viernes. 17.05.2024

Alex Guax | @alexguax

Hay una guerra al fondo de Fallen Leaves de Aki Kaurismäki y al frente, una pareja de marginados sociales en búsqueda del amor a través del silencio. Seres solitarios interpretados por Alma Pöysti y Jussi Vatanenque necesitan del otro para soportar mejor la existencia en Helsinki.

Al igual que en sus anteriores películas, el enfoque visual y minimalista del cineasta finlandés está acompañado de pocos diálogos y un humor sutil para narrar la historia en pantalla. Siendo la cuarta entrega de la Proletariat Trilogy, tras Sombras en el paraíso (1986), Ariel (1988) y La chica de la fábrica de cerillas (1990), Fallen Leaves aborda temas sociales y económicos en Europa, destacando la humanidad y el amor en situaciones difíciles.

Hay una guerra al fondo y al frente, una pareja de marginados sociales en búsqueda del amor a través del silencio

A través de emisoras de radio se escucha la guerra de Ucrania, la devastación y las miles de muertes que ha causado este conflicto entre los distintos países. Aki Kaurismäki recrea un espacio melancólico en Helsinki al tener un contexto socio-político que ocurre actualmente en sus imágenes. La ficción de Fallen Leaves se asemeja a la realidad en los planos filmados por Timo Salminen, habitual cinefotógrafo en la filmografía del cineasta finlandés. Presenta la crueldad del mundo como un estado eterno, una sensación que solo se intensifica y oscurece el alma de los protagonistas mientras lidian con las cotidianidades de la vida misma en Helsinki.

En abril del 2023, la invasión rusa a Ucrania fue el detonante para que Finlandia se uniera a la OTAN, después de haberse mantenido neutral en el conflicto; en Fallen Leaves, Kaurismäki se centra en un fatalismo abrumador ante la agitación mundial y la sensación de que las cosas no pueden mejorar habiendo una guerra en marcha.

Pero en el silencio que se escucha entre las bombas y el fuego de las armas, se puede encontrar una pequeña historia de amor. Alma Pöysti da vida a una empleada de un supermercado que despiden por "robar" un producto caducado en lugar de desecharlo. Jussi Vatanen interpreta a un constructor que también pierde su trabajo debido a un accidente por equipos deficientes y por su problema de alcoholismo.

Presenta la crueldad del mundo como un estado eterno, una sensación que solo se intensifica y oscurece con las cotidianidades de la vida misma en Helsinki

Entre sus citas, ambos personajes acuden al cine en secuencias en donde Kaurismäki aprovecha para darnos un poco de su cinefilia a través de películas de Jim JarmuschJean Luc GodardRobert Bresson, comparten algunos intereses y a la vez, no hablan tanto.

Con sus miradas, ambos actores claramente han vivido, con sus altibajos marcados en las arrugas y líneas de sus rostros. Aunque ambos cineastas no comparten el espacio, ni el tiempo, ni la misma cultura, Kaurismäki siempre se ha sentido inspirado en el minimalismo que hacía Bresson en el cine (como ejemplo, las manos de sus personajes); el director finlandés acude a los pocos diálogos, a las miradas y al silencio para comunicar una reflexión sobre lo que está sucediendo en el fondo.

La guerra de Ucrania y el pueblo de Helsinki en Fallen Leaves están desgastados, con sus paredes cubiertas de pósters y antiguos tranvías, pero entre sus calles grises y hojas de otoño, está el silencio de una historia de amor. Quizás con ello, tengamos algo de esperanza en el fatalismo de la guerra.

'Fallen Leaves': la guerra del silencio en las hojas de otoño