viernes. 29.03.2024
ENTREVISTA AL DIRECTOR JOSé LUIS IBáñEZ SALAS

Punto de Vista Editores, libros digitales en tiempos de crisis

Punto de Vista Editores se asomó a la red hace algo más de un año. Una editorial preferentemente digital de la que hablamos con José Luis Ibáñez Salas, uno de sus fundadores, continuando con nuestra serie de entrevistas con editores independientes.

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José Luis Ibáñez Salas, editor

La nueva realidad digital está propiciando la aparición de nuevos proyectos editoriales además del lógico reajuste que, junto al realizado a consecuencia de la crisis, vienen realizando las editoriles ya consolidadas. Algunos de esos proyectos asumen con todas las consecuencias el desafío que para la cultura del libro supone la revolución tecnológica y el mundo digital. Tal es el caso de la editorial Punto de Vista, a uno de cuyos principales artífices, José Luis Ibáñez Salas, hemos hecho llegar nuestras preguntas. Ibáñez Salas nació en Madrid en 1963. Se licenció en Filosofía y Letras, especializándose en Historia Moderna y Contemporánea. Editor e historiador, fue el responsable del área de Historia de la Enciclopedia multimedia Encarta, ha dirigido la colección Breve Historia para Nowtilus y ahora es promotor de nuevos proyectos en Sílex Ediciones, donde ha publicado su libro El franquismo. Asimismo, dirige la revista digital Anatomía de la Historia, es editor de Santillana Educación y socio fundador de Punto de Vista Editores.

Nueva Tribuna:  ¿Cómo nace la editorial Punto de Vista Editores y con qué objetivos?

José Luis Ibáñez Salas: Punto de Vista Editores se vislumbró en 2012 tras el impulso de tres personas que decidieron comenzar su andadura juntos basándose inicialmente en el formato digital, que ofrece unas ineludibles ventajas logísticas y de realización. Esas tres personas son los editores Alberto Vicente y Silvano Gozzer (Anatomía de Red) y Ramiro Domínguez (director editorial de Sílex ediciones), y los tres decidieron contar conmigo en ese proyecto para cubrir la necesaria creación de un catálogo y colaborar con una red de autores de valía. Un proyecto que iríamos dando forma poco a poco. En junio de 2013 nuestra web, nuestra tienda digital, ya estaban en la Red.

NT:  Una editorial de libros digitales no es algo habitual. Da la sensación de que estáis explorando un territorio nuevo, que en España, en comparación con EE. UU. o Gran Bretaña, todavía ha rendido pocos frutos. ¿Cómo valoras la experiencia en el tiempo que lleváis desde el nacimiento de la editorial?

JLIS: A mi modo de ver es inexplicable el abismo de la receptividad de los contenidos digitales de pago que hay entre esos países que mencionas, sin ir más lejos, y España. Y no parece algo que vaya a crecer de inmediato, pese a todo el esfuerzo de editoriales como la nuestra por mostrar que los precios racionalmente asequibles no tienen parangón con otras formas de acceso a la cultura. Aunque eso sí, la experiencia no nos separa en modo alguno del camino emprendido, de esa ruta que decidimos acometer porque sabíamos que no podíamos no hacerlo. No podíamos tener a nuestro alcance este modelo, tener nuestra capacidad y nuestra pasión e ignorar el reto.

NT: ¿Con qué colecciones cuenta? Parece que ha optado preferentemente por la no ficción. Ensayo, historia....

JLIS: Si ves nuestro catálogo, tenemos varios títulos dedicados a la ficción, habitualmente a la llamada novela histórica… Pero sí, es el ensayo, la historia, las humanidades pero también la música o el deporte, la base esencial de nuestro catálogo, un catálogo que mezcla la alta divulgación con la narrativa. No hemos parcelado aun en colecciones ese catálogo pero sí tenemos ya una serie de la que ya hemos publicado un título incluso en versión “analógica”, a modo de presentación en el mundo de las librerías de toda la vida. Esa serie es "CoolTure", escrita por Alejandro Lillo y por Justo Serna. Un hito, será un hito en la historia de la cultura, en el ensayo escrito en español culto y cool a un tiempo. Seguro.

"Es inexplicable el abismo de la receptividad de los contenidos digitales de pago que hay entre países como EE. UU. o Gran Bretaña y el nuestro"

NT: ¿Tenéis una "política de autor" o eso queda para las grandes editoriales en papel?

JLIS: No sé qué es una política de autor. Nuestra forma de actuar con los autores es considerarles las figuras esenciales del catálogo. Sin autores no hay nada, ni editoriales, ni libros ni catálogos, ni lectores.

NT: ¿De qué títulos se siente la editorial especialmente "orgullosa"? ¿Ha contado con algún "éxito de ventas" o eso es una pura utopía? ¿Podrías destacar autores de interés para los lectores de Nueva Tribuna entre los de vuestra "cuadra"?

JLIS: Sé el sentido en el que se usa esa infeliz palabra (“cuadra”), pero preferiría usar otra expresión, los autores que nos confían su talento y su trabajo. Estaría muy feo que destacara a alguno de los autores, habiendo unos de un reconocimiento popular entre ellos pero también otros que lo merecen sin duda igualmente y a los que les hemos dado su primera oportunidad en el arte de publicar.  Si los lectores de Nueva Tribuna entran en nuestra web (http://puntodevistaeditores.com) verán de qué les hablo.

NT: El fondo es por ahora muy limitado aunque riguroso. ¿Se sustenta en una cierta "línea editorial" o tiene mucho de azarosa?

JLIS: Imagino que para nutrir de una “línea editorial” inequívoca, prevista y deseada hace falta algo más que la voluntad y la formación. No sé si me explico. Pero el objetivo es que esa línea editorial, ya sin comillas, sí sea visible, identificable. La finalidad, nuestro deseo es que sea eso, la línea editorial de Punto de Vista Editores, aquella que haga que cada vez que publiquemos un libro haya lectores que sepan que es un libro de Punto de Vista y añadan al hablar de él… “No cabe duda”.

NT:  ¿Cómo ves el panorama editorial con la crisis como telón de fondo? ¿Cuesta mucho consolidar una editorial como Punto de Vista?

JLIS: Nosotros contamos con una triple categoría de obstáculos: la crisis estructural, mundial, especialmente española, la de los libros como producto a la venta y la de lo digital que se vende y que parece estar en crisis desde que nació, al menos como ya dijimos antes en España. Tenemos una ventaja. Nuestra paciencia. Saber esperar mientras damos a los lectores todo lo que sabemos y toda nuestra pasión de editores.

NT: Una pregunta que suelo hacer a todos los editores: ¿Estamos ante una crisis de lectores o ante una crisis de poder adquisitivo de los lectores?

JLIS: Hay posturas encontradas a este respecto, por un lado la de quienes fían todo a los malos tiempos de la crisis del capitalismo (de la nueva crisis del capitalismo, de otra crisis del capitalismo) y por otro la de aquellos que consideran que la culpa de todo la tienen los editores, las editoriales, las compañías que venden contenidos. Yo no sé qué responder a esto pero quizás me incline más porque hay una mezcla de ambas situaciones y tal vez algún otro factor muy complejo y difícil de explicar que se escapa al objeto de esta entrevista.

NT: ¿La librería es un instrumento útil en el circuito editor-lector en la edición digital o se queda fuera del circuito? Más bien parece que la relación se establece a través del PC, del lector al editor y viceversa.

JLIS: Afortunadamente, nosotros estamos en vías de combinar ambas líneas, la digital que nos identifica de salida, y la “analógica” que vemos necesaria y duradera, muy duradera. Por lo que yo sé, solo en esta última forma de presentación de nuestros productos culturales, de nuestros libros, tiene sentido de utilidad una librería convencional, tradicional, con un librero al frente.

NT: ¿Y las bibliotecas públicas, donde es creciente la demanda por parte de los usuarios de libros digitales? ¿Tenéis, como editorial, acceso a ellas?

JLIS: Por supuesto. Es el lugar primordial donde un libro debe estar, y ahí están nuestros libros.

NT: ¿Consideras necesaria una política de ayudas y subvenciones de las Administraciones parecida a la que funciona para la edición en papel? ¿Cuál es vuestra experiencia?

JLIS: Nosotros hemos decidido no acudir a ellas (hoy por hoy). Pero a mi modo de ver sin ellas es más que posible que haya huecos culturales necesarios que queden sin cubrirse, como ocurre con la edición analógica. Aunque eso sí, los tiburones dirán que ¿acuentodequépagarloquenoeseficiente?

NT: Aunque quizá no afecte a unas colecciones como las de Punto de Vista, dirigidas a un público muy especial, ¿están determinando los grandes grupos editoriales la omnipresencia del best-seller, de los libros  pensados para grandes públicos, en  el mundo del e-book?

JLIS: En realidad nosotros no nos dirigimos a un público muy especial, si bien sí tenéis razón de alguna manera en que no nos dirigimos a toda la comunidad lectora, aunque sí pretendemos aprovechar la locura de la no-prescripción que aparenta vivir a sus anchas en Internet para convencer poco a poco a los buenos lectores, que son muchísimos, de que editoriales como la nuestra les ofrecen lo que quieren y necesitan leer. Lo que hacen las grandes editoriales no es precisamente nuestro faro, aunque evidentemente estamos al tanto. Preferimos editar, publicar, a mirarnos el ombligo continuamente.

NT: ¿Cómo pueden "defenderse" de esa política las pequeñas editoriales independientes? ¿Puede ser una vía el asociacionismo, la negociación colectiva con librerías?

JLIS: En principio, la asociación puede ser una buena idea, sobre todo respecto a las negociaciones colectivas con los grandes operadores de distribución, pero hasta el momento estas iniciativas nunca han terminado de funcionar en el sector editorial.

NT: ¿Con qué perspectivas y con qué objetivos estáis trabajando a corto y medio plazo?

JLIS: En el corto plazo, trabajamos seleccionando cuidadosamente todos los títulos al tiempo que queremos mostrar cuanto antes sea posible un catálogo amplio: aunque suene a contradicción, en realidad conocer las dinámicas de edición de contenidos ayuda mucho a lograrlo. En cuanto al largo plazo…

NT: ¿Con qué novedades afrontáis el futuro inmediato, casi cabría decir el nuevo año?

JLIS: Tenemos casi lista la segunda entrega de la serie "CoolTure", un maravilloso texto de Justo Serna en el que Serna se muestra como un consumado ensayista en las distancias cortas capaz de mezclar la narración y el humor hilarante con las reflexiones sesudas pero siempre llenas de alicientes para la lectura divertida. Se llama Todo es falso salvo alguna cosa. Observaciones sobre el mundo contemporáneo. Y por supuesto la obra ganadora de nuestro I Premio de ensayo, México-Buenos Aires. El combate de nuestras ciudades del argentino Pedro Conrado Sonderéguer. Y Andén, de Roberto Villar, una novela que dará que hablar por su poderosa manera de mostrar el recuerdo de un hecho eterno. Y la polémica pero excitante Traidores que cambiaron la Historia, de José Manuel Lechado.

Punto de Vista Editores, libros digitales en tiempos de crisis