jueves. 28.03.2024
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Francia es uno de los países que nunca debemos dejar de recorrer. Entre los sitios que no debemos dejar de visitar es Nimes, que además está muy cerca de nuestra frontera y que sin embargo es poco visitada por españoles.

Ver el anfiteatro es una maravilla lo bien que se ha conservado y que además todavía se utiliza para corridas de toros y diversos espectáculos. Sin embargo, para mí la joya de la corona de Nimes es el “maisson carrée” y del que nunca se olvidará, pues es una de las mejoras muestras del arte romano y además que ahora que ha sido limpiado luce con todo su esplendor.

Por todo ello, no debe nunca olvidarse de Nimes cuando visite Francia.

¿Me acompaña a descubrirla?


La Arena de Nimes 

Es un anfiteatro romano edificado en el año 27 a. C. Este anfiteatro ha sido remodelado en el año 1809, y se utiliza como coso taurino en el que se celebran corridas de toros desde el año el año 1863. La Arena de Nimes es la sede de dos ferias taurinas al año. También se usa para el programa Intervilles junto a otro tipo de espectáculos.

Tiene un ruedo elíptico de 133 m de largo y 101 m de ancho. Tiene una altura de 21 m y se compone de dos niveles de arcadas, su fachada exterior se divide en 60 tramos. Sus numerosas escaleras y 5 galerías circulares permiten una circulación óptima. Está rodeado por 34 gradas, sustentadas por una construcción abovedada. Tiene capacidad para 16.300 espectadores y cuenta desde el año 1989 con una cubierta móvil y un sistema de calefacción.

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Arenas de Nimes

En la época romana, las Arenas de Nimes se convirtieron en el teatro de diversos espectáculos organizados para distraer a los habitantes de la villa y alrededores. Entre ellos, destacan los combates de gladiadores, y la caza pues en ocasiones en que se soltaban animales dentro de la arena y hombres luchaban contra ellos hasta la muerte. 

Construido en tiempos de emperador Augusto, al inicio del Imperio, el anfiteatro fue fortificado por los visigodos y rodeado de una muralla. Durante los turbulentos años que siguieron al hundimiento del poder visigodo en Hispania y Septimania, la invasión musulmana y posterior toma por los reyes francos a principios del siglo VIII, los vizcondes de Nimes construyeron su palacio-fortaleza dentro del anfiteatro.

nimes 3Más tarde un pequeño barrio se desarrolló en su interior, el cual contaba con unas cien viviendas y dos capillas. Setecientas personas vivían dentro en su momento de mayor esplendor. Las construcciones permanecieron en el anfiteatro hasta el siglo XVIII, cuando se decidió eliminarlas para devolver al anfiteatro su aspecto original.

El anfiteatro o circo romano de Nîmes es el mejor conservado del mundo romano. Desde finales del siglo I de nuestra era, fue escenario de cazas de fieras salvajes y combates de gladiadores. Actualmente, acoge numerosas manifestaciones.

En la Edad Media, el monumento, transformado en fortaleza, constituye un refugio para la población en caso de peligro. Posteriormente, el interior estaría ocupado por casas privadas hasta el siglo XIX. En 1809, se demolieron las casas, la capilla y el palacio de los vizcondes de Nimes para devolver al monumento su apariencia antigua.

Actualmente, el circo constituye un prestigioso escenario para numerosos eventos. Da cabida a corridas de toros, congresos, conciertos y manifestaciones deportivas.

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Las Arenas fueron clasificadas como monumento histórico en 1840 y es junto con el de Arlés, los principales anfiteatros romanos del país. El anfiteatro está situado en una gran plaza, rodeada de símbolos taurinos, incluyendo una imagen pintada del torero José Tomás en la fachada de un edificio. Este anfiteatro presenta solo tres elementos decorativos: el lobo lactante Romulus y Remus, dos gladiadores luchadores y dos bustos de toros.

Maisson Carrée

Es un templo romano consagrado al culto imperial. La estructura del edificio es rectangular y mide 26 m de largo, 15 m de ancho con una altura de 17 m. ​Tiene una cubierta a dos aguas y la única escalera de acceso está en la fachada porticada, que daba al foro.

El templo es considerado paradigmático de la arquitectura romana debido a que se alza sobre un gran podio de paredes verticales y que es un templo pseudoperíptero, cuyas semicolumnas laterales y traseras se adosan al muro de la cella simulando así galerías abiertas. Es un edificio hexástilo, es decir, con seis columnas en el pórtico y su decoración es de orden corintio.

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Maison Carré. Al fondo, la Carrée d’Art de Norman Foster

La datación del templo ha dado lugar a diversas controversias. Si algunos autores, basándose en estudios realizados en el siglo XIX y en los de Emile Espérandieu en 1919, fechan la construcción en el año 16 a. C. Otros estudios llevados a cabo entre 1964 y 1970 por encargo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas sitúan su construcción al inicio del siglo I de nuestra era, entre el año 1 y el 4.

El buen estado de conservación de la Maison Carrée se debe a su ocupación continuada desde la Edad Media

Confirman así las fechas avanzadas por un primer estudio del arqueólogo J.F. Séguier en el año 1758. Una inscripción hoy desaparecida, pero reconstituida sobre la base de los puntos de anclaje de las antiguas letras de bronce, indica que el edificio estaba dedicado a Cayo y Lucio César, que eran hijos de Marco Vipsanio Agripa y nietos del emperador Augusto, a los que este último adoptó y nombró para sucederle.

El buen estado de conservación de la Maison Carrée se debe a su ocupación continuada desde la Edad Media. Entre los siglos XIII y XV, fue utilizada como ayuntamiento. En el año 1670, fue vendida a los agustinos que la convirtieron en iglesia. Después de la revolución francesa, albergó los archivos del departamento del Gard antes de ser museo de Nimes en el año 1823. Desde el año 1840, es monumento histórico de Francia

nimes 5El buen estado de conservación del templo se debe en parte a que ha sido restaurado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Hasta el siglo XIX formaba parte de un conjunto de edificios anexos, los cuales fueron demolidos cuando la obra romana pasó a albergar el Museo de Bellas Artes de Nimes quedando así el templo exento que sin duda fue en origen. El pronaos fue restaurado a comienzos del siglo XIX y también entonces se cubrió con un nuevo tejado de estilo romano. El portón actual fue colocado en 1824.

Entre los años 1988 y 1992 se sometió a nuevas restauraciones que incluyeron un nuevo techado y la adecuación de la plaza que lo rodea, con lo que se pudo desvelar el trazado del foro romano.

Se encargó al arquitecto Norman Foster que diseñara el edificio de una moderna galería de arte y biblioteca pública, la Carré d'Art, en el extremo de la plaza que había ocupado el teatro de Nimes, destruido por un incendio en 1952. El proyecto de Foster emplea materiales modernos como acero y vidrio pero toma prestados elementos de diseño de la obra romana como el pórtico y las columnas.

El proyecto de Foster emplea materiales modernos como acero y vidrio pero toma prestados elementos de diseño de la obra romana como el pórtico y las columnas

Entre los años los años 2006 y 2011 el templo romano sufrió una intensa restauración y limpieza que le ha devuelto el esplendor de antaño. La intervención comenzó en su fachada sur, que recuperó su blancura original, y en sucesivas campañas se pasó a intervenir en las fachadas oeste, la del este y finalmente la parte más compleja, el pórtico principal de acceso.

Las obras limpiaron la piedra, restituyeron elementos decorativos en relieve, retiraron restos de restauraciones inadecuadas y consolidaron partes que amenazaban con desplomarse. El 12 de febrero de 2011 la villa de Nimes celebró el final de la espectacular restauración e inauguró una exposición que relataba los cuatro años, las cuarenta y cuatro mil horas de trabajo y los tres millones y medio de euros empleados en recuperar este icónico monumento.

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Detalle de la cornisa.
Capitel corintio y casetón del pórtico y capitel corintio y casetones del pórtico

nimes 7Tour Magne

Es una antigua fortificación de la época del emperador Augusto que ofrece unas magníficas vistas de la ciudad. Es un monumento galorromano y el más imponente vestigio del muy largo recinto romano de Nimes, domina los jardines de la Fuente en el monte Cavalier.

La torre Magne es un edificio prerromano transformado durante la época de Augusto. Tiene una altura actual de 32,5 metros Se compone de una base octogonal, cuya irregularidad se explica por la forma de la torre de piedra seca que abarca. Este último todavía se puede ver dentro de la torre, en negativo. 

nimes 8Forma parte de la muralla y presenta una curva, de 70 m de largo, de la cual permanece al sur y parte del último arco, condujo a la pasarela que atraviesa este primer piso. Desde allí, podías alcanzar la cortina, que estaba en el mismo nivel, norte y oeste. Por encima de esta etapa integrada en el recinto, la torre poligonal es totalmente ciega. 

El acceso a la terraza, que coronaba todo al principio, se realizaba por una escalera de 132 escalones dispuestos con él. Los dos últimos niveles fueron decorados con pilastras toscanas, la otra, que casi ha desaparecido, de columnas.

Se han hecho muchas suposiciones sobre el propósito original de la torre. En la época romana, por su estructura integrada en el recinto, podía desempeñar un papel defensivo y el de una torre de vigilancia o señal. Al duplicar su altura, el poder romano también demostró su poder.

Los Jardines de la Fontaine 

Es un parque público que está diseñado en torno a la fuente que ya era venerada por los pueblos antes de la llegada de los romanos. La fuente de la Fuente es también el origen de la creación de la aglomeración varios siglos antes del período galo-romano. Su organización arquitectónica también destaca dos importantes monumentos antiguos de la ciudad, el templo de Diana y la torre Magne.

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Templo de Diana

Los Jardines de la Fontaine fueron uno de los primeros parques públicos de Europa y hoy es uno de los más notables.

Los Jardines de la Fontaine están en la lista de monumentos históricos desde el año 1840

El distrito Jardins de la Fontaine realmente se desarrolló durante la era galorromana es uno de los más antiguos de la ciudad. Recientes excavaciones han permitido llegar, cerca de las huellas de una zona muy popular indígena, una rica mansión del siglo II y en la intersección de Boulevard y Jaures Rue Sauve, hay un edificio público suntuoso cuyo uso sigue siendo un misterio.

A partir del año 1739 se trabajó para regular el flujo de la fuente y se han descubierto muchos restos de la época romana: un templo dedicado al emperador Augusto y un teatro antiguo. Los jardines de la fuente se hicieron entre los años 1745-1755 sobre la base de estos restos. 

Los Jardines de la Fontaine están en la lista de monumentos históricos desde el año 1840.

Este jardín está centrado en la fuente fundadora de la ciudad, cuyo plan respeta el del antiguo santuario con sus dos escalones en media luna que dan acceso a la fuente, los restos y la base del ninfeo central. La doble escalera que conduce a la terraza superior, el canal Quai de la Fontaine, los canales de regulación y las cuencas completan la arquitectura.

Los caminos están plantados con pinos, castaños, plátanos, tilos y cedros. Muchas especies de plantas mediterráneas también están presentes en las terrazas.

Diez importantes jarrones Medici y ocho estatuas de mármol del castillo de Mosson en Montpellier fueron desmanteladas en la década del año 1740. Son obra, en la década de 1720, del gran escultor francés Nicolas Sébastien Adam.

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Fueron construidos a partir de 1745 a petición del rey Luis XV por Jacques Philippe Mareschal que era ingeniero del rey, director de las fortificaciones de las provincias de Languedoc.

Estos jardines tienen aproximadamente quince hectáreas en una colina, y la puesta en escena del paisaje toma en cuenta y resalta los restos arqueológicos y las fuentes que bordean el sitio.

Los jardines de La Fontaine están considerados históricamente como uno de los primeros parques públicos de Europa

Los elementos han enriquecido aún más la decoración, como balaustres, esculturas, jarrones y bancos, y una fuente tallada que se encuentra en el centro. En el siglo XIX, nuevas especies completaron la revegetación, y se hicieron desarrollos adicionales, como una cueva rocosa y una cuenca acuática.

Los jardines de La Fontaine están considerados históricamente como uno de los primeros parques públicos de Europa y uno de los más agradables, especialmente en verano.


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