sábado. 20.04.2024
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Rubén Urosa, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, debería aclarar si el hecho de que la temporalidad juvenil (53%) sea más del doble que la media y haya aumentado en seis puntos desde el inicio de su mandato no constituye un elemento de precariedad que dificulta a la juventud trabajadora diseñar un proyecto de vida

El director general del Instituto de la Juventud (INJUVE) ha decidido enmendar la realidad nuevamente al asegurar que no cree que el empleo al que están accediendo las personas jóvenes en nuestro país “sea precario”, obviando así tanto todos los indicadores sociolaborales que señalan que la temporalidad juvenil alcanza el 53% y que más del 90% de los contratos firmados este año son de carácter temporal, como fenómenos vinculados a la explotación laboral como el de los falsos autónomos.

El director general del INJUVE, Rubén Urosa, ha decidido volver a enmendar la plana a la realidad. Si hace un año relativizó la propia realidad de la emigración juvenil, afirmando que le pone “los pelos de punta que se hable de fuga de cerebros cuando lo que hay es movilidad”, este verano ha optado por pasar por encima de todos los indicadores sociolaborales oficiales y negar directamente la existencia de la precariedad juvenil y de fenómenos vinculados a la explotación laboral como el de los falsos autónomos.

Urosa, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, debería aclarar si el hecho de que la temporalidad juvenil (53%) sea más del doble que la media y haya aumentado en seis puntos desde el inicio de su mandato no constituye un elemento de precariedad que dificulta a la juventud trabajadora diseñar un proyecto de vida, como lo es el hecho de que más del 90% de los contratos firmados a lo largo del último año fueran temporales. El incremento de los contratos a tiempo parcial, hasta un 28%, constituye otro elemento que el director general del INJUVE debería valorar, no antes de constatar que siete de cada diez jóvenes que han firmado un contrato de ese tipo lo ha hecho al verse incapaz de conseguir un empleo a jornada completa.

Jóvenes CCOO también considera que el director general del INJUVE haría bien en revisar los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria, que –además de mostrar un descenso salarial continuado en los últimos años- pone de manifiesto que, si el salario medio anual es de 18.505 euros, el de los jóvenes de 18 a 25 años es de 6.044 y el de aquellos con una edad comprendida entre los 26 y los 35 años es de 14.555 euros.

AUTÓNOMOS, BECARIOS Y POBRES

Declaraciones insultantes como las del director general del INJUVE sólo pueden realizarse desde un profundo desconocimiento de la realidad sociolaboral juvenil

“Los jóvenes son jóvenes, pero no son idiotas”, ha concedido Rubén Urosa. “Yo considero que un joven no se hace autónomo si no quiere hacerse autónomo. […] Considero que el señor que se dé de alta es porque quiere o tiene interés en facturar como autónomo o porque varias empresas le plantean facturar así”. Y ese es el problema: que muchos jóvenes deciden hacerse autónomos porque las empresas les obligan a facturar así si es que quieren disponer de algún ingreso a final de mes. Como otros muchos se ven obligados a desarrollar su trabajo como becarios, en ocasiones sin ninguna contraprestación económica, con la esperanza en que ese abuso acabe derivando con el paso del tiempo en un contrato, por precario que sea. Pero para hablar de estas situaciones, padecidas por miles de jóvenes, no cabe hablar de libertad, sino de pura explotación que deriva –como el resto de facetas de la precariedad- en que el 36,4% de los españoles de entre 16 y 29 años se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, como denunció ayer mismo Jóvenes CCOO.

Jóvenes CCOO considera que declaraciones insultantes como las del director general del INJUVE sólo pueden realizarse desde un profundo desconocimiento de la realidad sociolaboral juvenil, por lo que el sindicato está dispuesto a mantener con Rubén Urosa tantas reuniones como sean necesarias para informarle de lo que está sucediendo realmente en España en términos de empleo y hacerle comprender la precariedad en la que vive instalada la juventud trabajadora.

Es "insultante" que el Gobierno niegue que el empleo juvenil en España sea precario