viernes. 29.03.2024
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Los paros globales se harán en días picos del año, como por ejemplo, el Prime Day o el Black Friday

Amazon en Lucha, nombre con el que se autodenomina el colectivo de trabajadores de los almacenes de Amazon en San Fernando de Henares en Madrid, se ha internacionalizado. Después de protagonizar la primera huelga general en España contra el gigante estadounidense, el comité de empresa ha labrado alianzas con sindicatos y trabajadores de otros países. Fue el pasado 19 de abril en una reunión en Roma con representantes de los sindicatos mayoritarios a nivel global, presentes en la mayor empresa de mensajería del mundo.

Bajo la batuta de la confederación sindical UNI Global Union que agrupa a más de 20 millones de trabajadores y a más de 600 sindicatos, los representantes españoles lograron tres importantes acuerdos: adoptar como símbolo internacional de reivindicación del conflicto de Amazon la propuesta hecha por los trabajadores en España y que será utilizado en varios idiomas; responder con acciones globales a los problemas transnacionales comunes que sufren los trabajadores de la compañía en todo el mundo; y la constitución del Comité de Empresa Europeo que ya ha sido comunicada a la dirección de Amazon en Luxemburgo.  

amazon en lucha 

“Globalizar el conflicto” es la primera y gran batalla ganada por los sindicatos españoles según subraya Douglas Harper, delegado de CCOO en Amazon. Esto se traducirá en huelgas y paros generales coordinados en varios países así como distintas movilizaciones como protesta a las condiciones laborales que impone la empresa. Los paros se harán en días picos del año, como por ejemplo, el Prime Day que se celebra a mediados de julio, o el Black Friday de noviembre, días en los que se ponga en serias dificultades al gigante logístico.

Muchas son las reivindicaciones que harán confluir a miles de trabajadores en este conflicto global. Douglas Harper destaca como “piedra angular” la salud laboral. Graves problemas de salud derivados de los altos ritmos de trabajo y la presión constante. Según denuncia este trabajador, Amazon no cumple en materia de prevención de riesgos laborales con la Directiva de Salud Laboral de Europa. Los llamados ‘pickers' (repartidores) pueden llegar a caminar de media 25 kilómetros diarios, y los empaquetadores, conocidos como 'packers', sufren de movimientos repetitivos durante toda su jornada, con ritmos de vértigo, situados en habitáculos de apenas 1 m2 en el que casi no se pueden mover ni tienen acceso a nadie.

Otra de las reivindicaciones comunes es la “dificultad de negociar colectivamente con la empresa” ni en aspectos laborales ni salariales. De hecho, en Madrid, la dirección de Amazon no ha dado ni un solo paso tras la huelga para sentarse con los trabajadores y sigue imponiendo su convenio en vigor desde el pasado 1 de abril, un convenio que recorta gravemente sus derechos laborales. La conciliación familiar, la obligación de acometer turnos “imposibles”, la alta temporalidad (en picos de ventas alcanza el 60%), la obligación, en muchos casos, de trabajar todos los fines de semana, o los salarios bajos, son otros de los problemas que sufren los trabajadores, ya sea en España, Francia, Alemania, Italia, Polonia, República Checa, etc.

Las represalias por parte de la empresa no han tardado en llegar. Tras la huelga en Madrid los pasados 21 y 22 de marzo, se han producido muchas finalizaciones de contrato, principalmente de trabajadores temporales que secundaron los paros. También ha habido amenazas veladas e insultos, según denuncian algunos trabajadores de la plantilla en Madrid.

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