viernes. 17.05.2024

Jaime Polo Mínguez | @lovacaine

"Sin Ella" ofrece un fascinante retrato de una identidad en crisis, explorando las complejidades de la definición de quiénes somos en el contexto contemporáneo iraní. Arian Vazirdaftari, en su ópera prima, se sumerge en el thriller feminista con toques de realismo social, destacando la trama de Roya y Babak, una joven pareja que planea emigrar de Irán. Sin embargo, el giro inesperado llega con el encuentro de Roya con una chica anónima, desencadenando una serie de eventos extraños en sus vidas.

Derivando de la estirpe de películas como "Persona" (1966) o "Mulholland Drive" (2001), Vazirdaftari insufla nueva vida al cine iraní contemporáneo. "Sin Ella" cuestiona la propia definición de la identidad, explorando si esta se compone simplemente de recuerdos, relaciones, parentalidades, asociaciones y hasta detalles más pequeños como el nombre, la ropa, el estilo y las aficiones.

Arian Vazirdaftari introduce un género y estilo de cine fresco en la cinematografía iraní moderna, ya repleta de emocionantes jóvenes cineastas en sus inicios

La película abraza la confusión de conocer nuestras identidades en un mundo moderno, donde elementos aparentemente triviales influyen significativamente en cómo vivimos nuestras vidas. ¿Nos resignamos a aceptar las cosas que nos definen, renunciando a todo control y adaptándonos para sobrevivir en la ilusión de conocernos a nosotros mismos independientemente de cómo los demás proyectan sus visiones sobre nosotros? Arian Vazirdaftari introduce un género y estilo de cine fresco en la cinematografía iraní moderna, ya repleta de emocionantes jóvenes cineastas en sus inicios.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, la experiencia de "Sin Ella" toma un giro inesperado hacia el final, desviándose de una posible obra maestra a causa de un clímax cliché y un mensaje final que parece desconectado del alma misma de la película. Las escenas se suceden rápidamente, y el desenlace deja al espectador preguntándose, ¿por qué este final? La película, que podría haber sido una de las mejores obras recientes del cine iraní, se desvanece en una obra ligeramente desarticulada y vacía.

La película, al igual que mi búsqueda de respuestas, parece haber perdido su identidad en algún punto del camino. De todas formas, "Sin Ella" ofrece una perspectiva interesante sobre la identidad en crisis y deja una marca en el cine iraní que dará de qué hablar. Se queda la incertidumbre sobre el rumbo que tomará en su próxima obra Arian Vazirdaftari.

Sin ella: el desgarramiento de la identidad iraní