jueves. 25.04.2024

Se jugaba la jornada 34 de la liga española en una especie de bocadillo entre la ida y la vuelta de la Champions con un maremoto de declaraciones, excesos verbales, ataques, comunicados y denuncias, que serán lo que se quiera menos fútbol. Sembrando crispación y violencia, Madrid y Barça están dando un pésimo ejemplo del fútbol español y, lo que es peor, para los niños, como ha destacado acertadamente Urdangarín.

"Si a la pólvora se le echa una cerilla, explota"Por cierto, entrando en la filosofía mourinhana del resultadismo ¿alguien se acuerda del año pasado y de un tal Pellegrini? ¿Se le ha ocurrido a alguien comparar los números de entonces con los del rey de todas las estadísticas? ¿Y el Barça? En Cataluña el seny (conocimiento) es una palabra sagrada. Al señor Rosell se le ha debido de olvidar. Llama a la tranquilidad mientras entra a todos los trapos del Madrid que nos está regalando una curiosa forma de entender el señorío florentiniano. Si a la pólvora se le echa una cerilla, explota.

Esta vez no puedo dejar de lado el partido de mañana. Que nadie piense que sea tranquilo, ni en el campo ni el los despachos. Hace bien Guardiola en preparar a los suyos, porque el Madrid va a cambiar de estrategia. Durante la primera media hora saldrá como el vendaval del principio de liga. Con la Copa en el bolsillo, la liga perdida y la eliminatoria de Champions también, no queda otra que la heroica. Saldrá con las armas que no tiene el Barça: fuerza física, velocidad, verticalidad y juego aéreo. Y si en treinta minutos mete dos goles e iguala la eliminatoria, hay batalla. Caso contrario, lo mismo da que te metan otros dos o tres. Al menos es lo que haría yo. Esperemos que sólo haya fútbol y la pólvora la echen en un cubo de agua.

Pero intentemos escribir sobre la liga. El sábado, encarnizados en su particular combate europeo, Madrid y Barça abandonaron la Liga tomándose el partido con calma. El uno porque la da por perdida. El otro porque la da por ganada. Cuando comenzaba el partido del Barçá, ya sabían que el Madrid había perdido. Ni por esas se esforzaron. Beneficiarios de semejante estrategia salieron Zaragoza y Real Sociedad, que sacaron tres puntos clave para su salvación.

Después de alabar el esfuerzo y la entrega de maños y donostiarras, varios aspectos me han llamado la atención. La sorpresa de comprobar que Casillas es humano o que Carvalho, posiblemente el defensa más seguro de la liga, haga un penalti de juvenil. Creo que son dos muestras del desquiciamiento del equipo. O que el Barça no se tomara en serio el partido hasta que lo tenía perdido. Más aún me sorprendió que los árbitros de ambos partidos pitaran contra los grandes. En el Bernabeu no pitando un penalti claro a Kaká que hubiera cambiado el resultado. Y en Anoeta anulando un gol válido a Milito que hubiera supuesto un 0-2 inalcanzable par los vascos.

Mientras, el Kun llama a las puertas del Olimpo

Fuera de la mourinización, el Atleti del abstencionista Forlán se jugaba en Riazor buena parte de sus aspiraciones europeas. Por una vez, no defraudó. Jugó un partido serio, aguantó el torbellino gallego del inicio, se sobrepuso a las maravillas del mítico Valerón y tras la expulsión de Lopo, machacó con un gol de su estrella. En términos taurino, paró, templó y mandó. Gracias, sobre todo, al Kun empeñado en romper el traje del Atleti por todas las costuras pues ya está maduro para entrar en el Olimpo, seguramente vistiendo otra camiseta menos humana.

Espoleado por el triunfo colchonero, el Sevilla se merendó al ya descendido Almería con alguna que otra polémica arbitral, a su favor, claro. Ya está en el quinto puesto detrás del Villarreal que no se deprimió por su derrota ante el Oporto y en una buena segunda parte derrotó al Getafe que iba ganando por 0-1, dejándolo en puestos de descenso. Sorprende la marcha de los azulones, uno de los gallitos de la primera vuelta donde obtuvo 27 puntos, ahora que cuenta con los petrodólares.

Lejos de tanta tensión, Levante y Sporting jugaban con la permanencia casi asegurada en un partido que todos pensaban que acabaría en empate porque era el mejor resultado para los dos. Y ¿qué pasó?, pues que acabó en empate, claro.

A falta del partido crucial de hoy entre Español y Atlethic, aclarada la zona de arriba Málaga, Racing y Osasuna ganaron sus partidos dando comienzo a la tragedia del descenso. Quedan cuatro partidos, doce puntos, y la raya del infierno se sitúa debajo del puesto decimotercero del Racing, con 40 puntos. Hércules y Almería parecen sentenciados y queda un puesto para cinco equipos que sólo se sacan dos puntos de diferencia. El escenario está preparado, los actores tienen la palabra.

Y para terminar, otra jornada más hay que llevar los focos a mis odiseos del Rayo Vallecano que han sacado otros tres puntos y se han alejado otro poco más de su perseguidor dejando su llegada a Primera a tiro de onda. Todo un ejemplo de modestia, silencio, pundonor y profesionalidad, sin ruido, lejos de la algarabía del bipartidismo futbolístico y sus campanas mediáticas. Toda una paradoja. En fin, lo dejo aquí. Señoras, señores, amen la vida, amen el fútbol porque hoy ha vuelto a amanecer.

Mourinho desquicia al fútbol y al Madrid