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NUEVATRIBUNA.ES - 29.6.2010

En ocasiones resulta muy complicado escribir sobre personas y realidades con las que tienes especial vinculación y/o admiración. León Gieco es de las personas que no te dejan indiferente cuando tienes la oportunidad de escucharle dentro y fuera del escenario. La música y la vida son sus pasiones y escribir sobre su trabajo y sobre su persona con objetividad, es un ejercicio difícil.

A los seis años toca las maracas en la orquesta donde su padre canta. A los 17 se integra en el grupo de rock Los Moscos. Un año más tarde (1969) viaja a Buenos Aires a buscarse la vida y a pasar mucho hambre, instalándose en una pensión cercana a la Plaza de Mayo. Poco después recibe clases de guitarra de Gustavo Santaolalla. Hablar con el productor musical latino más reconocido (Molotov, Julieta Venegas, La Vela Puerca, Café Tacuba, Juanes, Antonio Carmona…), ganador de varios premios Grammy, dos Oscar (Brokeback Mountain, Babel)… sobre la figura de León, es conversar con pasión y admiración sobre la música argentina de los últimos 40 años. Argentina ha dado artistas de talento universal (Carlos Gardel, Astor Piazzola, Mercedes Sosa…) pero cuando preguntas a cualquier persona del país que te mencione los artistas imprescindibles, hay dos que nunca faltan: Charly García y León Gieco. Para la mayoría Gieco es el más querido y García el más popular. En 1971 RCA le propone grabar versiones en castellano de The Bee Gees, Santaolalla le sugiere que no lo haga, quiere producirle temas propios, amenaza con quebrar la amistad si al final acepta el ofrecimiento de la multinacional estadounidense. Gieco hace caso al hoy líder de Bajofondo y su carrera empieza a despuntar de manera especial a partir de la grabación de Hombres de hierro. En su primer álbum participan todos los músicos de Arco Iris, una de las grandes bandas de aquellos años.

Desde entonces 40 grabaciones propias como solista. Una discografía admirable, universal, donde es difícil destacar alguno de sus magníficos trabajos. No puedo dejar de mencionar la aventura que emprendió con Santaolalla y un equipo de 20 personas recorriendo el país y registrando en sus lugares de origen muestras musicales desconocidas, que se concretaron en los varios volúmenes que conforman De Usuhaia a La Quiaca (gracias Montse Portús por habérmelos traído desde Buenos Aires hace años). Los materiales completos y las grabaciones posteriores se encuentran en una edición de cuatro CD’s y un libro donde se detalla toda aquella experiencia. Como artista invitado ha participado en cerca de 80 grabaciones para Charly García, Miguel Cantilo, Pete Seeger, Fabiana Cantilo, Víctor Heredia, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Celeste Carballo, Andrés Calamaro, Ataque 77, Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa…. Estos dos últimos participaron en la primera entrega del disco homenaje Gieco Querido! Cantando al León, donde también hay temas de Las Pelotas, La Vela Puerca, Bersuit Vergarabat, Gustavo Santaolalla, Infierno 18 y Reincidentes. En el segundo volumen se puede escuchar a Ataque 77, Andrés Calamaro, Víctor Heredia, Fabiana Cantilo o Ismael Serrano, entre otros.

La lista de artistas con los que ha compartido escenario es interminable: Pete Seeger, David Byrne, Joan Baez, Sting, Bod Dylan, Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Gilberto Gil, Metallica, Rubén Blades, The Chieftains, Molotov, Milton Nascimento, Youssou N’Dour… Los más conocidos de Argentina: Mercedes Sosa, Charly Garcia, Fito Paéz, Gonzalo Santaolalla, Ataque 77, Bersuit Vergarabat, Adriana Varela…; españoles: Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Carlos Núñez, Ismael Serrano, Luis Eduardo Aute, Miguel Rios, Ketama… Doctor Honoris Causa por varias universidades, declarado “Ciudadano Ilustre” y “Ciudadano de Honor” por varias ciudades latinoamericanas, ha recibido importantes premios por su carrera musical y varias nominaciones a los Grammy, participando como actor en una docena de películas y como autor en tres bandas sonoras.

Su compromiso social con los desparecidos por la dictadura militar, con el medio ambiente o con los más desfavorecidos, le ha convertido en una de las personalidades más admiradas, no sólo del país, sino en todo el mundo hispano hablante. Desde hace 15 años apadrina niños con diferentes discapacidades. Cuando actúa invita a alguno de ellos a subir al escenario. En 2006 decidió hacer un concierto con todos, la magnífica respuesta motivó la realización de una gira, una película, una serie de televisión, un DVD, un CD y un libro. El resultado es Mundo Alas cuyo objetivo es hacer visible, a través del arte, la problemática de la discapacidad y la integración. Cuando conoces la calidad artística y humana de una persona como León Gieco, es fácil de entender lo poco objetivo que se puede ser cuando tienes que escribir o hablar sobre él.

Rubén Caravaca - Gestor cultural

Blog: rubencaravaca.blogspot.com

Conocer a León