jueves. 28.03.2024
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La desigualdad en España se disparó durante la última crisis y no se ha conseguido revertirla pese a la recuperación.

Esta es la principal conclusión del informe elaborado por Oxfam Intermón “Desigualdad 1-Igualdad de Oportunidades 0. La inmovilidad social y la condena de la pobreza” cuya presentación coincide con el Foro Económico Mundial en Davos, que se reúne de nuevo en Suiza.

Según este estudio, la sociedad española se ha polarizado a costa del adelgazamiento de las clases medias. Se estima que uno de cada seis hogares de clase media cayó en la pobreza durante la crisis y no se ha recuperado la situación anterior en la fase de crecimiento. La clase media española tiene hoy 10 puntos menos de la renta nacional en comparación con la que ostentaba en el año 2000. En España, la pobreza aumentó durante la crisis 4 veces más de lo que se ha reducido con la recuperación.

El informe señala que, desde el inicio de la recuperación, el crecimiento económico en España ha beneficiado desproporcionadamente a las rentas altas. Así, el año pasado aumentaron en 16.500 los hogares en los que no entró ningún tipo de ingreso, alcanzando los 617.000. Mientras los ultramillonarios –personas cuyos activos netos equivalen o superan los 40 millones de euros- aumentaron en un 4%, llegando a la cifra récord de 1.690 personas.

Si no se reducen los actuales niveles de inequidad, la OCDE estima que en España se necesitarán 120 años, cuatro generaciones, para que una familia del 10% más pobre alcance los ingresos medios.

En esta línea, el informe detalla cómo la pobreza y la riqueza en España se heredan. Si se nace en una familia de ingresos altos se ganará un 40% más que si se crece en un hogar con ingresos bajos. Además, el sistema educativo es ahora más inequitativo que antes de la crisis. De todas las personas que abandonan prematuramente sus estudios, 1 de cada 2 pertenece al 20% de hogares con menos ingresos.

“La desigualdad afecta a los derechos y oportunidades que tengamos en nuestra vida relacionados con la salud, esperanza de vida o la participación ciudadana, entre otros. Por ejemplo, si vives en un barrio rico de Barcelona tu esperanza de vida será de 11 años más que si tu casa está en un barrio pobre. En Madrid, esta diferencia alcanzaría los 7 años.

Entre otras causas, la desigualdad se cronifica -señala el informe- por la falta de un sistema fiscal progresivo. La presión fiscal sobre el PIB en España es del 34,5%, 6,9 puntos inferior a la media de la zona euro.

Para la organización, otros claros aliados en España para alimentar la desigualdad y no reducir la pobreza son la precariedad laboral y un sistema de protección social ineficaz, que no garantizan una vida digna a las personas más vulnerables.

El 13% de las personas trabajadoras viven por debajo del umbral de la pobreza. En 2017, el 51,65% de las personas asalariadas inscritas al Régimen General de la Seguridad Social tenían un contrato temporal, parcial o ambas cosas.

En cuanto a la protección social, una de sus principales debilidades es la infradotación de las transferencias públicas que no son las pensiones como, por ejemplo, rentas de inserción, ayudas a la crianza, a la vivienda... El resultado es que no consiguen sacar de la pobreza ni a una de cada cuatro personas frente a Dinamarca, Irlanda o Finlandia que lo logran con una de cada dos personas. La falta de inversión en protección social es un nuevo obstáculo para la movilidad social que iguale oportunidades y derechos.  

El informe también pone de manifiesto que en nuestro país las mujeres sufren una peor situación en el empleo: el 70,8% de las personas con un contrato parcial no deseado son mujeres y 7 de cada 10 personas que reciben el Salario Mínimo Interprofesional también.

Asimismo, el hecho de que muchas no estén en el mercado laboral y no coticen en la Seguridad Social hace que los hombres cobren pensiones un 41,37% más que las mujeres. Por el contrario, la mayoría de las pensiones no contributivas, escasamente dotadas con 380,10 euros al mes, van a manos de mujeres. Nada menos que el 76,85% en 2017.

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“Alarmante crisis global de desigualdad”

Oxfam Intermón alerta de que la creciente desigualdad económica en el mundo afecta especialmente a las mujeres y las niñas

En el mundo, la fortuna de los milmillonarios -9 de cada 10 son hombres- aumentó en un 12% en el último año, es decir, 2.500 millones de dólares diarios. Sin embargo, la riqueza de la mitad más pobre de la población -3.800 millones de personas- se redujo en un 11%, según detalla el informe con el análisis internacional “¿Bienestar público o beneficio privado?”, que publica también hoy la organización.

“Esta alarmante crisis global de desigualdad es el reflejo del fracaso del sistema económico actual. Los Gobiernos deben actuar inmediatamente para lograr cambios reales y un futuro digno para todas las personas y no solo para una minoría privilegiada”, señala José María Vera.

Los países pobres pierden 170 mil millones de dólares en ingresos fiscales cada año como resultado de la evasión de impuestos por parte de las grandes fortunas y las grandes empresas. ”Si el 1% más rico pagase solo un 0,5 por ciento adicional de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más dinero del que costaría educar a los 262 millones de niños que no asisten a la escuela y brindar atención médica que podría salvar la vida a 3,3 millones de personas”, insiste Vera.

Oxfam Intermón alerta de que la creciente desigualdad económica en el mundo afecta especialmente a las mujeres y las niñas. Las bajadas de los tipos impositivos en el impuesto sobre la riqueza benefician sobre todo a los hombres, quienes poseen un 50% más de riqueza que las mujeres a nivel global y controlan más del 86% de las grandes empresas. En cambio, la falta de inversión en servicios públicos, perjudica desproporcionalmente a las mujeres y las niñas en situación de pobreza

La organización estima que, si una única empresa se encargase de realizar el trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo las mujeres de todo el mundo, su facturación anual ascendería a 10 billones de dólares, 43 veces más que la de Apple, la mayor empresa del mundo.

En España, una de cada seis familias de clase media cayó en la pobreza durante la crisis