jueves. 18.04.2024
precariedad

En la actualidad, existen cerca de 300 convenios de empresas multiservicios en los que la precariedad es la tónica general

La externalización de servicios se ha impuesto en la mayoría de las empresas españolas. ¿La razón?: sortear los convenios sectoriales y precarizar aún más el trabajo de miles de personas. Ello ha sido posible gracias a la reforma laboral del PP que permite a las empresas aplicar sus propios convenios desactivando así la negociación colectiva.

Un informe de FeSMC-UGT constata que el outsourcing se ha convertido en la fórmula idónea para sustituir costes fijos de personal por inferiores costes variables con empresas de servicios (multiservicios, servicios auxiliares y servicios integrales). Lo que en principio se utilizó para determinadas actividades que no formaban parte de la actividad principal de la empresa ha desembocado en múltiples subcontratas para todo tipo de actividades, incluidas las esenciales de su núcleo productivo. Al mismo tiempo se ha pasado de contratar a empresas especializadas a hacerlo con las ‘multiservicios’, “como si de una agencia de colocación se tratara, perdiendo así el sentido original de la subcontratación estratégica: el incremento de la eficiencia derivada de una mayor especialización”, denuncia el sindicato.

La prioridad aplicativa del convenio de empresa facilitada por la reforma laboral del PP de 2012 ha supuesto un incremento significativo de dichos convenios que precarizan el mercado laboral español. Hasta 300 convenios han llegado a aplicarse, de los cuales, medio centenar han sido tumbados por los tribunales, como es el caso de los vigilantes de seguridad.

Otras sentencias han venido a dar la razón a los trabajadores del sector de telemarketing sobre permisos retribuidos.

Asimismo, la conflictividad sigue creciendo en empresas como Amazon España cuyos trabajadores denuncian la imposición del convenio de empresa. 

Los convenios de empresa (en comparación con los sectoriales) se caracterizan por bajos salarios, la mayoría se fijan tan solo 5 o 10 euros más al mes que el salario mínimo interprofesional (735,90 euros); distribución irregular de la jornada laboral; o encadenamiento de contratos temporales. “Convenios -señala UGT- muy pobres que no aportan mejoras cualitativas de ningún tipo y que, incluso, en algunos casos, incorporan cláusulas de dudosa legalidad”.

Se estima que en la actualidad el 90% de las empresas con un volumen de facturación superior a los 12 millones de euros tienen ya externalizados sus servicios complementarios, reduciéndose al 70% para las empresas con ingresos por encima de los 3 millones de euros. Por lo que respecta al sector público, el grado de externalización de estos servicios es también muy elevado, aunque gracias a la nueva Ley de Contratos del Sector Público, aprobada recientemente, las administraciones públicas están obligadas a contratar a empresas que apliquen los convenios sectoriales en sus nuevas licitaciones.

MÁS DE 30.000 MILLONES DE VOLUMEN DE NEGOCIO

Se estima que el volumen de negocio derivado de los servicios auxiliares a empresas alcanzó en 2017 los 30.575 millones de euros, experimentando un crecimiento del 3,8% respecto a 2016, año en el que se había registrado una variación del 3,7%. Las previsiones de evolución del valor del mercado de servicios auxiliares a empresas apuntan a un incremento adicional de en torno al 3% en 2018, hasta aproximarse a los 31.500 millones de euros.

Las áreas que generan un mayor volumen de negocio son las de limpieza y mantenimiento, las cuales concentraron en 2017 el 32,6 y el 26,7% del total, respectivamente. El resto se reparte entre los sectores de trabajo temporal (15,6%), seguridad (13,7%) y catering (11,4%).

Paralelamente al crecimiento de las ‘multiservicios’, han surgido también numerosas agencias de colocación. En muchos casos, no están registradas como tales, pero, bajo el disfraz de empresas de consultoría, vienen ofreciendo todo tipo de personal a las empresas para trabajar en las actividades más diversas: desde educador infantil a encuestador, pasando por limpiadores, cocineros, botones, carretilleros, auxiliares administrativos, auxiliares sanitarios, etc.

UGT sigue insistiendo en la necesidad de regular el sector y en la aplicación automática de los convenios sectoriales. En paralelo a las reivindicaciones sectoriales, vuelve a reactivarse en el Congreso de los Diputados la reforma del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, una iniciativa defendida por PSOE y Podemos para limitar la externalización de la actividad cuando esta sea la actividad principal de la empresa, una de las principales reivindicaciones del colectivo de camareras de piso denominadas ‘Las Kellys’.

Precisamente, este martes se celebrará la ponencia en la Comisión de Empleo y Seguridad Social de la Cámara Baja sobre la proposición de ley presentada por los socialistas para garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados.

Las ‘multiservicios’, un mercado laboral a precio de ganga