jueves. 28.03.2024
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Desde Comisiones Obreras consideran que se trata de una medida propagandística, elaborada fuera del marco del diálogo social en el que se intenta diseñar un Plan de Choque destinado principalmente a los jóvenes en desempleo y con baja cualificación, los desempleados mayores, y parados de larga duración, para los cuales se pretende que este Plan permita su vuelta al trabajo y una protección adecuada mientras permanezcan en desempleo.

El problema del paro juvenil no se resuelve con medidas aisladas sino abordándolo con seriedad y con objetivos claros

En la reunión de la mesa de diálogo social del Plan de Choque por el Empleo celebrada el 20 de junio, el Secretario de Estado de Empleo explicó los contenidos de la medida anunciada a “bombo y platillo” por la Ministra de Empleo de crear una ayuda de 430 euros para los jóvenes inscritos en la Garantía Juvenil, con estudios inferiores a bachillerato o formación equivalente, que fueran contratados como aprendices durante un año como mínimo. Medida que fue anunciada sin el consenso previo con los integrantes de esta mesa.

El sindicato trasladó al Secretario de Estado de Empleo sus primeras reacciones a esta propuesta: valora positivamente que lo anunciado, en un principio, como complemento salarial por la Ministra de Empleo se revelara finalmente como una ayuda, y negativamente que el Ministerio se dedique a una política de anuncios y propaganda en lugar de una negociación seria que, en su fase actual, requiere de un trabajo leal apartado del foco mediático.

CCOO, asimismo, expresó una serie de dudas sobre la efectividad de la propuesta y sobre la oportunidad de pensar en otras más eficaces que caben dentro del paraguas de la Garantía Juvenil Europea y que han tenido éxito en otros países.

El presupuesto de 500 millones para la ayuda puede terminar no gastándose. Se hacen muy pocos contratos de aprendizaje al año, a pesar de estar completamente bonificados en el coste de la Seguridad Social y subvencionados en el coste de la formación; y cuando se han hecho más ha sido debido al aumento de la rotación y a la disminución de su duración por debajo del año. En 2016 sólo se registraron 46.384 contratos de aprendizaje.

No se ha presentado ninguna evaluación del impacto de las medidas de implantación de la Garantía Juvenil, hasta la fecha, y esta nueva iniciativa carece también de una mínima previsión de impacto sobre el empleo de los jóvenes o en las relaciones laborales dentro de las empresas.

Más allá de las ventajas y desventajas que puede plantear la aprobación de esta propuesta CCOO entiende que el problema del paro juvenil no se resuelve con medidas aisladas, sujetas a la existencia de unos fondos europeos. Es necesario abordar este problema con seriedad y con unos objetivos claros y bien definidos.

El Gobierno podría tener en cuenta las experiencias llevadas a cabo por otros países europeos en el entorno de la Garantía juvenil, que están consiguiendo importantes resultados en la reducción del paro de los jóvenes y en su mejor preparación para el empleo.

CCOO requirió al Gobierno sobre la posibilidad de modificar la propuesta, ampliando sus objetivos hacia una labor de asesoramiento y acompañamiento individualizado de los jóvenes que pudieran beneficiarse de un programa como este, definiendo las medidas formativas y de incentivo a la contratación a las personas que, dentro de este colectivo, tienen más dificultades para acceder a un empleo.

La respuesta del Gobierno a este requerimiento fue positiva, comprometiendo una ampliación de la propuesta y un proceso de negociación. Esto es poco coherente con una rueda de prensa al día siguiente en la que se habla de un “complemento salarial naranja” y que nos hace pensar más en un efecto anuncio permanente, que en un plan de choque meditado, amplio y eficiente para la inserción laboral de este colectivo.

Garantía juvenil: ¿campaña publicitaria o Plan de Choque por el Empleo?