jueves. 28.03.2024

Algunos defraudadores aprovechan la celebración de los sorteos de lotería más populares -como el Extraordinario de Navidad o el de El Niño- para comprar los décimos premiados a los agraciados a cambio de un sobrecoste, que suele rondar entre un 10% y un 20% del importe; de este modo, obtienen unos ingresos exentos de tributación con los que dar salida a bolsas de dinero negro de difícil justificación y control por parte de Hacienda.

Esta actividad supone una grave infracción tributaria y un auténtico engaño para los agraciados, ya que difícilmente podrán acreditar el origen de esos fondos ante una Inspección Tributaria, pudiendo terminar con un acta de inspección que supere, entre la deuda y la sanción, más de la mitad del importe ganado.

A modo de ejemplo, un contribuyente con unos ingresos brutos anuales de 30.000 euros que resultase agraciado con un premio de 400.000 euros y que optase por vender su billete a un defraudador a cambio de 450.000 euros, podría verse obligado a pagar al Fisco más de 200.000 euros en caso de que se descubriese la ganancia patrimonial no justificada.

Frente a la difícil situación en que puede encontrarse el vendedor del boleto agraciado, el posible defraudador podrá "lavarse las manos", acreditando el carácter exento de sus fondos, ya que según la legislación vigente los agraciados por el Gordo y demás premios no deben abonar cuantía alguna a Hacienda.

Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos de Hacienda (GESTHA)

¿A qué se expone quien venda un billete de lotería premiado a un posible defraudador?