viernes. 17.05.2024

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Este libro, que combina fotografías tomadas desde la Estación Espacial Internacional y breves comentarios temáticos, es uno de los frutos de la segunda misión de Thomas Pesquet a bordo de la ISS. De abril a septiembre de 2021, doscientos días en el espacio durante los cuales realizó cuatro paseos espaciales, doscientos treinta y dos experimentos científicos, algunos de los cuales tenían como objectivo preparar futuras misiones a la Luna y Marte, ¡y la friolera de doscientas cincuenta mil fotografías!. 

Es simplemente una alucinante selección de imágenes y explicaciones que dejan boquiabierto por su espectacularidad

Para quien no conozca la trayectoria de este afamado astronauta francés, se puede acudir a un cómic editado por Norma Editorial en 2019 con el titulo de En Órbita con Thomas Pesquet, una desternillante comedia divulgativa para aprenderlo todo sobre viajes espaciales. Si aquel era un libro que abandonaba el rigor para sumergirse en las vicisitudes y anècdotes del día a día de quien viaja al espacio la obra que nos ocupa es simplemente una alucinante selección de imágenes y explicaciones que dejan boquiabierto por su espectacularidad. Thomas fue el primer astronauta de la ESA (Agencia Espacial Europea) en volar al espacio a bordo de un vehículo distinto de la nave rusa Soyuz o del transbordador estadounidense STS, así como el primer astronauta de la ESA en abandonar la Tierra desde Florida (EE. UU.) en más de una década.

Durante la misión Alpha, Thomas Pesquet tomó la mitad de todas las fotografías tomadas por la tripulación. No hace falta decir que las aproximadamente cerca de cuatrocientas que ilustran este libro son una selección cuidadosa. Ya sean elegidas por el astronauta o aclamadas por los internautas, a quienes se les fue enviando periódicamente durante su misión, dan testimonio de los tesoros que hay que preservar, alertándonos sobre bellezas que no querríamos que estuvieran condenadas a desaparecer. Los comentarios y leyendas, breves y didácticos, dan testimonio de la pasión de Thomas Pesquet y de su emoción ante las bellezas combinadas del día, la noche, los océanos, las tierras y el espacio. 

Los comentarios dan testimonio de la pasión de Thomas Pesquet y de su emoción ante las bellezas combinadas del día, la noche, los océanos, las tierras y el espacio

El libro presenta páginas dobles y cuádruples muy bellas (como las Bahamas p. 114 a 119), fotografías como pinturas modernas (parcelas agrícolas de Canadá, México, Europa del Sur y del Este, Arabia Saudita), imágenes a veces de belleza abstracta (ciudades, por noche o día, desiertos)... un viaje fascinante que envuelve tu atención para transportarte a cuatrocientos kilómetros sobre el nivel del mar durante tanto tiempo como lo permiten sus cuatrocientas diecisiete páginas. 

También incluye muchas oportunidades para aprender mirando la Tierra desde arriba, confrontando nuestra memoria de las representaciones de la Tierra según la proyección de Mercator más extendida y la realidad infalsificable de lo que se ve desde el cielo. El último capítulo del libro está dedicado a Francia y sus territorios de ultramar, incluidos los climas de Borgoña, el Golfo de Morbihan, entre otras magníficas fotografías: un placer.

Es un homenaje a la frágil belleza de nuestro planeta y una advertencia educativa sobre los cambios que allí se producen

Y Al final del libro, el autor da las instrucciones técnicas para algunas de las fotografías más espectaculares o complejas de realizar, ¡detalles muy interesantes para los aficionados!

Este segundo libro de Thomas Pesquet no es simplemente otro hermoso libro, ni una nueva selección de bellas imágenes de la Tierra. Es un homenaje a la frágil belleza de nuestro planeta y una advertencia educativa sobre los cambios que allí se producen, que el astronauta observa, tanto como la comunidad científica, pero desde más arriba. Pesquet habla con sinceridad, no para denunciar y acusar, sino para invitar a la conciencia y a la gestión responsable de un espacio actualmente frágil, excepcionalmente único en nuestro rincón de la galaxia.

La Tierra vista desde el espacio de Thomas Pesquet: un planeta diferente