jueves. 18.04.2024

El porcentaje de trabajadores ocupados que están afiliados a alguna organización sindical está siendo más elevado durante los años de la crisis que en el periodo inmediatamente anterior, a pesar de la dramática caída de los niveles de empleo, que ha supuesto la desaparición de casi 2 millones de trabajadores ocupados, según afirmó este lunes UGT, con datos de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

La Encuesta señala que, en el año 2007 un 15,8% de los trabajadores ocupados declaraba estar afiliado a algún sindicato, porcentaje que se elevó hasta el 17,4% en 2008, 17,2% en 2009, y se situó en el 16,4% en 2010.

UGT quiere denunciar la “falta de rigor de algunos medios de comunicación en el análisis de estos datos” –en alusión al diario ‘Expansión’-, así como su “errónea” interpretación en el marco de la normativa laboral de nuestro país y atribuyó “la falta de profesionalidad” del medio en cuestión “a su servidumbre respecto de intereses bien distintos al interés general y el servicio a los ciudadanos”.

Según el sindicato, los datos correspondientes a 2010 de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo, que elabora el Ministerio de Trabajo e Inmigración, señalan que la población ocupada española registra un porcentaje de afiliación sindical durante los años de la crisis superior al existente en el periodo inmediatamente anterior, ya que en el año 2007 el porcentaje de trabajadores ocupados que se declaraba afiliado a algún sindicato era del 15,8% (3.216.248), pasando al 17,4% en 2008 (3.524.822), 17,2% en 2009 (3.248.736), y 16,4% en 2010 (3.026.866).

“Es importante tener en cuenta que en el periodo considerado, el número de trabajadores ocupados de nuestro país, según la EPA ha descendido en 1.899.500 (pasando de los 20.356.000 de 2007 a los 18.456.500 de 2010) con importantes tasas de crecimiento negativo durante los tres últimos años”, afirma.

La evolución de la afiliación sindical de la población ocupada, no obstante, se ha mantenido en tasas de crecimiento positivo durante estos tres años, a pesar del descenso (de 0,8 puntos porcentuales) registrado en 2010 respecto al año anterior, insiste UGT. Estos datos se refieren exclusivamente a trabajadores ocupados, por tanto, la Encuesta no ofrece datos sobre la situación sindical del resto de los trabajadores.

En opinión del sindicato, “es una pura especulación realizar afirmaciones como la realizada por el diario Expansión (“Sólo en 2010, más de 220.000 personas han devuelto su carné de sindicalista”), porque puede haber sucedido sencillamente que todos o una parte de esos trabajadores hayan dejado de estar ocupados (sin que ello suponga necesariamente dejar su afiliación), cosa bastante probable cuando son casi 2 millones de trabajadores los que han perdido esa condición.

Los datos de afiliación a las organizaciones sindicales no pueden valorarse sin tener en cuenta el marco de relaciones laborales de nuestro país, caracterizado, por un lado, porque la representación de los trabajadores se establece en nuestro modelo de relaciones laborales en función de las elecciones sindicales que se celebran en las empresas, no en función de la afiliación de las organizaciones sindicales existentes.

Así, la afiliación sindical -muy superior al de otro tipo de organizaciones, como los partidos políticos- constituye la base de la capacidad de actuación y de la autonomía económica de las organizaciones sindicales, pero no de su representatividad en el marco laboral y en el diálogo social, destaca UGT

Para el sindicato poner en relación la afiliación de los sindicatos con su nivel de representatividad de los trabajadores demuestra en el mejor de los casos una completa ignorancia de la legislación laboral española. “UGT y CCOO representa al 80% de los trabajadores españoles en función de los votos que obtienen en las elecciones, no de su afiliación”, recuerda.

Por otro lado, “UGT y CCOO no son las únicas organizaciones sindicales que hay en España”, recuerda el sindicato. De modo que puede que haya otras organizaciones susceptibles de perder o ganar afiliados. UGT y CCOO son las mayores organizaciones sindicales del país, por afiliación y por votos cosechados en las elecciones sindicales, pero en nuestro país hay en torno a 80 sindicatos que reciben subvenciones del Ministerio de Trabajo en función de su representación.

“En nuestro país, a diferencia de lo que sucede en otros de nuestro entorno, un trabajador que no esté afiliado a ningún sindicato se beneficia de los resultados de la acción sindical de la misma forma que otro que sí esté afiliado, porque los resultados de los acuerdos en materia de negociación colectiva o diálogo social se aplican a todos los trabajadores con carácter general, no exclusivamente a los afiliados; de la misma forma que, si para conseguir avances en las condiciones laborales se tiene que hacer una huelga, las mejoras conseguidas no se aplican sólo y exclusivamente a los que apoyaron la huelga, sino con carácter general”, destaca.

Este sistema de solidaridad, especialmente en lo que se refiere a la cobertura de la negociación colectiva, es el que los sindicatos mayoritarios defienden sus propuestas y reivindicaciones respecto a las reformas que hay planteadas. Y ese modelo de eficacia general, concluye el sindicato, es el que –bajo eufemismos como flexibilización o modernización de las relaciones laborales- quiere desmantelarse desde algunos sectores patronales y grupos de presión, “incluidos determinados medios de comunicación”, critica.

La afiliación sindical se incrementa durante los años de la crisis