viernes. 29.03.2024

José Manuel Caballero Bonald, jerezano y andaluz universal, premio Cervantes 2012 y uno de los grandes poetas españoles contemporáneos, ha fallecido en Madrid a los 94 años de edad.

Caballero Bonald nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 11 de noviembre de 1926. Cursó estudios de Filosofía y Letras en las universidades de Madrid y Sevilla y después se trasladó a Colombia, para dar clases de Literatura Española, combinando su labor literaria con la docencia.

Perteneciente a la Generación del 50, como poeta se inicia en 1948 con 'Poesía' (1945-1948), a la que siguieron 'Las adivinaciones' (1952), 'Memorias de poco tiempo' (1954), 'Ateneo' (1956), 'Las horas muertas' (1959), ¡El papel del coro' (1959) y 'Pliegos de cordel' (1963). En 1969 se publicó 'Vivir para contarlo', obra que recoge toda su poesía. En 1997 apareció una antología de sus poemas con el título 'El imposible oficio de escribir. Antología', y en 2002 una tercera recopilación, en la editorial Visor, titulada 'Antología personal', acompañada de un CD con poemas recitados por el autor.

Como novelista, su producción es escasa aunque significativa en lo que a narrativa social se refiere. Destacan 'Dos días de septiembre', que ganó el premio Biblioteca Breve de Novela en 1961; 'Ágata ojo de gato', con la que ganó el premio Barral y de la Crítica; 'Toda la noche oyeron pasar pájaros' (1981), premio Ateneo de Sevilla; y 'En la casa del padre' (1988). Prolífico ensayista, hay que destacar obras como: 'Narrativa cubana en la Revolución' (1968), 'Luis de Góngora' (1982), 'Luces y sombras del flamenco' (1975) o 'Sevilla en tiempos de Cervantes' (1991).

En 1995 publicó la primera parte de sus memorias, titulada 'Tiempo de guerras perdidas', que volvió a ser revisada en 2004; y en 2001, la segunda parte, titulada 'Costumbre de vivir'. Ambos volúmenes recogidos en 'La novela de la memoria' (2010). 

En la segunda mitad de los cincuenta y en los sesenta colaboró activamente en el frente universitario con el Partido Comunista de España asumiendo tareas de elaboración de propaganda, participando en manifestaciones, asambleas, etc., una de las cuales originó su detención en 1966 y un mes en la prisión de Carabanchel.

Caballero Bonald, en el acto de homenaje que le dedicó el PCE en 2010

Muerto Franco no se acabó la disidencia. Miembro de la Junta Democrática en representación del PCE y luego de la llamada Platajunta, lo que le valió ser llamado a declarar por el Tribunal de Orden Público. Asistió en primera fila al proceso de la Transición, que culminó con una Ley de Amnistía en octubre de 1976 que cancelaba las responsabilidades de la Guerra Civil, y con la aceptación de la Monarquía parlamentaria, que limpió su origen franquista gracias a la Constitución de 1978, sometida a referéndum. Caballero Bonald no estuvo de acuerdo con la amnistía para los crímenes cometidos por el franquismo. Suponía exonerar a quienes habían perseguido, torturado o asesinado a cientos de miles de personas, no sólo durante la guerra, sino en la dura posguerra que le siguió, y permitía camuflarse de demócratas a quienes habían sido cómplices de un régimen totalitario ejecutor de crímenes contra la humanidad que ya quedarían impunes. 

Su pasión por el flamenco era antológica. A mediados de los años setenta escribió Luces y Sombras del flamenco, un texto fundamental en la trayectoria de este arte, ilustrado con el impresionante archivo fotográfico que desde 1969 y hasta la fecha de publicación hiciera Colita de los gitanos flamencos de España. Aquel libro retrataba a los grandes genios del flamenco: Mairena, La Piriñáca, La Perrata, La Fernanda y la Bernarda, Juan Talega, El Borrico, El Chozas, Donday, Carmen Amaya.

En 2004 fue galardonado con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por el conjunto de su obra, y al siguiente año con el premio Nacional de las Letras Españolas. Ha recibido numerosos galardones a lo largo de su carrera, pero el reconocimiento definitivo le llegó en 2006 con el premio Nacional de Poesía por su obra 'Manual de infractores', poemario que el autor califica como «apología de la desobediencia». El 29 de noviembre de 2012 recibió el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras españolas.

De padre cubano —republicano del Partido Reformista— y madre de ascendencia aristocrática francesa, estudió Filosofía y Letras en Sevilla entre 1949 y 1952 y náutica y astronomía en Cádiz. En estos mismos años comenzó a relacionarse con los cordobeses de la revista Cántico, como Pablo García Baena.

Al regresar de Colombia intensificó el interés por la literatura como método de lucha antifranquista. Colaboró con Camilo José Cela en la publicación de la revista Papeles de Son Armadans como subdirector y en el proyecto del Instituto de Lexicografía de la Real Academia Española.

Fue miembro del primer Patronato de la Fundación Cultural de Caja Madrid. En abril de 2009 publicó La noche no tiene paredes, compuesto por 103 poemas, donde hace una reivindicación de la incertidumbre, porque, en sus propias palabras, «el que no tiene dudas, el que está seguro de todo, es lo más parecido que hay a un imbécil.» El 29 de noviembre de 2012 fue galardonado con el Premio Cervantes.15​

Ha sido presidente del jurado de varios galardones literarios, tanto de poesía como de narrativa, entre los que destaca el Premio de Novela Ciudad de Torrevieja, localidad esta última que en junio de 2010 le dedicó una de sus plazas.

Hombre de pocas palabras, prudente y tímido en público y en privado, amigo de contar pequeñas anécdotas personales gustaba de relatar que en su familia había la tradición de "los tumbaos". Esta costumbre consiste en tomar un día la decisión de no levantarse de la cama y quedarse "tumbao" en la cama del dormitorio esperando que todas tus necesidades sean cubiertas por la familia o el servicio. 

Siempre terminaba explicando con sorna y una mirada cómplice que no descartaba terminar sus últimos años continuando la noble tradición familiar. Descanse en paz un hombre bueno.

Fallece José Manuel Caballero Bonald a los 94 años