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NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 03.08.2010

China ha desbancado a Japón y se ha convertido en la segunda economía del planeta. Sin embargo, el crecimiento chino, basado en los bajos salarios, se encuentra amenazado por una oleada de huelgas. Con estos paros, los trabajadores chinos reclaman participar en el reparto de los beneficios. Además, la carrera marcada por los años de extraordinario crecimiento pueden truncarse si las autoridades no logran contener el crecimiento del excedente comercial, reconocido ya como insostenible por Pekín.

La economía china ha logrado capear la crisis. Gracias a sus potentes medidas de estímulo fiscal, cifradas en torno al 2 ó 3 por ciento de su PIB por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía china ha logrado sostener crecimientos superiores al 10 por ciento en los últimos trimestres. Además, las autoridades chinas se encuentran inmersas en una lucha con el fin de estimular el consumo privado. Y presumen de haber logrado mantener el flujo de crédito hacia la economía. En este aspecto, el éxito de las autoridades chinas se ha cifrado en nuevos créditos por valor del 31 por ciento del PIB, según las cifras del FMI.

Sin embargo, el consumo sigue siendo el punto débil de la economía del gigante oriental. El descontento de los trabajadores por los bajos salarios se ha traducido en una oleada de huelgas, según ha informado la prensa china, muy controlada por el Gobierno. Según las cifras facilitadas por el FMI, los salarios nominales han crecido entre un 10 y un 15 por ciento.

Para el FMI, otras asignaturas pendientes son la escasa cuantía de las pensiones y las transferencias sociales, así como de las prestaciones por desempleo.

QUÉ HACER CON EL YUAN

Hace unos días, el Fondo publicó por primera vez desde 2006 un informe completo sobre la economía china. En este informe destacan algunas divergencias con el Gobierno de Pekín. Entre ellas, sobresale un viejo problema. Según el Fono, el valor de la moneda china, el yuan, continúa “netamente por debajo del nivel en el que debería situarse” de acuerdo a las expectativas de crecimiento de su economía.

Por otro lado, Pekín continúa desdeñando las advertencias sobre su excedente comercial. Según las autoridades chinas, este excedente no alcanzará los niveles previstos por el FMI. Pekín prevé que se reduzca durante los próximos tres años, hasta estabilizarse en torno al 4 por ciento. Mientras que el Fondo augura que se incrementará hasta alcanzar el 8,5 por ciento dentro de dos años.

Con todo, el Gobierno chino reconoce que “no es sostenible” semejante superávit comercial, como el obtenido en el año 2007, según añade el Fondo.

Huelgas en China por los bajos salarios