miércoles. 24.04.2024
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En la mitología griega Gamínedes era un héroe divino originario de la Tróade. Hijo de Tros rey de Troya y de Calirroe, hija de Escamandro (dios del río que cruzaba Troya).

Gamínides joven de inmensa belleza, fue raptado por Zeus quien se trasformó en águila y lo llevo en sus garras desde el monte Ida hasta el Olimpo. Todos los dioses se llenaron de gozo al ver al bello joven, excepto Hera la esposa de Zeus que le trató siempre con desprecio. Zeus solo le asigno la tarea para lucirlo, de que sirviera el vino, 2no apreciando ninguna otra cualidad del joven. Para compensar a Tros de la pérdida de su hijo, Zeus le regaló una vid de oro hecha por Hefesto y dos caballos tan veloces que podrían correr por encima del agua. Además, su hijo Gamínides pasaría a ser inmortal. Esta leyenda también refleja el consentimiento del padre para la homosexualidad del hijo.

En Psicología Industrial se habla de complejo de Gamínides para describir la conducta de un jefe en una organización en la que trata de utilizar de un subordinado una sola cualidad de este, limitando el desarrollo del subordinado en beneficio propio. Las organizaciones que tienen jefes con este complejo, tienden a la desmotivación del subordinado y en última instancia, a la caída de la producción.

En Psicología Clínica aplicamos el Complejo de Gamínides para el conflicto de la homosexualidad del hijo con el padre. Para Paul Schilder los aspectos más típicos de la homosexualidad son: la rivalidad con el padre, la identificación con la madre, pasividad hacia el padre, sobrevaloración de la región anal, en relación con la pasividad, la fantasía de que la madre tenga pene, la madre como objeto de amor (mujer con pene o sustituto simbólico), el padre (hombre), como objeto de amor activo o pasivo. El objeto de amor homosexual es más fácil de obtener que uno heterosexual.

Por otro lado, la orientación de las personas a roles y funciones tiene un alto componente social. El carácter social general de la experiencia humana tiene una de sus expresiones más evidentes en el sexo y en el conocimiento del sexo.

Simone de Beauvoir dijo: “En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad. Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano sin tener miedo, inhibición u obligación”

Para Begler el homosexual tiene una fijación a la fase oral freudiana como mecanismo de defensa inconsciente para huir de una relación de apego masoquista a una madre preedípica. El homosexual busca en el pene del otro la reduplicación del propio, como defensa narcisista del seno que le decepcionó.

No fue hasta 1980 en que la Asociación Americana de Psiquiatría en su manual DSM III, sacó la homosexualidad de las perversiones sexuales y por tanto dejó de considerarse un proceso morboso. Se consideró a partir de la década de los setenta del siglo pasado que la homosexualidad podía ser innata, adquirida o elegida conscientemente, o una combinación de estas. En todo caso una identidad sexual más con un grado de normalidad total.

Marmor fue contundente en cuanto a considerar la homosexualidad como una orientación absolutamente normal de la sexualidad, que no afecta al individuo. el cual se adapta de forma adecuada a la vida social. Por ello, la clasificación de la homosexualidad previa como trastorno psicológico, provenía no de criterios clínicos sino morales.

Todos estos cambios de enfoque de la homosexualidad han tenido una consecuencia sobre la terapia de enorme importancia; El terapeuta ante una dificultad sobre la identidad sexual de su paciente debe orientar la terapia no a un cambio de la orientación, sino a una consolidación de la misma que le lleve a una experiencia de vida auténtica y completa.

Por último, compartir esta reflexión de Simone de Beauvoir: “En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad. Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano sin tener miedo, inhibición u obligación”.

El complejo de Gamínedes