viernes. 29.03.2024
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Foto: CCOO Madrid

Más salario, más consumo, más empleo de calidad, política de inversiones, defensa de los servicios públicos, es la alternativa a las políticas de austeridad

El pasado 29 de Agosto, Eurostat publicaba las cifras de desempleo en la Unión Europea, casi 25 millones de hombres y mujeres están desempleadas en la EU 28, de los cuales más de 18 millones en la zona euro. El desempleo juvenil superaba los cinco millones de jóvenes en la EU28.

Estos datos sangrantes, son uno de los efectos de las políticas de austeridad aplicadas por los gobiernos europeos, conservadores y socioliberales, siguiendo las directrices de la Troika.

Las políticas de austeridad solo sirven a los intereses de las élites económicas, sociales y políticas. No se puede decir que se ha salido de la crisis cuando están estas cifras de paro, de precariedad y de pobreza en Europa.

Europa necesita una nueva política económica de crecimiento económico sostenible, de creación de empleo de calidad

Que estas políticas hayan fracasado para la mayoría de la sociedad no significa que la política económica de los gobiernos europeos vaya a cambiar. Ahí están las declaraciones y las políticas concretas de los Merkel, Rajoy, Cameron, Renzi y Hollande.

Las políticas de austeridad han fracasado, en la mayoría de los países, han destruido empleo,  han retrocedido los salarios y las condiciones de vida y laborales de los trabajadores, han debilitado el Derecho del Trabajo, y han logrado cierta reestructuración del aparato económico y productivo, además de adelgazar el estado del Bienestar. Pero aun así, las políticas neoliberales no han podido solucionar la crisis que se desencadenó ya hace varias decenas de años. Europa necesita una nueva política económica de crecimiento económico sostenible, de creación de empleo de calidad,...

PLAN DE INVERSIONES DE LA CONFEDERACIÓN EUROPEA DE SINDICATOS

En los últimos meses el movimiento sindical europeo, con la Confederación Europea de Sindicatos al frente, ha dado a conocer a los Gobiernos su propuesta de un Plan de Inversiones para el crecimiento, el empleo y la cohesión social, que permitiría crear 11 millones de puestos de trabajo en diez años, como alternativa a las fracasadas políticas de austeridad que solo han servido para aumentar el desempleo, privatizar servicios públicos y recortar derechos, salarios, pensiones y prestaciones sociales.

La CES propone medidas especificas, entre ellas la cooperación reforzada en torno al fraude fiscal, la evasión de impuestos y los paraísos fiscales; la reforma del mercado financiero, promover servicios públicos de calidad, el diálogo social y la negociación colectiva, junto al respeto de las normas sociales europeas. Exige un objetivo de inversión de un 2% adicional del PIB de la UE durante un periodo de diez años. También se orienta a que las inversiones vayan a la transformación de la energía; la red y las infraestructuras y viviendas para las personas mayores, viviendas sociales y promoción de una gestión sostenible del agua.

Para la Confederación Europea de Sindicatos es fundamental garantizar el control democrático  sobre la orientación política y la supervisión del Plan, y en este control los sindicatos deben formar parte de este sistema de control.

NINGUN PARADO CON CARGAS FAMILIARES DEBE ESTAR SIN PROTECCIÓN

En el Estado español, la tasa de cobertura de la protección por desempleo se ha recortado. Esta caída es el resultado de la profunda destrucción de empleo y de la larga duración de la crisis, para los que el sistema de protección por desempleo no tiene respuesta, pues la naturaleza del seguro es transitoria.

El primer resultado de la negociación  del Plan de Empleo, que el Gobierno se ha comprometido a realizar este mes de Setiembre, con CCOO y UGT, debe ser reinsertar laboralmente a los 506.00 desempleados sin ingresos laborales

La alta incidencia del paro, la caída de la tasa de cobertura y la larga duración de la crisis ha hecho que aumente, de manera importante la exclusión social y la pobreza.

Por ello, es urgente que el primer resultado de la negociación  del Plan de Empleo, que el Gobierno se ha comprometido a realizar este mes de Setiembre, con CCOO y UGT, sirva para reinsertar laboralmente a los 506.00 desempleados que son personas de referencia en los 769.000 hogares sin ingresos laborales (procedentes de salario, pensión, prestación o subsidio) que agrupan a las personas en peor situación, que más están sufriendo la crisis. Ningún parado con cargas familiares debe estar sin protección.

Para CCOO, el objetivo de la negociación de un Plan de Empleo es la inserción laboral del colectivo de desempleados más necesitados y evitar así el aumento del desempleo estructural, al tiempo que se recortan los índices de exclusión y pobreza.

CCOO pretende que la tasa de cobertura de protección por desempleo aumente de manera importante  en un corto espacio de tiempo y que la tasa de exclusión social, se reduzca. No cabe duda, que este Plan de Empleo exige financiación publica, y que el gobierno debe dedicar  recursos financieros para la puesta en marcha del Plan.

Los últimos datos  sobre la inflación en nuestro país, han puesto al descubierto las limitaciones del sector exportador para impulsar la recuperación, máxime cuando se ralentiza las economías de la UE.

La salida de la crisis sólo puede venir de políticas económicas industriales que combinen el fortalecimiento del mercado interno con medidas que sirven para modificar  a medio y largo plazo el sector exportador.

LOS SALARIOS DEBEN AUMENTAR SU PARTICIPACIÓN EN LA RENTA NACIONAL

En los últimos años, ha caído la participación de los salarios en la renta nacional, ha aumentado la distancia entre los salarios altos y bajos y entre los salarios altos y la media salarial.

La desigualdad en la distribución de la renta nacional se ha agrandando, y corre el riesgo de aumentar la distancia entre ricos y pobres.

La actualización del Salario Mínimo Interprofesional tendría efectos positivos para la mayoría de los asalariados, se recuperaría el poder adquisitivo, aumentaría la demanda y se incrementaría la producción y el empleo de calidad

La actualización del Salario Mínimo Interprofesional es una necesidad. El SMI, ha perdido más de seis puntos de poder adquisitivo en los últimos años, además de estar muy por debajo del salario mínimo en los países europeos. Su actualización tendría efectos positivos para la mayoría de los asalariados, se recuperaría el poder adquisitivo, aumentaría la demanda y se incrementaría la producción y el empleo de calidad. El Gobierno además de estudiar, como se recoge en la declaración del 29 de Julio, entre el Gobierno, las organizaciones empresariales y los sindicatos, debería aprovechar el proceso  de la negociación para sentar las bases para un Salario Mínimo Interprofesional digno.

Además, para que exista una recuperación vigorosa, que sirva para el crecimiento del empleo de calidad en el Acuerdo Interconfederal que se ha empezado a negociar entre las organizaciones empresariales y los sindicatos, los salarios deben recuperar y aumentar su nivel de participación en la renta nacional.

Para que los salarios mantengan su participación en la renta nacional, se  requiere que su crecimiento en términos reales sea igual al de la productividad.

Para que la renta no se distribuya en contra de los trabajadores, los salarios deben resarcirse  del poder adquisitivo que hayan perdido a consecuencia de la subida de precios  y deben participar  de los frutos del progreso que supone el incremento de la productividad.

Más salario, más consumo, más empleo de calidad, política de inversiones, defensa de los servicios públicos, es la alternativa a las políticas de austeridad.

Si los salarios no recuperan su poder adquisitivo, no se favorecerá el crecimiento de la actividad económica y del empleo.


Ramón Górriz | Secretario confederal de Acción Sindical de CCOO

Dignidad y emergencia social: Plan de empleo