Si el contribuyente reside durante más de medio año (183 días) en nuestro país la respuesta es sí, tiene que declararlo a la Hacienda española, como cualquier otro incremento de patrimonio, teniendo en cuenta, en su caso, lo que pueda establecer el correspondiente convenio de doble imposición. Ahora bien, si el premio corresponde a una lotería organizada por organismos públicos o entidades que ejerzan actividades de carácter social o asistencial sin ánimo de lucro en otros Estados de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo, entonces les es de aplicación el nuevo impuesto para los premios de loterías, que obliga a tributar por el 20% de los premios que superan los 2.500 euros.
Y no solo eso: si el premio es de estos últimos sorteos, tendrá que ser el propio afortunado el que ingrese en Hacienda la cantidad que le corresponde en impuestos, a diferencia de si el sorteo lo celebra una entidad española como Loterías y Apuestas del Estado, Cruz Roja Española, la ONCE o los sorteos de cada comunidad autónoma. En estos casos, el ganador del décimo premiado no deberá preocuparse de nada, ya que en su cuenta recibirá el dinero con los impuestos cobrados.
Y ya que estamos abordando el tema de los impuestos sobre la lotería, sería conveniente aclarar una duda muy común entre los agraciados que desconocen cómo se calcula la cuantía a ingresar al fisco. Pues bien, se hace de la siguiente manera: Hacienda cobra a partir de los premios superiores a 2.500 euros, lo que quiere decir que si alguien ha ganado 6.000 euros en la lotería, ese 20% no se aplica a toda esta cantidad, sino a la parte que excede de 2.500, es decir, 3.500 euros. Por tanto, de esos 6.000 euros pagaríamos 700 en impuesto y no 1.200 como mucha gente piensa en un primer momento.
En su día, los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) valoramos positivamente la creación de este nuevo impuesto porque no era lógico que el incremento patrimonial que supone ganar la lotería no estuviera gravado por Hacienda, pero no cabe duda de que la medida ha fracasado de forma estrepitosa, ya que en su primer año en vigor solo recaudó 458 millones de euros de los 824 previstos, una cifra similar a la que había predicho Gestha a finales del año pasado.
Con todo, el nuevo impuesto no disuadirá a los defraudadores de llevar adelante esta mala práctica que supone blanquear capitales a través de la compra de décimos de lotería premiados, pues con toda probabilidad intentarán lavar el dinero negro ofreciendo un sobreprecio sobre el importe neto del premio, es decir, ya descontado el 20% de impuestos que se lleva Hacienda.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
