jueves. 25.04.2024
KLARA Y EL SOL portada

KLARA Y EL SOL

Autor: Kazuo Ishiguro.

Editorial: Anagrama, 2021.

Páginas: 384.

En ocasiones, la nueva historia de un autor reconocido con total merecimiento traslada al lector hasta el conjunto de su obra de un modo inmediato y uno de esos raros momentos puede muy bien ser la llegada a las librerías del planeta de Klara y el Sol, novela de Kazuo Ishiguro que hace nada presentó Anagrama. Y es, igualmente, una oportunidad única: la de experimentar el viaje al futuro de la mano de un narrador ¿inimitable? Retrocedamos a una pasado reciente.

En Nunca me abandones, se atrevió a imaginar nuestro presente desde la óptica de la ciencia-ficción y a través de la mirada de El gigante enterrado, dio alas a la señorita `parábola´ pero es en la reciente novela de Ishiguro donde el escritor vuelve a mostrarse en todo su esplendor y lo hace a lomos de otro relato originado en los meneos más o menos contralados de seres artificiales que nos descubren un porvenir nada halagüeño: “Cuando Rosa y yo éramos nuevas, nos colocaron en la parte central de la tienda, en el lado de la mesa de las revistas, y eso nos permitía tener vistas a través de algo más de la mitad del escaparate”.

Sí, Klara y el Sol nos presenta… ¡una Amiga Artificial! Y, ¡ojo!, se trata de una niñera. De algo parecido a una niñera, cuando menos. La nueva novela de Ishiguro es, en realidad, el testimonio de esa máquina, relato que mantiene al lector al borde del colapso: “Cuando terminaba la visita de Rick, lo habitual era que Josie se sintiera fatigada y lanzase los lápices, el cuaderno y las hojas sueltas al suelo y se tumbara boca abajo en la cama para descansar. En ese momento yo me levantaba del Sofá del Botón para recoger todo lo que había quedado desparramado por el suelo y entonces podía enterarme de los temas que habían surgido durante la visita”.

¿Es, esto, lo que nos depara el mañana? Por si acaso, prestemos atención a Klara. O, más bien, a Kazuo, empeñado en avisar al navegante necesitado de una brújula y otras indicaciones. Ishiguro se ha escondido tras las sombras protectoras de todo aquello que nos amenaza  y cuenta, además, con la ayuda de Mauricio Bach, traductor de un texto notable cuya esencia, con toda seguridad, ha respetado. Hasta el punto de trasladar al castellano todo un mar plagado de fieras venenosas que no es fácil evitar.

KLARA Y EL SOLKlara y el Sol es el nombre de la puerta de acceso a un nuevo mundo que el autor ha concebido y diseñado con cuidado, alejado, una vez más, de ramplonerías o artificios formales que nunca se ha permitido. Lo último de Ishiguro es, en definitiva, el portal mágico que nos regala después de recibir el Premio Nobel,  portalón que nos empuja hasta el corazón de una ciudad superpoblada y construida sobre arenas movedizas que apenas la sostienen. El misterio propio de otras novelas de Ishiguro, como Los restos del día o Los inconsolables, hace el resto… Y, para colmo, el relato es fácil de digerir, dándole una vuelta de tuerca a otro reciente libro genérico: El Muro, de John Lanchester, igualmente en las filas del `Panorama de Narrativas´ de Anagrama.

Ishiguro: el negro futuro ya está aquí