viernes. 19.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / ANTONIO SANTO 01.10.10

Los equipos españoles no han tenido la mejor de sus jornadas en esta semana de competición europea. De los combinados que disputan la Champions League, Barcelona, Madrid y Valencia, sólo el Madrid ha sido capaz de ganar su partido; y eso después de un duelo soso, pesado, en el que los hombres de Mourinho apenas consiguieron trazar juego. Un solitario gol del argentino Di María (que quizá fue de los más destacados del partido, o al menos de los más incisivos en ataque) bastó para tumbar a un débil Auxerre que este año ronda los puestos bajos de la tabla francesa. Cristiano Ronaldo continúa paseándose desquiciado por los campos de juego en un via crucis que ya veremos cuándo y cómo terminará; a algunos nos empieza a oler que el luso no terminará su contrato en Madrid. Lo más destacado del partido fueron, una vez más, las salidas de tono de Mourinho, que con tal de que no se hable del nulo juego de su equipo es capaz de poner en la picota a uno de los jugadores que, precisamente, mejor está jugando este año: despreció al joven Pedro León al contestar, cuando le preguntaron por qué no lo alineaba, que el ex getafense tampoco es Maradona ni Zidane como para que los periodistas pregunten por él. Mou, nunca leerás esto, pero desde aquí un mensaje: tú alineas a quien tú quieras y nosotros preguntamos lo que nos da la gana. Ése es el trato, te guste o no.

El Barça, que sin desplegar tampoco un buen juego no fue tan mediocre como el Madrid, no fue capaz de pasar del empate a 1 contra el Rubin Kazan, que en los últimos años se ha convertido en su bestia negra en Europa. La mejor noticia de ese partido fue la vuelta a los terrenos de juego de Messi, que parece ya totalmente recuperado del bestial pisotón propinado por Ujfalusi. Definitivamente, el argentino está hecho de otra pasta. Lástima también el resultado del Valencia, que se complica la clasificación al perder 0-1 en casa. El combinado ché nadó y nadó pero acabó muriendo en la orilla: en los últimos minutos Chicharito les metió un gol que obliga a conseguir buenos resultados en los próximos partidos si no quieren ver prematuramente terminada su vuelta a la gran competición europea.

En la Europa League la suerte en los resultados también se repartió entre los equipos. El Getafe perdió en Suiza ante el casi desconocido Young Boys; Míchel parece no darle demasiada importancia a esta competición y efectuó un buen número de rotaciones en su equipo. La peor noticia no fue la derrota en sí (el Geta mantiene intactas sus opciones de clasificarse, ya que ganó en la primera jornada), sino la lesión de Mario: una rotura de tendón de Aquiles le obliga a decir adiós a la temporada. El Atlético de Madrid sólo empató a 1 en casa ante el Bayern Leverkusen, con un juego apático y fallos al defender jugadas de estrategia (de ahí vino el gol de los alemanes) que habrá provocado las iras de Quique Sánchez Flores hacia sus jugadores. El gol del empate lo marcó Simâo de penalty en el segundo tiempo. Penalty, por cierto, señalado por el juez de gol: la primera vez que ese quinto árbitro colocado por la UEFA ha servido de algo. En el lado bueno están Sevilla y Villarreal; Manzano se estrenó en el banquillo sevillista con victoria a domicilio ante el Borussia de Dormund (0-1), y el Villarreal desplegó buen juego, venció y convenció ante el Brujas belga (2-1 con goles de Rossi y Gonzalo) .

Suerte desigual en Europa