viernes. 19.04.2024
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Foto: Pixabay

Es la residencia oficial de los reyes de británicos. Es famoso por albergar una parte sustancial de la Royal Collection, que es extraordinario conjunto de obras artísticas fruto del coleccionismo real. 

El palacio, originalmente conocido como Buckingham House, era en un principio un petit hotel construido para John Sheffield, para el primer duque de Buckibgham y Normanby, en el año 1703, y adquirido por el rey Jorge III, en el año 1762, para convertirlo en residencia privada. 

Sufrió una serie de ampliaciones a lo largo de los siguientes setenta y cinco años, creándose tres alas que conforman un patio central abierto. 

Con la llegada al trono de la reina Victoria de Inglaterra, el Palacio de Buckingham pasó a ser la residencia oficial de la monarquía. Durante los siglos XIX y XX se hicieron algunas reformas en el palacio, como la que se llevó a cabo en el año 1913 y que dio al palacio su fachada principal actual, incluido el balcón desde donde saluda la familia real.

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El interior georgiano original del siglo XIX, es el que se conserva actualmente. Se compone de brillantes escayolas con incrustaciones de lapislázuli azul y rosa. El rey Eduardo VII redecoró el palacio añadiendo una decoración del tipo Belle Époque en tonos crema y dorados. Algunos salones de recepción están decorados en estilo chino con muebles provenientes del pabellón real de Brighton y de Carlton House.

El palacio cuenta con 777 habitaciones y los jardines del palacio constituyen los jardines privados más grandes de Londres. El lago artificial fue creado, en el año 1828, y recibe agua del lago Serpentine, que es mismo que se encuentra en el Hyde Park.

La primera edificación construida en el lugar donde ahora se encuentra el palacio fue la casa Goring, construida en el año 1633. Esta casa fue diseñada por el arquitecto William Winde, construyendo un gran bloque central de tres pisos y dos edificios anexos más pequeños.

Cuando fue comprada por el rey Jorge III en el año 1762, se pensó utilizar el edificio como residencia privada para la familia real, particularmente para la reina Carlota. Mientras tanto, el palacio de St James se seguiría usando como residencia oficial y ceremonial del rey. 

La reina Carlota murió en el año 1818, y dos años más tarde lo haría su marido el rey Jorge III. Jorge IV decidió ampliar Buckingham para dedicarlo junto con St. James a los actos de Estado, pero en el año 1826, decidió convertir Buckingham en un palacio real. 

El nuevo edificio se construyó en piedra utilizando un estilo neoclásico francés. Se crearon dos alas más dejando un patio interior abierto. Esta es la estructura que se mantiene hasta la actualidad, salvo la fachada este que cierra el patio, que es de más reciente creación. 

En ese lugar, se encontraba un impresionante arco de triunfo inspirado en el Arco de Constantino de Roma. Jorge IV quería coronarlo con una estatua ecuestre suya. Sin embargo, el monarca murió antes y el Parlamento decidió instalar la estatua en Trafalgar Square

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Se quería también que los interiores del palacio fueran de una belleza incomparable. Jorge IV había encargado el diseño interior a Charles Long, quien basaba sus obras en la escayola y las incrustaciones de lapislázuli. La muerte de Jorge IV en el año 1830, impidió que se completara la decoración de los interiores hasta el reinado de Guillermo IV, que era un hombre de gustos sencillos.

Aunque los reyes celebraran actos y recepciones en los salones de Estado del palacio, nunca residieron en él, ya que preferían Clarence House. La mayoría de los salones de recepción fueron amueblados en esa época y aún se mantienen en la actualidad. Utilizan el estilo chino con muebles del pabellón real de Brighton y de Carlton House.

Con la llegada de la reina Victoria al trono en el año 1837, el Palacio de Buckingham pasó a convertirse en su residencia real. Los salones de Estado se caracterizaban por la infinidad de colores, las necesidades del nuevo palacio pasaban por ser menos lujosas. Se sabe, que las chimeneas expulsaban tanto humo, que tuvieron que dejar de encenderlas, dándole al palacio una gélida magnificencia. 

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La ventilación era tan mala que el interior desprendía mal olor, y cuando se decidió instalar lámparas de gas, hubo una seria preocupación sobre los posibles escapes de gas en las plantas inferiores. También, se criticaba la dejadez de los trabajadores y la suciedad que reinaba en palacio. 

Cuando la reina contrajo matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia Coburgo Gotha, éste pasó a ocuparse de los asuntos internos del palacio y de los empleados. Se solucionaron todos los problemas y los constructores pudieron finalmente abandonarlo en el año 1840.

La gran ala este del palacio, actualmente la fachada principal del mismo, fue construido después del matrimonio de la reina Victoria. La pareja encontró el palacio demasiado pequeño para la vida de la corte y su creciente familia. Así que se decidió cerrar el patio para convertirlo en un patio interior. En esta ala se encuentra el balcón desde el que la familia real saluda a sus súbditos.

Desde antes de la muerte del príncipe Alberto, se conocía la pasión de la reina Victoria por la música y el baile y los grandes músicos de la época eran llevados a palacio para interpretar sus obras. El músico Mendelssohn actuó en tres ocasiones.

Durante esa época, el palacio de Buckingham era el escenario de imponentes bailes, de ceremonias reales rutinarias, de investiduras y de presentaciones.

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Tras la muerte de su marido, la reina Victoria abandonó Buckingham y se trasladó a los castillos de Windsor. La actividad de la corte siguió llevándose a cabo en este castillo, y Buckingham quedó relegado a la sombra de la reina Victoria.

Llegó al trono el rey Eduardo VII, en el año 1901, llenando de vida al palacio. El nuevo rey y su mujer la reina Alejandra eran el exponente de la clase alta británica y su grupo de amigos, eran consideradas las gentes más eminentes de la época. Los salones del palacio, especialmente el salón de baile, la Sala del Trono y vestíbulos y galerías fueron redecorados en un estilo Belle Époque de tonos dorados. 

Esta decoración se mantiene hoy en día. De nuevo, el palacio se convirtió en el centro del Imperio británico. La decoración que implantó este monarca no es acorde con el diseño original del palacio.

La última gran reforma del edificio tuvo lugar bajo el reinado de Jorge V. Esta fachada fue diseñada para ser el telón de fondo del monumento a Victoria, una gran estatua en memoria de la reina Victoria. Jorge V, que sucedió a Eduardo VII en el año 1910, tenía una personalidad más seria que su padre, lo que quedó reflejado en la vida del palacio. 

La mujer de Jorge V, la Reina María era una estudiosa de las artes y puso un gran interés en la colección de muebles y obras de arte. La reina también mandó añadir nuevas chimeneas de mármol en estilo imperio.

También fue ella la responsable de la decoración del Salón Azul. Este salón, de 21 metros de largo es considerado por los expertos como el más hermoso de todos cuantos componen el palacio. 

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El palacio de palacio de Buckingham, en el año 1999, contaba con 19 salones de Estado, 52 dormitorios principales, 188 habitaciones de empleados, 92 oficinas y 78 baños. Aunque parezca grande, es pequeño en comparación con otros palacios. El tamaño se puede observar mejor desde dentro, observando el patio interno. Se llevó a cabo una pequeña reforma en el año 1938, convirtiendo el pabellón noroeste diseñado por Nash en una piscina.

Durante la I Guerra Mundial, el Palacio no fue bombardeado. Los objetos de mayor valor de la Royal Collection fueron evacuados a Windsor pero la familia real se quedó en Londres.

Como curiosidad, el mayor cambio de la vida en palacio durante la guerra fue la persuasión que hizo el gobierno sobre el rey para que cerrara la bodega y se abstuviese de beber alcohol con el fin de dar buen ejemplo a las clases bajas supuestamente alcoholizadas.

Estas siguieron bebiendo mientras que el rey tuvo que mantener su abstinencia. Eduardo VIII contó más tarde a un biógrafo, que su padre obtenía un vaso de vino de Oporto todas las mañanas, mientras que la Reina bañaba su macedonia de fruta en champán. Los hijos de los reyes fueron fotografiados en la época sirviendo té a los oficiales encargados de la seguridad del palacio.

Durante la II Guerra Mundial, el palacio sí sufrió daños. Fue bombardeado en más de siete ocasiones, ya que los nazis pensaban, que demoler el palacio desmoralizaría a la nación. Una bomba cayó en el patio interior mientras los reyes Jorge VI e Isabel estaban en él, aunque sí bien hubo daños materiales no los hubo personales. 

Sin embargo, estaba expresamente prohibido relatar esos hechos en público. El bombardeo más serio fue el que destrozó la capilla real en el año 1940. La cobertura del bombardeo se mostró en todas las salas de cine del país para mostrar el sufrimiento común de ricos y pobres. 

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El rey y la reina fueron filmados mientras inspeccionaban los destrozos causados por las bombas en el palacio. En ese momento, la reina pronunció una de sus frases más célebres “estoy contenta de que hayan bombardeado nuestra casa, ahora puedo mirar a las gentes del East End a los ojos”.

Eleanor Roosevelt visitó Inglaterra durante la II Guerra Mundial. La prensa de la época, ansiosa por mostrar las penurias de los monarcas, publicó que los objetos de valor habían sido trasladados al campo para evitar destrozos. 

Dado el rango de la esposa del presidente de Estados Unidos, se dijo que se le ofreció la única habitación confortable que quedaba, el dormitorio personal de la reina Isabel. Sin embargo, es posible que esta historia sea inventada pues ahora se sabe que durante la Segunda Guerra Mundial, la familia real pasó muchas noches en el castillo de Windsor. Es extraño que hubieran dejado a la señora Roosevelt en un palacio vacío para hacer frente sola a una noche de bombardeos.

EL INTERIOR DEL PALACIO

Los principales salones del palacio se encuentran en la zona noble, detrás de la fachada este. Lo primero que aparece es el Salón de Música, cuyo gran arco domina la fachada. Flanqueándolo se encuentran los salones azul y blanco. 

En el centro, sirviendo como un pasillo que une los salones de Estado se encuentra la Galería de Arte, donde cuelgan obras de Rembrandt, Antón Van Dyck, Rubens y Vermeer.

El salón del trono y el salón verde también dan hacia la galería. El salón verde sirve de antesala al salón del trono siendo parte de la ruta ceremonial hacia el salón de trono desde el salón de la guardia, en la parte alta de la gran escalera. El salón de la guardia contiene una gran estatua de mármol del príncipe Alberto con uniforme romano. Estos salones son usados únicamente en ceremonias de estado y oficiales.

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Justo debajo de la zona de estado se encuentran unas salas conocidas como semi-estatales. Se abren al hall de mármol y se usan en actos menos formales tales como las audiencias privadas. 

Algunos fueron nombrados y decorados para visitas particulares como el Salón 1844», creado en el año de la visita del zar Nicolás I de Rusia. En el centro de esta suite se encuentra la Sala del Arco, a través del cual pasan todos los años miles de ciudadanos para las fiestas que da la reina en los jardines de palacio. La reina utiliza una serie de salas privadas en el ala norte.

Entre los años 1847 y 1850, cuando Blore se encontraba construyendo el ala este, el Pabellón Brighton era su referencia, por lo que muchos de los salones de esa nueva ala están decorados en un estilo oriental. 

El comedor rojo y azul chino está decorado con muebles del salón de banquetes de Brighton y de la sala de música, pero tiene una chimenea, también de Brighton con un diseño indio en vez de chino.

El salón Amarillo tiene un mural del siglo XVIII que fue sustituido en el año1817 por el salón de Brighton y la chimenea de este cuarto es una visión europea de cómo sería su equivalente en China. En el centro de esta ala se encuentra el famoso balcón con las puertas de cristal del salón central por detrás. Esta sala está hecha en un estilo chino siguiendo el gusto de la reina María a finales de los años de 1820. 

f9Atravesando la zona noble del ala este se encuentra una galería inmensa, conocida modestamente como el pasillo principal. Tiene puertas y paredes de espejo reflejando pagodas de porcelana y otros elementos decorativos orientales. El comedor chino y la sala amarilla se encuentran al final del pasillo y la sala central se encuentra, obviamente en el centro.

Veamos algunas curiosidades que tiene el palacio de Buckingham.

Cuenta con 775 habitaciones, 78 baños, 760 ventanas y 1.514 puertas. También tiene una capilla, una oficina postal, una alberca, una cafetería, un consultorio médico y un cine. Tiene unas dimensiones de 108 metros de largo y 120 de profundidad, incluyendo el patio central, así como 24 metros de altura.

Edward Jones, conocido como The boy Jones”, entró al palacio tres veces entre los años 1838 y 1841. Después de entrar la primera vez, a los catorce años, fue capturado por la policía con la ropa interior de la Reina Victoria puesta debajo de su ropa.

El cambio de Guardia en el Palacio de Buckingham es una de las atracciones turísticas más importantes de Londres. Es una ceremonia muy honorable, majestuosa y compleja que se lleva a cabo en la entrada principal del Palacio donde los guardias que se encargan de resguardar la seguridad del lugar son relevados de un modo especial, realizando un desfile al ritmo de la banda musical militar. El espectáculo tiene una duración de 45 minutos.

Existen túneles secretos debajo de las calles de Londres que conectan con Clarence House con el Palacio de Buckingham y las Casas del Parlamento. La Madre Reina una vez exploró los niveles bajos del Palacio con el Rey Jorge VI. En el sótano encontraron a un hombre que ninguno de ellos conocía. No era empleado del palacio pero la persona dijo que era “el amigo de un amigo” y que estaba viviendo allí por un tiempo. La Reina lo llamó Geordie y lo describió como “muy cortés”.

En una ocasión, un grupo de amigos turistas que viajaban por Europa, salieron ebrios de un bar y se metieron al Jardín Real del Palacio, creyendo que era un parque público. Fueron encontrados por los perros guardias del Palacio.

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Cada mañana, la Reina empieza el día con una taza de té. A las siete y media de la mañana, le llevan a su dormitorio una bandeja con una tetera, una jarra de agua y otra de leche, así como un plato de bocadillos para sus perros.

La bandera oficial del soberano británico que se encuentra arriba del Palacio de Buckingham ondea cuando la Reina se encuentra allí, y la bandera del Reino Unido es la que está izada cuando ella no se encuentra ahí. En caso de que fallezca algún miembro de la familia real, la bandera cuelga a media asta.

El irlandés Michael Fagan entró al Palacio y a la habitación de la Reina en el año 1982. Se sentó en su cama por diez minutos mientras ella, guardando la calma, mantuvo una conversación con él. La ayuda llegó cuando él pidió un cigarro y la Reina llamó a un sirviente para que le proporcionaran uno.

La reina Charlotte tuvo catorce de los quince hijos en el palacio.

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