Las reclamaciones de los trabajadores a las Mutuas se incrementaron un 6% en el 2017 sobre todo las referidas a altas y bajas
Por sexto año consecutivo se ha producido un aumento en el porcentaje de reclamaciones a las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
Según refleja el informe de reclamaciones de 2017, publicado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, a lo largo de este periodo el número de quejas pasó de 9.803 en 2016 a 11.572 del 2017. En términos porcentuales, estas cifras se traducen en algo más de 6 puntos: del 11,21% al 17,43%.
Desde 2012 a 2017, las reclamaciones de los trabajadores a las Mutuas se han incrementado en un 75%.
Los datos son contundentes y reflejan a juicio de UGT “el uso tendencioso que los empresarios hacen de estas entidades”.
UGT destaca que el mayor número de protestas se producen por una “disconformidad con la calificación de la contingencia” (el 23,76%); y en segundo lugar, figuran las quejas referidas a la “disconformidad con el alta Médica” (18,75%), unas razones que se mantienen en los primeros puestos también en los años anteriores.
El informe de reclamaciones establece una “cierta” relación entre el incremento de la población protegida por las Mutuas y el incremento de las reclamaciones. Entre los años 2012 (14.393.254) y 2017 (16.026.718) se incrementó en un 11,3%. Pero esto, a juicio del sindicato, no explica por sí solo el aumento sostenido en el tiempo y que se haya disparado el número de reclamaciones en los últimos seis años en un 75%.
Para UGT, todo apunta a un problema del sistema que facilita el “control excesivo, por parte de la patronal, de todo lo relacionado con la salud vinculada al puesto de trabajo y a la vida diaria”. Y lo hace -añade- utilizando estas entidades que tienen la capacidad absoluta de decisión sobre los procesos de accidentes de trabajo y gran poder de influencia sobre los procesos de contingencia común (citación a revisiones, capacidad de suspender la prestación y emisión de propuestas de alta).
“La obsesión de la patronal por controlar lo que califica erróneamente absentismo, está en la base de un uso inadecuado de estas entidades”, denuncia el sindicato.
UGT lleva tiempo denunciando que las Mutuas vienen endureciendo los criterios a la hora de expedir una baja por contingencia profesional y el trasvase existente a contingencia común. De ahí, su insistencia en que el INSS investigue el control de los procesos de Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC) y el posible trasvase de contigencia profesional a los servicios públicos de salud por parte de las Mutuas.
Tanto UGT como CCOO han manifestado su inquietud ante el plan anunciado por el Ministerio de Trabajo para reforzar el control de los procesos de bajas por incapacidad temporal.
El secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, afirma, en una entrevista publicada en Nuevatribuna que no se puede poner el foco en “criminalizar” a los trabajadores que se encuentran en una situación de incapacidad temporal y emplaza al Gobierno a “vigilar” a estas entidades.
UGT, por su parte advierte de que estas prácticas no solo repercuten negativamente a la salud de los trabajadores, sino que también derivan en una “presión creciente” por parte de las plantillas de las Mutuas para cumplir con las ordenes de los superiores.
El sindicato recuerda que, en los últimos días, trabajadores de la empresa René Picot se han movilizado para reclaman mejoras en los protocolos y servicios de la gestión de bajas y altas, pues vienen detectado que cada vez es más habituales casos donde se da de alta a trabajadores con tratamientos en marcha, sin concluir.
En junio pasado fueron los trabajadores de Aceros Roldan quienes protagonizaron medidas de protesta similares.
“No son casos aislados, desde desde 2010 viene sucediéndose cada vez con más asiduidad este tipo de acciones, lo que avala la necesidad de que el INSS indague en esa línea”, afirma.
