jueves. 28.03.2024
Edgar Borges

Ante la nueva edición de "El hombre no mediático que leía a Peter Handke" (Ediciones Carena, 2019), de Edgar Borges, me viene a la cabeza el recuerdo de mis primeros contactos con este ya prolífico escritor venezolano y también, como no, el de mis primeras lecturas de la obra de Peter Handke.

1.- Una lectura de Peter Handke …

Así, Peter Handke fue, en primer lugar y para mí, no más que una fotografía entrevista en un reportaje de la revista Time de 1972 a la que estaba suscrito en una oferta especial para universitarios. En aquella foto, el autor austriaco aparecía enmarcado en una melena lacia y muy larga, con el rostro atravesado por unas gafas redondas que dejaban ver muy bien unos ojos de mirada directa y algo desafiante. El reportaje recogía el escándalo que había supuesto la puesta en escena de dos de sus obras de teatro: "Insultos al público" y "Kaspar".

Después, durante muchos años, no tuve la menor noticia de Handke, hasta que, ya ejerciendo la docencia e investigando sobre la literatura autobiográfica, leí por recomendación de un amigo "Lento regreso". Aquella obra me impresionó por su capacidad para aunar descripciones, reflexiones y excursiones poéticas,enhebrándolo todo en un relato plural de tinte autobiográfico, pero sin recursos novelescos. "Y sabiéndola primera parte de una tetralogía, devoré los tres libros siguientes -"La doctrina del Sainte-Victoire", "Historia de niños" y "Por los pueblos" - en muy pocos días y uno tras otro.

Como animal de pluma que uno no puede dejar de ser, a la admiración por aquella escritura para mí inaugural, siguió el deseo de imitación, pero las insuficiencias propias no se pueden compensar con las habilidades ajenas, y como pronto me di cuenta de que lo mío era el ensayo y más de copa corta que de trago largo, mi atención fue derivando hacia la parte de la obra de Handke que circulaba por el camino abierto por Montaigne. Leí así, y de seguido "Ensayo sobre el cansancio","Ensayo sobre el día logrado" y "Ensayo sobre el jukebox", sin apartarme de su obra más propiamente narrativa, ni por supuesto de sus excelentes dietarios - "El peso del mundo", "Historia del lápiz" y "Materiales sobre el presente".

Tras estas últimas lecturas- que culminé con su excelente "Poema a la duración" – me percaté que sí podía iniciar un camino ensayístico nuevo, diferente al de tono académico que hasta entonces había practicado, y que, si bien no podía ser analógico a la vía de Handke, sí podía ser inspirado en su obra.

Nacieron así varias aproximaciones como " Peter Handke: una escritura de la duración "(1998), "Peter Handke: ¿sugerencias desde una narrativa anti-trágica?” (2000),“(D)escribir los espacios: lugares, umbrales y rutas en la obra de Peter Handke" (2001) y hasta una larga reflexión en euskera titulada “Peter Handke: intriga gabekonarraziorakoidazkeraberria” (2004) que, creo, es la única que se ha realizado en este idioma.

Entre tanto participé en varios coloquios sobre la obra del escritor austriaco, destacando entre ellos el celebrado en el centro Arteleku de San Sebastián en 1998 - Patrias intempestivas. Heterodoxias, coordinado por J. A. Artetxe- donde presenté la ponencia “Peter Handke: otros tiempos otros espacios” que reunía gran parte de las anteriores reflexiones. Incluso durante una década fui el responsable de la página web internacional dedicada a Peter Handke, excelentemente dirigida por Michael Roloff desdeSeattle (USA).

En este denso recorrido, estuve una y otra vez insistiendo en varios aspectos de la obra de Handke que me parecieron relevantes. El primero se refería al tratamiento de lo espacio -temporal en su obra escrita; el segundo, al modelo narrativo no-novelesco de Handke; y, por fin, el último, a las características y virtualidades de su escritura.

Así, frente a la uniformidad planteada por quienes sólo conciben un espacio y un tiempo abstractos y matematizados yo percibía en Handke un intento de dar cuenta de experiencias temporales y espaciales que desbordaban en muchos casos cualquier tipo de referencia apriorística. Específicamente, y respecto a los espacios, tema que siempre me ha interesado y al que dedicado posteriormente un libro y varios artículos, la obra de Handke me parecía una relación de lugares,umbrales y rutas que configuraban a modo de "geografía poética”, una descripción de los ámbitos terrestres sin utilidad o finalidad alguna en perfecta consonancia kantiana. Y en relación con la temporalidad, apreciaba su esfuerzo por dar cuenta de diferentes órdenes de duración temporal frente al tiempo abstracto, inspirándose, en algunos casos, en las teorías de Henri Bergson.

Por otro lado, Handke no parecía poder suscribir el modelo de la Novela, si por éste se entiende el de la novela decimonónica que implica, por lo general, la unidad de acción y de sentido y que exige unos supuestos espacio -temporales continuos y homogéneos. En este sentido, la discontinuidad y heterogeneidad espacio -temporal que emergen en los textos handkianos, situaban la estructura de su acción más bien en el mundo del relato.

Así la aspiración a un "narrar sin intriga" guiaba su interés literario, utilizando diversos procedimientos como suspender el esquema clásico de planteamiento-nudo-desenlace, desviar la atención sobre una cuestión aparentemente trascendental planteada de antemano, tomando una resolución insólita y sorprendente; y, por fin, atenerse a la exigencia de la narración de lo concreto que se presenta sin trama ni intriga alguna, en perfecta resolución fenomenológica- no en vano Handke cita más de una vez a Husserl.

Finalmente, y por lo que tenía que ver con su escritura, todo lo anterior se articulaba en un registro intergenérico que, tomando habitualmente como base la escritura narrativa, asumía también el vuelo lírico o el elemento dramático. Asimismo, se trataba de una escritura en la que predominaban las imágenes frente a los conceptos. Y, en tercer lugar, era una escritura que no se planteaba la mímesis, la imitación de la realidad, sino la construcción deliberada de una realidad lingüística paralela a la realidad fáctica, una escritura artística que pretendía modificar la mirada sobre la realidad, un tanto al modo de las teorías pictóricas de Cézanne.

2.- Y en esto llegó Edgar Borges…

Pues bien, cuando ya estaba militando en otras guerras intelectuales, se puso en contacto conmigo un escritor venezolano llamado Edgar Borges. Me comentó que estaba escribiendo una “investigación novelada en clave de diario”, inspirada en la obra de Peter Handke amparado por una Beca del Centre d’Art La Rectoría de Barcelona. El autor venía avalado por su producción literaria anterior, habiendo sido finalista del III Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches en 2008.

Borges me planteó mantener una entrevista que sería incluida en su proteico libro junto con otras realizadas a Fernando Báez, Cecilia Dreymüller, Eustaquio Barjau, Vicente Luis Mora, Sandra Santana, AleksandarVuksanovic y Luis Ureta, y acepté sin dudarlo porque el proyecto me interesaba y él, personalmente, me daba mucha confianza.

Entre tanto Borges continuó publicando y recibiendo premios y distinciones. Así, en 2010 obtuvo el I Premio Internacional de Novela Albert Camus por "La contemplación", novela que según Enrique Vila-Matas entiende la literatura como “un complot contra la realidad". En 2011 salió "Crónicas de bar", que integraba una serie publicada en la prensa y que, como también comenté, suponía una percepción de lo literario como mímesis inocente y directa de la realidad ya que era (y es, he aquí la magia de la literatura) una invitación a la observación callejera y a la atenta escucha, pues “el bar es el confesionario más democrático de todos los que existen".

Se publicó por fin la obra en 2012 bajo el título de "El hombre no mediático que leía a Peter Handke", y vi en ella, como comenté en su momento, una cuadratura del círculo porque, en su hábil dispositivo textual de 32 puertas y tono intergenérico, pretendía“aherrojar la creación literaria con el compromiso cívico, reclamando a la vez la torre de marfil a la que sólo pueden acceder los iniciados y el descenso de esa misma torre de marfil para cumplimentar las exigencias éticas de la historia”. La obra recibió enseguida muy buenas críticas, luego fue traducida al italiano y al serbio, siendo recogidos algunos capítulos por Sveske, revista serbia de literatura.

Posteriormente Edgar Borges ha continuado publicado sin prisa, pero sin pausa, creciendo como escritor y como crítico. A este respecto se pueden citar obras como "Vínculos". "Apuntes con Rubén Blades"  (2013 ) en la que cuenta la historia de su  vínculo artístico y emocional  con el cantante panameño,alternando sus quereres autodiegéticos con los decires de un Rubén Blades;"La ciclista de las soluciones imaginarias" (2014 )un potente recorrido verbal sobre un barrio de una ciudad, a la caza de una singular ciclista, flexible y hechicera, signo y símbolo de la levedad y la pureza;"El olvido de Bruno" (2016 ) , una hábil exploración del circuito profundo que une la memoria, el olvido, la identidad y la responsabilidad; y , por fin , "La niña del salto" (2018)  relato de la liberación finalmente frustrada de una mujer, Antonia, sometida a  la autoridad patriarcal de  un varón caprichoso y primitivo, y de su pequeña hija,que en lugar de caminar salta.

De todas ellas he ido haciendo puntual reseña, pues considero que Edgar Borges ha marcado con su deriva literaria una nueva forma de creación  que entiende el compromiso de quien escribe, de quien formaliza por medio de la palabra (y del artista que formaliza en general) más en la propia formalización, esa que puede llegar a generar una reconstrucción social de la realidad, a decir de los sociólogos Berger y Luckmann, que en su engagement ciudadano, que casi siempre es (y ha de ser para ser efectivo) politizado, como le ocurrió al mismo Peter Handke en el caso de su posicionamiento sobre el conflicto yugoeslavo.

Ahora Ediciones Carena vuelve a editar esta obra singular en el panorama de la literatura en castellano. Se cumple así el deseo del propio Edgar Borges de publicar en editoriales que buscan la cercanía entre el autor y los lectores, poniendo como prioridad los vínculos que despierta la literatura. Bienvenida sea.

(Bilbao, 2019)

Vicente Huici Urmeneta | Filósofo.

Sobre "El hombre no mediático que leía a Peter Handke"