trabajo, como la posible reducción unilateral del salario por parte del empresario".

De hecho, a su juicio ésta es la principal diferencia que existe con la reforma que aprobó el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que estuvo "precedida por un largo proceso de diálogo y un intento de consenso y acuerdo con los sindicatos y los empresarios".

"No son reformas comparables, porque nosotros manteníamos el equilibrio del pacto, del diálogo social, mientras esta reforma lo rompe totalmente. Es inaudita, no esperable e inexplicable, y no hay legislación en países de nuestro entorno donde podamos encontrar una situación tan desequilibrada", ha añadido.

CONTRARREFORMA INÚTIL

Además, la portavoz socialista ha considerado que el cambio que ha aprobado el Gobierno será "inútil" porque esta "contrarreforma abarata y facilita el despido" y es "profundamente desequilibrada", ya que "rompe las relaciones de equilibrio en el sistema de negociación colectiva" sin conseguir "incentivar la creación de nuevos contratos".

Asimismo, ha afirmado que "aumenta de forma clara la inseguridad de todos los trabajadores, lo que contraerá el consumo y ahondará en la crisis económica"; y también deja a los trabajadores en una situación de "vulnerabilidad enorme" al "acabar con la negociación colectiva y dejar la relación laboral a un nivel exclusivamente contractual y mercantil".

De hecho, Rodríguez ha subrayado que esta inseguridad no se dará sólo en el mercado privado, sino también entre los trabajadores de entidades públicas, quienes podrán ser despedidos cuando haya "una disminución presupuestaria sostenida y persistente, que no es otra que la que generan las administraciones públicas con sus presupuestos".

"La reforma está planteada para que el ajuste de muchas empresas se haga por el despido, y el ajuste de las administraciones públicas también se hará por el empleo, a costa del despido de trabajadores", ha resumido.

SE ACEPTARÁN CAMBIOS CONSTRUCTIVOS

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, ha asegurado en rueda de prensa que su Grupo y el Gobierno aceptarán cambios si se "argumentan", pero que no se atenderá a "eslóganes y pancartas".

"Acudimos con una actitud de sensatez. Vamos a atender a razones y alternativas, porque el eslogan y la pancarta no construyen nada. La apelación al inmovilismo nos traerás más de lo conocido hasta ahora, que es un desastre. Si traen propuestas en positivo, concretas, para mirar al futuro con ánimo de reforma estaremos abiertos al diálogo. Si no, tendremos que seguir con nuestra determinación de que hay que cambiar muchas cosas para que el país funcione", ha explicado.

En esta actitud de escuchar ha incluido no solo a los grupos parlamentarios, sino también a empresarios, centrales sindicales y organizaciones de autónomos.

Por último, Alonso ha quitado hierro a la decisión del Gobierno de no presentar el real decreto ley de reforma a convalidación por el Pleno del Congreso la próxima semana, recordando que hay un mes de plazo para este trámite, y ha asegurado que el texto "no es fruto de la improvisación" sino que es una reforma "meditada y valiente" que "busca cambiar profundamente el sistema de relaciones laborales y el mercado de trabajo español".

"Es casi una refundación del mercado laboral. Estamos convencidos de que son medidas positivas para que el despido sea la última alternativa", ha zanjado.

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