viernes. 17.05.2024

@Montagut | Matilde Huici Navaz de San Martín puede ser considerada una de las protagonistas femeninas socialistas de la campaña electoral de las elecciones de 1933, las primeras en las que las mujeres pudieron ejercer el derecho al sufragio. Que sepamos participó en tres importantes mítines, uno general y otro específicamente femenino unos días antes de que tuvieran lugar los comicios. Luego se incorporaría también a la campaña electoral de 1936. Este artículo versa sobre el esfuerzo de aquella intelectual y política española tan destacada en las primera décadas del siglo XX en España y luego en Chile.

En sus participaciones se pueden apreciar dos características: el templado discurso en un momento de fuerte radicalización política, y la importancia que daba a la lucha y conquista de los derechos de la mujer, una cuestión en la que se involucró claramente desde los años veinte, además de su vocación educativa, que también apareció en sus discursos. Su aportación en la campaña electoral socialista tuvo un marcado carácter pedagógico.

El primer mitin en el que participó tuvo lugar en Valladolid el 30 de octubre, junto con compañeros de la Agrupación Socialista de Valladolid, Indalecio Prieto, entre otros miembros del Partido Socialista. En su discurso habló de lo realizado por el Partido Socialista en relación con la mujer y sus derechos. Intentó demostrar la importancia de que las mujeres no se dejasen embaucar con promesas electorales de última hora, y que observasen lo que estaba ocurriendo en Italia y Alemania. Huici insistió mucho en la necesidad de seguir luchando y de impedir volver atrás en relación con los derechos conquistados.

Matilde Huici fue una de las protagonistas de la campaña electoral de 1933, las primeras en las que las mujeres pudieron ejercer el derecho al sufragio

El segundo mitin tuvo lugar en la tarde-noche del viernes 10 de noviembre en Madrid. Fue también la única mujer. Esta vez participó junto con Ramón Lamoneda, Jiménez de Asúa y Lucio Martínez. Huici se dirigió especialmente a las mujeres socialistas para señalar la gravedad del momento y la importancia del mismo porque era la primera vez que podían votar.

La mujer española había conseguido unos evidentes avances gracias al Partido Socialista, pero quería dejar claro que no se pedía el voto para el mismo como si se exigiese el pago de una factura. El socialismo pretendía convencer para hacer de cada persona convencida un nuevo propagandista.

Huici estaba convencida de que las trabajadoras votarían al PSOE, porque siempre habían sido las que habían sufrido las consecuencias de las luchas emprendidas por sus compañeros.

Uno de los temas en los que más se detuvo fue en criticar la propaganda política de la derecha en la cuestión de la familia. No era cierto que el Partido Socialista fuera enemigo de la misma. Ninguna de las reformas emprendidas iba en esa dirección. Lo que pretendía el divorcio era poner fin a los problemas (“tragedias”) que amargaban las vidas. La Ley de la investigación de la paternidad pretendía ir contra el concepto de familia burguesa que dejaba fuera a los hijos no reconocidos, un asunto que en aquella época era muy importante, dada la existencia de la ilegitimidad, y de cómo las instituciones benéficas tenían que hacerse cargo de esos niños. Huici criticó a las damas de Acción Popular, ya que se opusieron a la tramitación de esta reforma legal porque los niños tenidos fuera del seno familiar no podían entrar en el mismo.

La educación, como apuntábamos más arriba, fue otro eje de su intervención, ensalzando el laicismo de la misma. También habló de la coeducación por ser la forma natural de la educación familiar, criticando a los que veían peligros en la misma.

Huici insistió mucho en la necesidad de seguir luchando y de impedir volver atrás en relación con los derechos conquistados

Huici negó la persecución religiosa. Lo único que se había prohibido había sido el ejercicio de actividades por parte de la Iglesia por las que no pagaba impuestos ni se cumplía en ellas la legislación laboral.

También criticó el concepto que los adversarios políticos tenían de la mujer, y de las obreras, destinadas nada más que para parir hijos.

La tercera intervención de nuestra protagonista se produjo en el mitin del Teatro María Guerrero el día 14 de noviembre, organizado por la Agrupación Socialista Madrileña, y presidido por Victoriana Herrero Barroso, contando con Josefina Carabias y Ángeles Vázquez como sus compañeras en el estrado. En una línea parecida al otro discurso expresó la importancia de los derechos de la mujer recogidos en la Constitución de 1931 en un ejercicio de memoria. También aludió a la reforma del Código Civil, a la personalidad jurídica alcanzada para la mujer con sus derivaciones sobre el matrimonio civil, el divorcio, la investigación de la paternidad y sobre el derecho del voto, que no podía haber sido aprobado sin los socialistas. Como experta que era se demoró en las reformas legislativas de signo jurídico, especialmente en la del matrimonio civil, una conquista histórica. También aludió, de nuevo, a la educación, y a cómo todos estos cambios no eran antirreligiosos, aunque criticó a los enemigos de la enseñanza laica, recordando que la República no impedía la enseñanza religiosa.

Como experta que era se demoró en las reformas legislativas de signo jurídico, especialmente en la del matrimonio civil, una conquista histórica

En el cine Montecarlo se celebró el 13 de febrero de 1936 un mitin organizado por diversos Círculos Socialistas del Sur de Madrid en la recta final de la campaña para las elecciones, y en el que, al parecer, predominó el público femenino. Fue un acto presidido por Pilar Ribes, y en el que participaron comunistas y socialistas, siendo el principal orador Álvarez del Vayo. Pero el objetivo de este artículo es acercarnos a la intervención de Matilde Huici, a la que hemos estudiado en la campaña electoral anterior de 1933.

La campaña de 1936 fue de mucha más intensidad y dureza que la de 1933, y en un contexto distinto. Huici mantuvo en esta nueva campaña su tono pedagógico y positivo, pero sí se notó en sus palabras e intervenciones el cambio que se había producido en el seno del PSOE hacia la radicalización y la convergencia con los comunistas dentro del Frente Popular. Prueba de ello es que destacó la importancia del acto por tratarse de unificación marxista, hecho que tenía para la oradora más trascendencia en sí que el contenido electoral del mismo.

Después pasó a analizar la orientación que estaban dando las derechas a su propaganda política, atacando lo que consideró la “demagogia cedista”, frente a la “certeza dialéctica del marxismo”, como único camino para conseguir la emancipación del proletariado como lo atestiguaría el ejemplo de la URSS. Precisamente sobre este país se demoró en su intervención.

Huici insistía en demostrar que la participación de la mujer no había sido la causa de la derrota electoral de la izquierda en 1933, sino la desunión de la misma

Otro de los puntos que trató fue el de la mujer y la participación política. Si en 1933 se animaba a que las mujeres participaran, conquistado el sufragio, en favor del socialismo, ahora Huici insistía en demostrar que la participación de la mujer no había sido la causa de la derrota electoral de la izquierda en 1933, sino la desunión de la misma. Huici siguió insistiendo en la cuestión femenina, como siempre había hecho, asunto que centró su intervención en la campaña anterior, pero bien es cierto que introduciendo en su discurso el factor soviético, porque comparó la situación de la mujer en el régimen capitalista con la que disfrutaba en la URSS.

Después animó al voto, a que el Frente Popular venciera, aunque, en línea con lo que venimos comentando, lo importante era el reforzamiento de la unidad de la clase obrera. La meta no era la victoria el día 16 de febrero. Triunfantes las izquierdas, los marxistas debían seguir su propio camino. Las elecciones tenían que ser la base de una unión definitiva del proletariado. Evidentemente, el contenido del discurso de Huici no fue exactamente igual al que empleó en la campaña de las elecciones de noviembre de 1933.

Podemos consultar los números 7718, 7728, 7731 y 8059 de El Socialista. Sobre Matilde Huici podemos acudir al Diccionario Biográfico del Socialismo Español, y a dos fundamentales trabajos: Mª. N. San Martín Montilla, Matilde Huici NavazLa tercera mujer, Madrid. Narcea S. A. de Ediciones, 2009; y A. García Sanz Marcotegui, Matilde Huici (1890-1965)Una “intelectual moderna” socialista, Universidad Pública de Navarra. Fundación Carlos Chívite, 2010

El esfuerzo electoral de Matilde Huici en la República