La feria de artes plásticas y visuales Art Madrid celebra en estos días su 14ª edición, erigiéndose como uno de los eventos más prestigiosos de entre todos los que conforman la llamada “semana del arte contemporáneo” de la capital. A la sombra de la poderosa ARCO, un buen número de espacios alternativos celebran hasta el 3 de marzo un enorme encuentro entre público, curadores, galerías y artistas como el gallego Xurxo Gómez-Chao (A Coruña, 1960), una de las voces más veteranas de entre todas las firmas presentes en la Galería de Cristal de CentroCentro Cibeles, espacio que acoge nuevamente la feria: un artista con una sólida formación pictórica que destaca por los profundos valores humanos y filosóficos utilizados como base para sus obras.
NT.- Se habla de “ferias satélites” en Madrid en referencia a la omnipresente ARCO, que sería el centro de este sistema solar. No obstante, en los últimos años parece existir una preferencia clara por parte del gran público hacia iniciativas más espontáneas, como la propia Art Madrid '19 o las celebradas actividades del CA2M. ¿Ha dejado de ser ARCO el gran epicentro del arte nacional?
GOMEZ-CHAO.- Por supuesto, la monolítica ARCO es el centro en torno al que se aglutinan numerosas ferias llamadas “paralelas”. Pero no podemos olvidar que Art Madrid es la segunda más longeva, lleva catorce ediciones aportando un soplo de aire fresco y siempre ha destacado por ser una feria acogedora y más humana.
Magnolia y Calavera
NT.- Respecto al centro CA2M, su director, el también gallego Manuel Segade, afirmaba recientemente que “la pintura no pertenece ontológicamente al régimen de lo contemporáneo”. Y volviendo los ojos sobre la obra plástica de Xurxo Gómez Chao, en los últimos años parece que usted ha ido focalizando su interés en la fotografía en detrimento de la pintura...
GÓMEZ-CHAO.- A la pintura se la ha intentado liquidar en muchas ocasiones, pero parece que se resiste a morir. Yo vengo de la pintura y aunque hoy en día utilice preferentemente otros materiales, me sigo considerando pintor. Creo en el arte como forma de expresión, independientemente de las técnicas o materiales empleados; tan importante puede ser una brocha, como una cámara o un ratón.
NT.- Su obra fotográfica parece más un trabajo de edición digital que de fotografía tradicional. Y sin embargo, es fotografía.
GÓMEZ-CHAO.- Como te decía, me considero artista plástico; no obstante, para desarrollar mi trabajo creo que es perfectamente lícito utilizar cualquier medio que esté a mi alcance. Aunque trabajo con recursos fotográficos, entre otros, me puedo permitir todas las licencias creativas que, por ejemplo, un fotógrafo dedicado a prensa no podría permitírse.
NT.- Igualmente, una parte significativa de su obra ha explorado el campo del arte multidisciplinar, con trabajos relacionados con la danza o instalaciones de gran envergadura.
GÓMEZ-CHAO.- A día de hoy, en pleno siglo XXI, me interesa especialmente explorar las diferentes formas de expresión y ver cómo se pueden interrelacionar entre sí. Mi trabajo se puede complementar con el de un músico, un bailarín o una escultora; es decir, cuantos más lenguajes de la creación convivan, más enriquecedor puede ser el resultado. En este sentido, creo que las próximas formas de creación irán hacia la integración de las diversas disciplinas artísticas.
Blue Room
NT.- Ahondando en su biografía, se observa una cuidada formación académica. Pero en su obra existe igualmente un interés manifiesto en el símbolo, en una cierta filosofía existencialista en unos tiempos como los actuales en los que el arte es frecuentemente acusado de ser excesivamente académico, de encontrarse excesivamente intelectualizado y alejado de los grandes pensamientos y pasiones humanas.
GÓMEZ-CHAO.- Sí, creo que en determinados momentos nos preocupamos en exceso por los discursos en detrimento de las formas. En la obra que estoy trabajando ahora, trato de unificar varias series para reflexionar sobre el “veloz paso del tiempo” y en las que aparecen elementos simbólicos como la “nube”, representación de la presencia del alma humana.
Por ejemplo, en la serie “Hotel Earle” se desarrolla un trabajo de búsqueda de espacios que han sido habitados y, por tanto, vividos: “Se mantienen a pesar de la huida de lo bello y convencional quedando solo el rastro de lo que ha sido,” como lo ha definido Silvia Longueira. En la serie “A Paisaxes difusa” se busca encontrar una relación entre el concepto del tiempo cíclico (que vuelve una y otra vez) y la propia memoria. Mientras que en “El veloz paso del tiempo”, a través de la difracciones de los reflejos en el espejo, las representaciones de cráneos plasman tanto el tempus fugit como el “Mito de la Caverna”.
A Paisaxe Difusa
NT.- Volviendo los ojos precisamente hacia lo humano, estamos en un momento delicado para la política nacional: existe un auge inesperado de la extrema derecha en España al mismo tiempo que los sectores progresistas de la sociedad se niegan a perder los avances obtenidos en materia social. Sin ir más lejos, Art Madrid '19 dedica su sección One Project a creadoras exclusivamente femeninas.
GÓMEZ-CHAO.- Creo que el arte debe ser totalmente libre como forma de expresión. Desearía que cualquier tipo de reivindicación, especialmente en materia social o de género, no fuera necesaria. Desgraciadamente, continúan siéndolo y, por tanto, la propuesta One Project de Art Madrid, comisariada por Nerea Ubieto, no solo me parece muy oportuna sino muy acertada.
