sábado. 20.04.2024
vikki

A veces hay cosas que tienen difícil explicación. Por ejemplo que en 1967, con 18 años en plena efervescencia rockera (y folk claro esta) de pronto me entusiasmara una canción tan, tan clásica como “It must be him”, interpretada por Vikki Carr.

Como es habitual la escuche por primera vez en Caravana/Vuelo 605 de Ángel Álvarez y desde el primer momento me gustó.

Mucho años después, cuando vi la película “Hechizo de Luna”, una comedia inteligente de Norman Jewinson, con una bellísima Cher y un convincente Nicolás Cage que no me suele gustar (salvo en la genial “Arizona baby” de Joel Cohen), resulta que el cascarrabias padre de Cher, interpretado por el gran actor secundario Vincent Gardenia, se pasaba el día sentado en el sofá escuchando una y otra vez ese mismo disco de Vikki Carr. Me quedé sorprendido.

Vikki Carr, tejana de procedencia mexicana, nacida en 1941, tras varios años actuando con un conjunto juvenil por el sur de Estados Unidos, ante los escasos resultados obtenidos, lo abandonó y en los años 60 se especializó en discos de factura muy clásica y tradicional, en la onda mas o menos de Barbra Streisand. El éxito tardó mucho en llegar y por fin lo consiguió con “It must be him”. Pero no logró la continuidad esperada, así que en la década de los 70 cambió su rumbo y empezó a grabar en español, dirigiéndose al publico latino en Estados Unidos, en Latinoamérica y también en España, obteniendo a partir de ese momento un éxito permanente.

Aunque no sea un estilo de cantante que me apasione ni tampoco la música que hacía en los años 60, esta interpretación es perfecta. La canción original es del gran cantante y compositor francés Gilbert Becaud, si bien con el titulo “Seul sur son etoile”.

El éxito que tuvo con ella Vikki Carr, animó a otras artistas, algunas de la talla de Timi Yuro, Shirley Bassey o Marta Reeves (en solitario y en compañía de The Vandellas). Pues bien ninguna como la versión de Vikki, que le da el tono justo para una melancólica y a la vez reivindicativa canción de amor no correspondido y con unos magníficos arreglos orquestales. Por cierto en la versión original de Becaud la letra era algo distinta, con referencias a la vida de un hombre solitario.

En cualquier caso una preciosa canción melódica para ir despidiendo poco a poco las vacaciones de verano y antes de meternos en la vorágine de la vida cotidiana y de la crisis.

He colocado las versiones de Vikki Carr y de Gilbert Becaud, que son dos interpretaciones bien diferentes, la de Becaud en vivo, con una gesticulación un tanto cursi, pero canta de maraviila.

"It must be him": preciosa canción de Vikki Carr y Gilbert Becaud