nuevatribuna.es
18 de febrero de 2011, 5:34
nuevatribuna.es | 16.02.2011
Los sindicatos han criticado por “innecesario” el nacimiento del Consejo Empresarial para la Competitividad, un organismo impulsado por veinte grandes empresas españolas, que cuenta con el beneplácito de La Moncloa, y que llega justo cuando se negocian cambios en la estructura de la negociación colectiva, una negociación de cuyos resultados depende, para algunos, precisamente la mejora de la competitividad de las empresas españolas.
“Todo aquellos que tenga que ver con el fomento de la competitividad forma parte del Diálogo Social”. De esta forma quisieron zanjar los sindicatos cualquier intento de influir en un ámbito que consideran exclusivo de su intervención, junto a la patronal.
Las principales empresas del país prevén presentar en público los próximos días el nuevo Consejo Empresarial para la Competitividad. Esta alianza empresarial estará formada por empresas como Santander, BBVA, Mapfre, Telefónica, El Corte Inglés, Mercadona, Iberdrola, Repsol, Inditex, ACS, Ferrovial, Acciona, el grupo Planeta, Criteria, el Grupo Barceló y el propio Instituto de Empresa Familiar (IEF), y presidido por Fernando Casado, expresidente de CatalunyaCaixa y exdirector general del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Casado presentó este martes su dimisión como presidente de CatalunyaCaixa en la misma reunión del consejo en la que se aporbó la creación de un banco al que la caja transferirá todo su negocio financiero.
Aun en ciernes, los impulsores del Consejo Empresarial no han dudado en expresar su apoyo a algunas medidas del Gobierno, como las reformas laboral, de las pensiones y financiera. Además, los sindicatos recelan de un grupo que no oculta su intención de funcionar como un lobbie, ejerciendo presión sobre las decisiones del Ejecutivo. Por otro lado, su nacimiento se produce cuando se halla en plena efervescencia el debate en torno a la competitividad, reavivado por el plan promovido por la canciller alemana, Angela Merkel, que cuestionó el sistema de fijación de salarios en España.
Empresarios y sindicatos disponen de cuatro semanas para sellar la reforma de la negociación colectiva. En caso contrario, el Gobierno amenaza con legislar por su cuenta. En el Ejecutivo conviven una tendencia, liderada por el número dos de Economía, Juan Manuel Campa, que defiende acabar con la ligazón de salarios y precios, en línea con la posición defendida por Merkel, y otra que sostiene que los salarios ya están vinculados a la productividad. Esta última subraya además las dificultades para incidir en esa línea por falta de transparencia de las empresas, entre otras cuestiones.
“INNECESARIO” PARA COMISIONES OBRERAS
Los sindicatos ven con “preocupación” la creación del Consejo y califican de “innecesaria” su existencia. Según explicó el responsable de política sectorial, Javier Fernández, “todas aquellas medidas que tengan un reflejo en el seno de las empresas sólo es posible tomarlas en el marco de los acuerdos sobre convenios colectivos”. Además, Fernández subrayó la falta de oportunidad de una iniciativa que llega cuando está “abierta” la reforma de la negociación colectiva.
En este sentido, el responsable de CCOO vincula la creación del organismo con las “nuevas presiones” ejercidas para que se desvinculen salarios e IPC, un sistema, defendió Fernández, que lleva funcionando “más de 20 años” y que ya liga el crecimiento salarial, tanto a la productividad, como a la evolución de la inflación.
VISTO BUENO DE MONCLOA
Pese a los recelos sindicales, el Consejo Empresarial para la Competitividad cuenta con el visto bueno de Moncloa. Según explicaron en fuentes gubernamentales, el Gobierno español vería con buenos ojos la iniciativa de las principales empresas españolas, que se inscribiría en el objetivo común de mejorar los intereses de España ante el mundo.
La idea de crear este 'think tank', que será presentado oficialmente en los próximos días, nació de los contactos que los máximos responsables de las mayores empresas españolas han mantenido en los últimos meses entre sí y con el Gobierno, ante el empeño común de mejorar la imagen de España en el exterior, empañada por el aumento de la prima de riesgo experimentado desde el mes de mayo.
Sin embargo, los sindicatos critican el desconocimiento absoluto de cuáles son sus fines o sus reglas de funcionamiento. Aunque les parece “sorprendente” la superposición de organismos que intervienen sobre espacios “donde ya hay mecanismos reconocidos constitucionalmente y por la vinculación de los acuerdos”, en referencia al diálogo social. Por el contrario, CEOE saludó el martes cualquier iniciativa que mejore el entorno empresarial español
